The 100. Fraternity

2. New sister

Clarke Griffin y Nora Withman ocupaban los asientos del sofá blanco derecho, y Raven Reyes y Grace Perry ocupaban el sofá izquierdo. Los asientos estaban separados por una elegante mesa de cristal en el centro, y al frente de ellas estaba de pie Darrell Foster, con las manos en las caderas.

-Chicas, me temo que tengo malas noticias en lo que a compartir sala-armario se refiere- anunció Darrell -una nueva hermana se une a Kappa Kappa Sigma.

Todas se llevaron un mano al pecho y ahogaron un pequeño grito. Bueno, todas menos una, Raven Reyes, que se atrevió a decir:

-Bueno, eso no es tan malo. El número de hermanas crecerá.

Las tres jóvenes restantes la miraron como si no se creyeran lo que acababa de decir, y Darrell apoyó las manos sobre la mesa central de cristal y se aproximó hacia ella con una mirada fulminante.

-Raven, no estamos hablando de que crezca o no crezca el número de hermanas. Estamos hablando de compartir armario... Con una Blake.

Las demás, incluida Raven, pusieron una mueca de horror.

-¿Con una Blake?- exclamó Clarke.

-¿Hermana de Bellamy Blake?- prosiguió Nora.

-Ese dato no nos lo habías contado- continuó Grace.

-Eso lo cambia todo- rectificó Raven.

-Pues sí, es la hermana pequeña de ese imbécil de Bellamy Blake, que por cierto, la decana Keegan dijo que llegaría sobre las once y ya va con retraso de cinco minutos- dijo Darrell mirando el reloj, pero en ese mismo instante el sonoro timbre de la casa de la fraternidad resonó por todas las habitaciones, con el tono de unas campanas como melodía. -Chicas, formación- ordenó la joven.

Las cuatro chicas se levantaron de sus respectivos sofás y se colocaron de una manera estratégica con Darrell, en forma de triángulo: Nora y Clarke en el lado derecho y Raven y Grace en el izquierdo, y Darrell situada en la punta.

La líder giró el pomo con cobertura de oro y al abrir la puerta se encontró con una chica de cabello largo y castaño y ojos azules... Y a Bellamy Blake junto a ella. Esa debía de ser Octavia.

-¿Qué haces tú aquí?- exclamó Darrell.

-Sólo estoy ayudando a mi hermanita a hospedarse aquí- dijo Bellamy sonriente.

-No me llames hermanita- susurró Octavia, dándole un disimulado codazo.

-Ya, pero aún no se puede hospedar, hay que hacerle la prueba de admisión- replicó Darrell cruzándose de brazos. -¿Y tú te haces llamar líder de fraternidad?- a continuación puso los ojos en blanco y dio media vuelta, haciendo que las demás hiciesen lo mismo. -Por aquí, Octavia. Nora, ocúpate de Bellamy- ordenó.

Las cuatro chicas de la hermandad y Octavia se adentraron por el recibidor para llegar hasta el salón, mientras que Nora se quedó en la puerta encargándose de que Bellamy Blake se marchara. El muchacho se disponía a poner un pie sobre el pulcro suelo de mármol blanco de la casa, mas Nora se lo impidió empujándole por el pecho.

-No se permiten chicos aquí, y aún más viniendo de la fraternidad masculina- dijo mientras lo empujaba.

-A partir de ahora pasaré más veces por aquí para ver cómo está mi hermana- soltó.

-¡Y una mierda!- exclamó Nora, y al fin consiguió echarlo y cerrar de golpe la puerta.

Luego, se dispuso a reunirse con las demás en el salón. Sus hermanas estaban de pie alrededor de la nueva, Octavia, y Nora ocupó su lugar cerrando el círculo.