OCEAN EYES ༄ CHARLES XAVIER

•CAPÍTULO 20•

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•CAPÍTULO 20•

DISCURSO DE 

DESTRUCTORES

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Elisa lloraba en silencio aún atrapada bajo los escombros, sentía cómo lentamente le estaba costando más respirar. No estaba segura si era el hecho de que estuviera atrapada debajo de algo o simplemente porque estaba entrando en pánico.

Erik movió las cámaras para que apuntasen hacia él.

—Fabricaron estas armas para destruirnos. ¿Por qué? —hizo una pausa antes de continuar—. Porque les tienen miedo a nuestros dones, porque somos diferentes —siguió hablando.

Tanto Elisa como Charles podían escuchar lo que él decía, ambos sabían que con esto solo crearía una guerra.

—La humanidad siempre le ha temido a lo que es diferente, pero vine a decirles, a decirle al mundo que hacen bien en temernos, ¡somos el futuro! —exclamó—. Nosotros heredaremos esta tierra y cualquiera de ustedes que interfiera tendrá el mismo destino que estos hombres que ven atrás de mí —continuó—. Una demostración de su poder, en lugar de eso les daré una muestra de la devastación que mi raza puede causar sobre la suya.

Elisa sabía que Erik estaba loco, pero nunca creyó escucharlo comenzar una guerra, porque eso era lo que él estaba haciendo. Estaba declarando la guerra de los mutantes a los humanos, o al menos eso intentaba, era lo que más él quería y tarde o temprano lo lograría.

Ella trataba de zafarse de allí, pero sin lograr nada. Es más, seguía sintiendo como aquellos escombros presionaban más contra su cuerpo. Chilló un poco de dolor, se estaba haciendo mucho daño.

—Calma Elisa, todo estará bien. Saldremos de aquí —Charles habló en su mente.

Eso le calmó, hizo que simplemente dejara de forcejear y tratara de esperar a que le pudieran ayudar. Ella no sería siempre la que ayudaba, muchas veces necesitaría que le ayudasen. Justo como en este caso, en el cual rogaba por un poco de ayuda.

Quizá era más parecida a Charles de lo que ella creía y admitiría, pero aquello lo sabían varias personas, cualquiera que los viera podía encontrar tanto las similitudes como las grandes diferencias.

—A mis hermanas y hermanos mutantes que me oyen les digo, basta de esto, basta de sufrimiento. Han vivido escondiéndose en las sombras y con miedo mucho tiempo, pero ya basta. Únanse a mí, luchemos juntos en una fraternidad de nuestro espécimen. Un nuevo mañana da inicio a este día —terminó su discurso.

King sentía como las lágrimas corrían por sus mejillas, no quería que sucediera todo lo que estaba pasando. Nunca se imaginó que estuviera al borde de poder haber detenido todo eso y ahora ya no podría.

Sus ojos estaban cada vez más pesados, no podía mantenerlos abiertos mucho tiempo, por lo que simplemente se dejó caer en la oscuridad, no tenía otra alternativa.

[...]

Raven apuntaba a los hombres hasta que vio como ellos se detenían. Trask salió caminando de en medio de ellos.

—¡Sal de mi cabeza, Charles! —ahora ella pudo ver a Charles de pie frente a ella.

Ella ahora lo pudo ver, sabía lo que él intentaría hacer, debía resistir.

—Raven por favor —suplicó—, no nos conviertas en el enemigo hoy —dijo apenado.

—Ya lo somos, ¿estas ciego o qué? —dijo brusca.

Su único método de defensa era tratarlo mal, por más que en el fono no quisiera eso.

—No todos, lo único que has hecho es salvar la vida de esos hombres —dijo—. Muestrales un mejor camino.

Hank fue hasta dónde Elisa y Charles estaban atrapados.

Por fin la ayuda había llegado, Elisa se encontraba casi inconsciente cuando Hank le quitó los escombros que estaban sobre ella. La sostuvo entre sus brazos y tocó varias veces su rostro con el fin de despertarle.

—Detenla Charles —Hank le dijo aún agarrando a la otra chica.

Él asintió y trató de seguir concentrando en Raven y no enloquecer porque Elisa estuviera inconsciente y herida en los brazos de su amigo. Quería ayudarle, pero sabría que ella preferiría que detuviera antes a Raven.

—Me he esforzado por controlarte desde el día en que nos conocimos y mira lo que hemos logrado. Todo lo que pase ahora será tu decisión —habló con voz pausada hacia Raven.

Ella se encontraba dudando sobre lo que haría. Se había encontrado segura en matar a Trask, pero ahora que Charles había aparecido toda su cabeza se encontraba en un torbellino de dudas.

Charles había logrado su cometido, confundirla, hacerla dudar de cometer tal atrocidad.

—Tengo fe en mi Raven —dijo muy sentimental y salió de la mente de ella.

Ella siguió firme apuntando su arma, pero su mano temblaba levemente. Se diputó que sería lo correcto de hacer, por fin había tomado una decisión.

Hasta que por fin bajó el arma, el peligro había pasado.