06

16.7K 1.8K 567
                                    

~•~

Abrió la puerta lentamente, usando todas sus fuerzas para no bajar la cabeza y verse estúpidamente tímido. Se adentro en la habitación hasta quedar frente a la cama sin atreverse a acercarse. Sabía que Jungkook lo estaba mirando, había visto el momento exacto en que apago su teléfono y lo tiró descuidadamente sobre la cama. Aun así él no se digno, no pudo, verle el rostro.

- Te ves bien con mi camiseta.- Subió la vista rápidamente para encontrárselo con una ceja alzada, mirándolo divertido.- ¿Venía en el pack?- Él era irascible, su amigo lo sabía, todos los sabían. Se apresuro a calmar a la fiera cuando lo vio apretar los puños.- Se te ve bien, pero ¿Puedes levantarla un poco? 

Jimin asintió, no confiando en su voz para no delatar su nerviosismo. Dioses, él no era así. Él era ruidoso y confiado, coqueteaba con su propio reflejo si encontraba la oportunidad. Pero esto era diferente, no estaba bajo su cómoda carcasa de ropa de "hombre", estaba en bragas. Blancas, de encaje y con diamantes. Y como si eso no fuese suficiente, Jungkook lo estaba mirando de esa forma. Aquí y ahora, estaba apunto de mostrarle su secreto más oscuro y mejor guardado. Estaba aterrado.

Tomo el borde de la camiseta y la subió hasta su vientre. Giro su cabeza para no tener que verlo, encontrando de repente muy interesante a la puerta del baño. Saltó cuando el hombre en la cama se movió hasta sentarse justo al borde, con las piernas abiertas y observándolo fijo.

- Acércate.

Dudo, dio un paso hacia atrás y se regaño a si mismo por cobarde. Acorto la distancia entre ellos con un par de pasos, pero no fue suficiente para Jungkook, quien estiro su mano tomándolo de la cadera y atrayéndolo más cerca.

- Jungkookie.- Rogó, su voz temblorosa.

- ¿Cómo te sientes?- Paso sus dedos por los pliegues de la lencería, hundiéndolos dentro y haciendo contacto con la piel de su cadera. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo por el tacto, pero ninguno lo menciono. Lo miro con sus grandes ojos desde abajo y le sonrió con calma al verlo tan nervioso. Alejo su mano llevándose un vergonzoso quejido de Jimin y reformulo su pregunta.- ¿Cómo te hace sentir llevarlas?

- Bien.- Él mismo las miro y por un momento el terror que lentamente había ido escurriéndose de su cuerpo volvió de súbito. Dejó la camiseta de Jungkook volver a caer para cubrirse. Ignorando y rezándole a cualquier entidad divina sobre sus cabezas para que el hombre sobre la cama que tenía su rostro a centímetros de su pene no lo hubiese visto como se estaba poniendo duro. ¡Dioses! ¡Solo le había tocada un poco!

- ¿Eso es todo?- Mordió su labio intentando pensar bien lo que diría a continuación. Como si su dignidad no estuviese pisoteada ya.- Dijiste que era tu favorita.- Dejó lo último colgando con 2 diferentes sentidos. El peso de "Tiene que hacer algo más que sentirse bien para que sea tu favorita" contrastaba terriblemente con su descuido que insinuaba "Si es tu favorita, eso significa que hay más."- ¿Por qué?

- Me hace sentir bien.- Jamás había puesto eso en palabras. Siquiera intentado. No sabía como hacerlo.- Me siento deseable, en una forma en la que nunca lo había hecho antes, es... es como, yo, quiero, como, me gusta, me hace querer, es- Jungkook intento calmarlo tomando su brazo y tirando de él para sentarlo en la cama.

- Tranquilo, respira y habla cuando estés listo. Nadie te corre.- Le acarició la espalda suavemente y espero con paciencia a que volviera a hablar.

- Me gusta usar esta ropa. Me hace sentir delicado y bonito. Faldas y vestidos, ropa con encaje y medias altas, labial y rubor, aros y broches. Me gustan todas esas cosas, hace que adore lo que veo en el espejo.- Estrujo sus manos en su regazo, incluso cuando la de Jungkook se detuvo sobre las suyas, en un vano intento de detenerlo.- Algunas me hacen sentir deseable, sensual. Como la persona que todo hombre querría apretar entre el colchón y su cuerpo, y se siente tan bien. Yo me siento tan bien.

- ¿Si lo amas tanto por qué simplemente no te vistes así siempre?- Apretar sus propias manos ya no fue suficiente, atrapo la de Jungkook entre las suyas aplastando y deformando la palabra "ARMY" escrita en los nudillos. No se quejo por el dolor cuando sus dedos tronaron, pero la mano que mantenía en su espalda acarició con apremió.

- No funciona así. No quiero que nadie más lo sepa, es un secreto. Prométeme que lo mantendrás en secreto, por favor Kookie.- El aludido asintió con los ojos cerrados y uno sonrisa de compromiso.- Esta mal, yo estoy mal. Voy a solucionarlo, lo juro pero no les digas nada.

- Jimin, nada esta mal contigo.- Hablo severo.- No tiene nada de malo que te guste vestir así, o maquillarte, o usar esos accesorios, o- Pauso.- querer ser apretado contra el cuerpo de un hombre. Todo eso esta bien, no debes preocuparte. No estás dañando a nadie con eso. Y si no quieres que diga nada de esto esta bien también, es cosa tuya, no mía. Guardaré el secreto si así lo quieres.

Jungkook lo aceptaba. Parte de su miedo y nerviosismo lo dejó, y no solo eso, también guardaría su secreto, confiaba plenamente en su amigo. Con la adrenalina y nerviosismo fuera de su cuerpo de pronto notó lo cansado que estaba. Lo mal que había estado durmiendo desde esa noche y lo bien que le vendrían unas merecidas 8 horas de sueño. Hizo ademán de levantarse, demasiado cansado para continuar hablando de nada. Unas manos en su cadera lo detuvieron cuando consiguió ponerse en pie con intención de ir al baño a cambiarse.

- ¿Por qué no te quedas? Ya es tarde.

Señalo con un gesto de cabeza el reloj en la mesita junto a la cama, apuntaba a las 12. ¿Llevaba en esta habitación 2 horas? Su cadera fue jalada con una juguetona fuerza y su cuerpo aterrizo en las mantas.- Jungkook.- Regaño.- Espera. Puedo quedarme pero deja que me cambié antes.

- No, no quiero que te escondas conmigo. Quiero que las uses, además se te ven bien.

~•~

Lienzo en blanco. /Vkookmin/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora