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Un silenció.

Gritos de auxilió.

Dos amigos corriendo por su vida, detrás de ellos un demonio con alas volando tratando de alcanzarlos. Un remolino de emociones se enfrentan entre ellos, proclamaron ante toda la oscuridad. Habían dejado a su amigo atrás y por si fuera poco habían estado corriendo en círculos o al menos eso creían, ya que no sabían donde se encontraban.

No sabía que destino les deparase al cruzar la esquina de Fourhound, ellos solo querían escapar.

Sus respiraciones están agitadas, los jadeos y dolores de estómagos se estaban apreciando en la vista de aquéllos que los mirasen a su alrededor.

La carcajada detrás de ellos los hizo estremecer. ¿En que insípido momento Ross había adquirido esas alas?

Un destello de luz, una palabra de auxilió profirió de sus labios al ver a uno de sus amigos a mitad de camino.

Era Ángel.
Pero al momento de verlo ellos pararon.

Él sólo estaba observándolos, como si no los estuviese observando. Como si presencie sé la nada, estando perdido en sus mismísima oscuridad en donde los demonios ganan y la luz pierde.

Estaba ido.

¡¿Ángel!?

Él grito de James fue tan alto que algunos pajarracos salieron de su escondite, se cubrieron sus cabezas y siguieron su camino.
¿Desdé cuándo se les había hecho eterno Fourhound?

— ¿¡Qué te esta pasando!? — Al llegar con su otro amigo lo estrujaron de los hombros y viendo lo que realmente el estaba haciendo.

Sus ojos estaban blancos, desorbitados, no tenían sus iris y todo lo que estaban presenciando era digno de una película sobrenatural. Pero, cuando ellos recordaban esta historia. Para ellos sólo era una pesadilla, una en la cual no se podía escapar vivo.

De su boca salía un lenguaje extraño para ellos. Al parecer el idioma al que ellos se les hizo familiar fue el latín.

— ¿¡Qué demonios estas hablando!?

La paciencia de Cameron paró.

— El tiempo acaba Noah, tus amigos aun siguen aquí

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— El tiempo acaba Noah, tus amigos aun siguen aquí. Y no es por preocuparte, pero, observe que Ross lanzó a uno de tus amigos hacia una puerta por detrás nuestro. — El tono de voz que usaba aquella bestia lo hacia parecer de lo menos preocupado.

En cuanto a mi, aquella noticia había sido como si un balde lleno de agua fría cayese sobre mi.

Mi tranquilidad seso, ya no había algo que me mantuviese en pie. Sentí una ligera brisa de viento sobre mi cara haciendo que pequeños cabellos se incrustasen sobre mi rostro.

Yo solo escuchaba cada cosa que el hablaba, no sabia si creerle o no, estábamos en Fourhound. Todo el mundo podría mentir aquí.

Ahora el tormento de sentimientos y atrocidades estaban combinados, la muerte de uno de sus amigos iba a dejar una marca grande en sus vidas, quien pudiese haberlo sabido, que Ross iba a matar a uno de ellos solo con la satisfacción de saber cual seria la expresión que obtuviese Noah al saber la noticia. 

Noah negase ante tal acusación que le hacia aquella entidad, mientras hacia eso, ella retrocedía y seguía sin dejar de mirarlo. Topo hasta la puerta y con la poca cordura que le quedase giro la perilla y salió corriendo de ahí. 

Las voces no cesaron, me estaban atormentando un remolino de todo lo que estaba pasando me cayo en cima como si de una cruz que cargara se tratase, y como si fuera posible no estaba segura de hacia donde estaba corriendo. 

El pasillo por el cual estaba caminando se me estaba haciendo eterno, varias puerta a los lados veía pero por ninguna me detenía. Al estar el ritmo mi respiración y la aceleración de mi cuerpo aumento. No paraba de seguir corriendo, creía que al hacer eso mis problemas y todo aquello de lo que estaba pasando se iría con el paso que siguiera dando. 

Pero entonces en todo el caos que sucedía, paró. Paró en el instante que yo vi a Connor a solos pocos centímetros mío. 

Mi respiración se corto, sabía que no debía de creer en lo que ''El'' me había dicho, sabía que Connor aún estaba aquí, conmigo. 

Mi instinto solo fue correr hacia él y tomarlo entre mis brazos y enredarlo en un gran abrazo, llore, llore demasiado, sentí que me estaba desahogando, sentí que su hombro estaba demasiado mojado con tanta lagrima que había tirado, no deje que el viera mi rostro solo no me quería despegar de su lado, quería que cuando levantase mi vista me dijese que ''Todo va a estar bien'', ''Que todos regresaremos a salvo a casa y que todo lo que hayamos vivido en este mundo se olvidase y solo lo recordáramos como un mal sueño''.

Solo quería que eso pasara.  

Que ilusa fui al creer eso. 

Connor estaba solamente escuchando como lloraba, no hacia nada más que corresponderme el abrazo y dejarme llorar.

— ¡Quiero que esto acabé!, ¡Quiero regresar a mi casa, que todo lo que ha sucedido fuese un sueño, no quiero nada de esto!, ¡Por favor has que paré!  — Mi dolor no sació, no podía respirar, tenía todo cayendo me en cima. Quería solo por un momento sentirme en paz. Pero ni si quiera podía darme ese lujo, ya no podía.

Shshsh... Noah, tranquilizante, esto pronto va acabar. Sólo deja de llorar. — la voz que el usaba me traía calma a mi oscuro pesar, por un momento si pensé que todo esto pudiese acabar. Me di el pequeño lujo de desear un mejor mañana para todos nosotros. Creer que saldríamos de aquí me daba la esperanza para poder encontrar una salida de este sombrío lugar.

Pero pensé demasiado rápido, no me percate lo que estaba pasando hasta minutos después cuando sentía demasiada paz entre sus brazos y me quise separar de el. 

— ¿Como sabes que pronto va acabar? — lo mire directo a los ojos, quería estudiar sus facciones, su rostro como si esta fuese la ultima vez que lo viese. Estaba segura que si me viera en un espejo parecería un zombie u otra cosa ya que tendría los ojos demasiado rojos e hinchados y mi cara toda empapada en lágrimas.

Porqué para mi todo esto ya acabo.

Tú, ¿Un Fantasma? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora