30: Tensión en el aire

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Mi corazón empezó una carrera en mi pecho, latiendo con fuerza mientras observaba por el vidrio de la puerta a Kem y Ada

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Mi corazón empezó una carrera en mi pecho, latiendo con fuerza mientras observaba por el vidrio de la puerta a Kem y Ada. No estaban sonriendo, sino mirando con asombro a Kylan y la chica con la que cantaba. No despegaron su mirada de ellos, al igual que yo que no dejaba de mirarlos. Lo peor de todo er que estaban sentados en mi mesa. Le pedí a Debie que atendiera por mí y ella encantada lo hizo.

—Yo tengo todo controlado —dijo guiñándome un ojo y saliendo para ir hacia ellos. Volví a observar por la ventana y vi como mi amiga dejaba los menús frente a ellos, observaron un rato lo que había y pidieron algo, Debie lo anotó en su libreta y se alejó viniendo a la cocina. Cuando entró, su cara lo decía todo. Estaba shockeada.

—¡Wow! —exclamó tocándose el pecho a la altura del corazón—. Nunca sentí tanta tensión en mi vida.

Me alejé de la ventana para ir hacia ella a pedir detalles.

—¿Qué?

Debie parpadeó.

—En serio, demasiada tensión. Él parecía molesto y ella también. No se dijeron nada en todo el rato que estuve ahí.

Me encogí de hombros. La tensión en mi cuerpo no se iba. Quería correr a la esquina de la cocina y hacerme bolita, pero el deber me llamaba, tenía varias mesas por atender y no podía quedarme aquí para siempre.

—Necesito que me cubras —le pedí a Debie, rogándole—. Literalmente hablando, eh.

—Por supuesto, Ruby. Lo que sea para que no seas el centro de atención.

En los próximos minutos con la ayuda de Debie pude pasar desapercibida en la cafetería sin que Kem, o mis amigos, me notaran. Evité pasar por su mesa a toda costa y llevaba la carta de menú en mi rostro para taparlo cada vez que estaba en su campo de visión. Debie también me cubría a veces para que no fuera tan obvio con lo de taparme la cara. Aunque por supuesto, la mala suerte me acompañaba a todas partes.

Me dirigí a una mesa donde un hombre alzaba la mano para que lo atendieran, no era mi mesa, pero como nadie le hacía caso, decidí ayudar. Me estaba acercando cuando alguien chocó a mi lado izquierdo haciéndome tropezar. Al sentir la mano de alguien tocar mi muñeca para estabilizarme, un escalofrío me llenó el cuerpo.

—¿Ruby? —preguntó Kem con voz sorprendida. Alcé el rostro alejándome de su toque. Él parecía muy impresionado, bajó la mirada a mi uniforme. Sus ojos quedándose más tiempo de lo debido en mis piernas. Carraspeé, disgustada de su mirada. Antes me derretiría con una mirada suya, ya no más. Me di la vuelta para irme, pero él me detuvo del brazo—. Espera, ¿qué haces vestida así? ¿Por qué estás aquí?

Debie vino en mi rescate porque lo alejó de mí, interponiéndose entre los dos.

—Atrás imbécil —murmuró en voz baja, sólo para nuestros oídos, para no llamar la atención. Kem la miró sorprendido—. Si vuelves a acertarte a ella, te golpearé. Ya sé cómo tratar a los de tu calaña.

El chico de arriba #1 | EN FÍSICOМесто, где живут истории. Откройте их для себя