-Bueno, así que eres Octavia Blake, ¿Verdad? Hermana de Bellamy Blake- comenzó Darrell.

-Así es- asintió Octavia, con cuidado de no meter la pata.

-Espero que sepas que nuestra hermandad, Kappa Kappa Sigma, y la de los chicos, Kappa Kappa Alfa, mantienen una gran rivalidad, así que no está permitido que nosotras vayamos allí ni que los chicos entren aquí, salvo en fiestas o reuniones específicas y de vital importancia- explicó brevemente la líder.

-¿Eso quiere decir que no podré visitar a mi hermano?- preguntó Octavia.

-Por supuesto que podrás- respondió Darrell, mas añadió- quedando por el campus o donde queráis.

El rostro de Octavia se fue apagando, pero ella quería pertenecer a la fraternidad femenina, así que decidió asumir las consecuencias y responsabilidades que debía tomar.

-Entendido- asintió Octavia.

-Vaya, eres una chica fuerte, no eres como esas tontas que querían pertenecer a la hermandad y en cuanto les decía la prueba que debían de realizar se iban llorando por los nervios- sonrió Darrell. -Creo que tú vas a entrar en la hermandad sin hacer ninguna prueba.

-¿En serio?- exclamó Octavia emocionada, con el rostro claramente iluminado.

Darrell miró a sus hermanas y todas se echaron a reír, y la confusión era notable en el semblante de Octavia Blake.

-¡No! Oh, adoro hacer esto, todas las chicas se lo creen- continuaba riendo Darrell, y Octavia se mordió el labio inferior por la vergüenza, pensando en lo cruel que podía llegar a ser Darrell Foster. ¿Tendría que llegar a ser así ella también? -Bueno, basta ya de bromas, la prueba de aceptación es la siguiente- sentenció la líder. -Tienes que pasar una noche entera desnuda durmiendo en el jardín.

Todos los pensamientos de la joven se redujeron a uno solo: la prueba que le acababa de asignar.

-¿Qué?

Mas no obtuvo respuesta de las hermanas, que la miraban con desafío.

-La prueba comienza a las diez de la noche. O aceptas o gracias por intentar unirte a Kappa Kappa Sigma- dijo Darrell con voz neutra.

La habitación se quedó en silencio, aguardando la respuesta de Octavia Blake. Solamente se oía el sonido de las agujas del reloj de piedra sobre la chimenea.

-Acepto- dijo la muchacha.

***

Eran las 21:50 de la noche. Las chicas de la fraternidad ya le habían hecho un recorrido por la casa a Octavia y le habían asignado su habitación por si superaba la prueba. La mayoría de las jóvenes que aspiraban a entrar en la fraternidad no superaban pasar la noche entera fuera, ya fuese por el frío o por la vergüenza de que las vieran desnudas.

Darrell Foster bajó con superioridad por las escaleras, donde se encontraban las demás junto a Octavia, esperándola.

-Llegó la hora.- sentenció. Al llegar al salón, ordenó: -Octavia, quítate la ropa.

El rubor subía por las mejillas de la joven, pero al observar que ninguna de las hermanas mostraba signos de risitas ni de susurros se tranquilizó un poco y comenzó a quitarse la camiseta, después los pantalones y así hasta quedar completamente desnuda.

-Si consigues entrar en la hermandad, recuérdame que debo cambiarte el estilo de ropa interior- dijo Darrell.

Octavia bajó la vista para ver qué tenía de malo su ropa interior. Ésta consistía en un simple sujetador gris y unas bragas negras. Grace se acercó a su oído y le susurró:

-Encaje. Todas llevamos.

Octavia asintió y las hermanas procedieron a comenzar la prueba.

-Todas al jardín- ordenó.

Una vez fuera, Octavia comenzó a localizar un sitio en el que pudiera dormir algo cómoda. Los farolillos que habían en la entrada de la casa iluminaban tenuemente el exterior, y el frío de la noche era notable, pero Octavia lo podía soportar.

-Tienes múltiples sitios en los que dormir plácidamente, como ese montón de hojas secas, esa zona donde la hierba es más suave o sobre las piedras que adornan el camino de entrada- explicó Clarke.

Octavia se giró para observarlas, como si les estuviera diciendo que si aquello iba en serio, pero recapacitó y dijo para sí que si quería pertenecer a una hermandad debía superar todos los obstáculos que se interpusieran en su camino, y aquel era el primero.

-Gracias por la explicación, Clarke. Que duermas bien, Octavia. Chicas, a la cama- ordenó Darrell.

Las hermanas entraron en la casa y Octavia decidió dormir en una de las escaleras de la elegante escalinata de la entrada, donde al menos los farolillos iluminaban la estancia, mas éstos se apagaron al instante, y Octavia resopló, se acomodó sobre la dura piedra e intentó cerrar los ojos.

***

-Darrell, ¿Puedo pasar?- preguntó Nora desde la puerta del dormitorio.

-Adelante- respondió la chica.

La líder de las Kappa Kappa Sigma se encontraba ligeramente asomada por la gran ventana de su habitación que daba directamente al jardín, y desde donde se podían ver los movimientos de Octavia a la perfección.

-¿No crees que nos estamos pasando un poco con las pruebas de admisión?- dijo Nora, aproximándose a su amiga.

-No- contestó Darrell, y corrió la cortina para a continuación meterse en la cama. -Estas son el tipo de pruebas que se hacen cuando un estudiante quiere pertenecer a un hermandad, no beberse un cartón de leche entero en menos de media hora o decorar con papel higiénico la casa de la decana Keegan cómo hacen los descerebrados de Kappa Kappa Alfa- continuó -además, es la hermana de Bellamy Blake. Precisamente por eso no va a ser más fácil para ella- concluyó la joven, poniéndose el antifaz y acostándose bajo las mantas, indicándole a Nora que se marchase.

The 100. FraternityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora