—No sé Karen, no sé qué hacer. 

—Pero qué quieres tú amiga.  

—La verdad es que todo esto me dejó descolocada. Pero no quiero dejar mi trabajo. Tú sabes cuánto me ha costado conseguir un empleo en esta ciudad. El trabajo en la naviera es excelente, no puedo permitirme dejarlo así como así. Creo que lo mejor será hacer como que nada pasó. 

—¿Y podrás hacerlo amiga?— preguntó Karen enarcando una ceja.  

—Tendré que hacerlo Koko. Fue solo un beso. Aunque a mí me gustó no puedo decir que mi jefa haya sentido lo mismo. Lo mejor será que haga como que nada pasó y vuelva a mi trabajo. 

—Bueno amiga, sabes que te apoyo decidas lo que decidas. 

—Gracias Koko. Ahora me voy a dar una ducha y me meteré en la cama para ver si puedo dormir.  

Micaela dejó a su amiga en la sala y llegó al baño para darse una larga ducha. Bajo el chorro de agua trató de aclarar la mente. Aún no podía creer lo sucedido con su jefa. 

Mientras el agua corría por su cuerpo, ella tocaba sus labios, cerraba los ojos y volvía a sentir los labios de Bárbara sobre los suyos. Micaela pensó que iba a ser una tarea difícil ver a su jefa cada día sin sonrojarse. Estaba claro que para Bárbara había sido un beso sin sentido, un beso para sacarse las ganas. Pero para Micaela ese beso había removido algo en su interior. 

Sí, sería un suplicio tener que verla a diario, pero sería un suplicio también no verla. Micaela sacudió su cabeza para sacar ese pensamiento de su mente. No debía pensar en esa forma de su jefa. Debía volver al trabajo, debía aparentar que nada había pasado, debía ocultar los sentimientos que había descubierto que tenía hacia la ogro de su jefa. 

A la mañana siguiente Micaela se levantó y comenzó elegir la ropa queusaría para ir a trabajar. Ese día debía ir a reunirse con la representante del banco Banktrans y quería lucir impecable. Aunque esa no era la única razón para la búsqueda del vestuario perfecto, ella se sorprendió mirándose al espejo imaginándose qué pensaría su jefa cuando la viera así. 

Por fin, después de mucho vagar por su closet, se decidió por un vestido gris, manga corta, cuello redondo. El vestido le llegaba a la rodilla y se ajustaba perfectamente a cada curva de su cuerpo.

Como complemento del vestido, se puso un delgado cinturón de charol color rojo, terminando el conjunto con unos altísimos tacones también de color rojo. Decidió hacerse una coleta alta, que estaba pulcramente peinada. Un suave maquillaje en los ojos, pero sus labios resaltaban con el labial rojo que les había aplicado. Se miró varias veces al espejo y cuando vio que lucía perfecta, salió de su cuarto.  

Se sorprendió de ver a su amiga Karen tomando una taza de café en el sofá de la sala tan temprano en la mañana. 

—Guau — dijo Karen cuando vio a Micaela frente a ella—. Mica, la idea es que pases desapercibida para tu jefa, no que la instes a que te estampe contra su escritorio y que te lo haga hasta que te olvides de cómo te llamas. 

—Qué dices Karen, este es un recatado vestido de trabajo. 

—De eso nada. Te marca cada curva de tu cuerpo, y con esos taconazos te ves demasiado sexy.

—Tengo una cita con la representante del banco, pensé que debía vestirme lo mejor posible. 

—¿Solo por eso?—preguntó Karen tratando de ocultar su media sonrisa. 

—Aunque no lo creas sí, es solo por eso. 

—Sí Mica, lo que tú digas. 

—Bueno, me voy, no quiero llegar tarde al trabajo, adiós. 

-La Ogro-(Barbica G!p)-حيث تعيش القصص. اكتشف الآن