La verdadera dicha de la felicidad. (Adaptación yoonmin)

CAPÍTULO 3

Leía una y otra vez el capitulo anterior, su boca estaba ocupada masticando el enorme pedazo de lechuga que había engullido, estaba tan molesto con su padre que ninguna de sus ideas le parecían adecuadas para continuar con su obra mas actual.

Yoongi decidió ser valiente y seguir su propio camino cuando cumplió diecinueve años. Lo primero que hizo fue aceptarse el mismo tal como era, con sus sueños y dificultades, aceptar que no le gustaban, ni de broma, las mujeres y dar el primer paso.

"- Mamá, padre... soy gay. "

Ni fue tan difícil como lo imaginó, su madre lo apoyó en todo lo referente a su orientación y su padre sólo se encerró por tres días en su oficina. Nada fuera de este mundo...

La tormenta se desató cuando ambos padres se enteraron de los siguientes planes del muchacho: Mudarse cerca de la ciudad, iniciar una licenciatura en literatura abandonando la exclusiva universidad a la que asistía y publicar su primer libro y si, era de fantasía para jóvenes.

Eso hizo enfurecer a su padre quien temía no solo por su futuro sino por la bonita virginidad que presumía del mas pequeño de sus niños.

Sin embargo ya estaba decidido y continuó con sus planes sin hacer caso a amenazas ni ruegos.

Ahora estaba mas que molesto con su padre, eso era golpear bajo y vaya que sabía joderle. Yoongi odiaba tomar el transporte público.

Presionó con fuerza el bolígrafo, pronto terminó rompiéndolo y toda la tinta cayó sobre su camisa.

-¡Joder! -Su lengua sintió el sabor de la tinta. -No, no... no. - Se miraba en el reflejo de la pantalla de su celular comprobando la enorme mancha de azul. Sus cejas estaban tan juntas por la molestia que parecía un monstruo dispuesto a comerse a cualquier niño que se le acercara.

-De todos los miles diablos que hay en el mundo ¿por qué a mi? -Susurraba tratando de ignorar a las personas que le observaban divertidas. Tomó sus cosas y caminó a paso rápido hasta el baño.

-¿Ángel?

El agua fresca lo tranquilizó como era costumbre, se talló el rostro hasta hacer desaparecer la mancha.

-Que lata...

Hoy no era su día, estaba seguro de eso. Salió sacudiendo sus manos, su camisa ya era un caso perdido.

- Yoongi. - Jihoon corrió a abrazarlo, su empuje logró que Yoongi volviera a entrar al baño.

- ¡¿Oye qué te pasa?! -Esa cara se le hacía familiar. -¿Jihoon?

- Yoongi... -Seguía abrazándolo, su cabeza apenas rozaba las piernas del muchacho, Yoongi sintió un calorcillo en su rostro cuando otro hombre salió de uno de los cubículos y observó la escena.

- Jihoon, no me digas que te volviste a perder. -Lo cargó en sus brazos, traía su nariz fría. -Tu padre es un... un... -Los grandes ojos del pequeño observaban a la espera de que terminara su frase, cómo era posible que ni protegerlo del frío podía.

- ¿Qué...?

- Tienes lindos ojos, es todo. -Sonrió enamorado de la tierna carita que le regalaba el pequeño.

- Mi papá los tiene del mismo color.

-Lo se... - Suspiró recordando al rubio. -Digo, si recuerdo algo... casi nada.

- ¡Jihoon! -Su padre entró empujando la puerta con fuerza, toda su desesperación quedó en segundo plano cuando lo miró.

- Papi, es Yoongi.