5. Gotcha

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Bellamy ni siquiera se dio cuenta de que su boca se quedó abierta mientras observaba sin quererlo el atlético torso de Cameron bajo las finas sábanas rodeado por las suaves piernas de Darrell Foster, mientras sus manos sujetaba el cuello del chico cuando éste besaba sus carnosos labios. Momentos después, Cameron comenzó a dejar un surco de húmedos besos desde la mandíbula de la joven hasta su cuello, y fue ahí cuando sus ojos se abrieron como platos al encontrarse al líder de Kappa Kappa Alfa de pie en la puerta, sin avisar ni nada. Darrell dio un grito que casi dejó sordos a ambos chicos, y se cubrió con las sábanas su pecho únicamente vestido con el sujetador.

-¡Bellamy, ¿Qué coño haces aquí?!

Cameron Ackerman se quitó de encima de Darrell y se irguió en el colchón.

-Octavia me ha dicho que estabas en casa- soltó el chico.

En ese momento, el sonido de la cisterna llegó a los oídos de los tres chicos y al abrir la puerta de madera negra apareció Octavia arreglándose la falda.

-Oh, por fin, no podía aguantarme más- dijo la chica dando un largo suspiro. -Bellamy, enseguida llamo a Darrell para...-comenzó, pero al encontrarse la figura de su hermano bajo el umbral de la puerta de la habitación de la propia Darrell Foster se aproximó hacia la sala haciendo que sus tacones resonaran y al ver la incómoda escena, giró lentamente la cabeza para mirar al chico y le dijo entre dientes -Bellamy, te voy a matar.

-¡Fuera de mi habitación! ¡Todos!- gritó Darrell.

Cameron la miró con confusión y abrió la boca balbuceando algo.

-¿Yo también?- dijo al fin.

-¡Fuera!- repitió la líder señalando la puerta.

Cameron Ackerman salió de la habitación molesto y con un movimiento brusco cogió su ropa del sillón de piel sintética violeta y salió de la habitación seguido por los hermanos Blake. Al cerrar la puerta tras de sí, el chico le espetó a Bellamy:

-Muchas gracias, me has jodido el polvo.

-Tranquilo, hombre, hay muchas más tías por el campus- respondió el chico.

Cameron giró la cabeza y le lanzó una mirada asesina, pero en vez de estremecerse o sentirse incómodo, Bellamy lo despidió sacudiendo la mano y con una amplia sonrisa. Mientras estaba distraído, Octavia le dio un codazo en el brazo y éste lanzó un quejido de dolor mientras se frotaba la zona.

-Eres un idiota, Darrell me va a echar la bronca- dijo Octavia.

-Ni hablar, no lo permitiré- le contestó Bellamy, intentando añadir un toque protector en su voz.

Octavia lo miró con ojos brillantes y una pequeña sonrisa comenzaba a formarse en las comisuras de sus labios. Bellamy también comenzó a sonreír al ver la respuesta de su hermana.

-Bellamy...-comenzó Octavia.

-¿Sí?

-Vete a la mierda- le espetó, y comenzó a bajar las escaleras.

-Oh, vamos, ¿Por qué? De todas formas, tenía que hablar con Darrell- explicaba el muchacho, siguiendo a su hermana escaleras abajo.

Una vez que llegaron al salón, Octavia dirigió a su hermano hacia los sofás y le ordenó:

-Muy bien, pues quédate esperándola sentado en el sofá que quieras. Yo no pienso comerme tu marrón.

-¿Y no puedo sentarme en este sillón?- preguntó Bellamy, levantándose del sofá en el que lo había obligado a sentarse Octavia, mas cuando estaba a punto de apoyar su trasero en la elegante tela blanca del asiento, Octavia lo detuvo.

The 100. FraternityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora