Edward Eric es el chico mas deseado de la escuela Alchemist, es guapo y uno de los mejores de la escuela, sus notas son casi perfectas y siempre consigue lo que quiere, pero hasta ahora ninguna chica a logrado tener algo con el.
Un día llega Winry R...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Narra Winry
Hoy es el esperado día, lunes, al fin nos vamos a la playa. Estoy feliz por este viaje, pero hay algo o mejor dicho alguien que me arruina el buen ánimo; Rose, no ha parado de hablar sobre sus lindos bikinis y las buenas fotos que podrá tomarse para instagram, se ha traído un montón de cosas, las suficientes como para irse un mes completo o más.
—No sé para qué has traído tantas cosas, te recuerdo que vamos a la playa, no a una pasarela— le dije al verla salir de su habitación con todo su equipaje.
—Querida Winry ¿crees que me importa lo que piensas?— dijo con una risa burlona— además yo al menos me preocupo de mi apariencia— me miro de pies a cabeza— te recuerdo que ya no somos unas niñas— dijo antes de bajar al primer piso.
Esta bien, lo admito, mi ropa no es la más a la moda, pero qué importa, como dije antes no vamos a un pasarela, vamos a relajarnos a la playa, y con respecto a lo de que ya no somos niñas, eso lo se, pero dejar de serlo no significa que me vea obligada a usar prendas extremadamente cortas.
Yo realmente no tengo nada contra la moda, creo que es linda y todo, pero la forma en la que Rose la usa se vuelve demasiado grotesca. Usar ropas que muestran tanto como ajustadas camisetas y diminutos shots o faldas ya no es vestirse a la moda, de hecho técnicamente mezclar cosas muy cortas con otras cortas rompe las reglas de la moda.
Puede que yo no use ropa muy cara y elaborada, pero es lo suficientemente buena como para salir a la calle sin vergüenza y sentirme bien.
Saque de mi habitación el único bolso que llevaba para el viaje junto con una cartera para poner algunas cosas pequeñas, baje con ella y las deje junto a la puerta, ya todos estaban listos.
—¿Eso es lo único que llevas?— preguntó Rose sorprendida.
—Si, ¿algún problema?
—¿Siquiera llevas maquillaje, ropa bonita, zapatos o joyas?
—No necesito todas esas cosas— dije sin prestarle demasiada atención.
—Es por eso que digo que no tienes ningún encanto, ni si quiera te vistes bien.
No me gusta presumir, pero si no tuviera ningún "encanto" como ella dice no tendría novio, ni chicos intentando mirar debajo de mi falda o llamandome "diosa".
—¿Encanto? ¿Llamas encanto a cubrirse toda la cara con maquillaje, poner relleno en el sostén y usar ropa que te hace parecer una cualquiera?— le dije ya harta de escuchar su voz chillona— al menos yo tengo algo de belleza natural, Rose.
La cara de ofendida que puso fue épica, estaba a punto de responderme algo, pero mi papá apareció en la sala impidiéndole mostrar su verdadera cara.
