Aѕα Bυттεяƒιεld • Oиε Sнσтѕ ©

l'amour par coïncidence

Su pelo estaba mojado, en realidad, todo su cuerpo lo estaba. Estaba caminando a paso rápido, para evitar mojarse mas. Ella realmente ama la lluvia pero prefiriria tener un paraguas en ese momento, buscaba un lugar en el que entrar y poder secarse. Específicamente, una cafetería tranquila, en la que podría tranquilizarse y leer sus libros nuevos.

Siguió caminando unas cuantas cuadras, solo para encontrase con un Starbucks, y pensó; "bueno, es mejor que seguir mojándome". Se adentro en aquella cafetería hipster, había un par de parejas y gente tomando café.

Se acerco a la cajera, que tenia pircings y un par de tatuajes, le parecía agradable. Luego de una larga reflexión de si pedir café expreso o un capuchino, el cual termino eligiendo el primero. Espero en un costado, pero de un momento a otro su atención, se fue hacia un chico, sentado a unos pocos metros de ella que estaba leyendo el mismo libro que había comprado hace menos de dos horas. Inmediatamente sintió una gran curiosidad por conocerlo, puesto que no conocía muchos chicos lectores.

Instintivamente alejo su mirada rápidamente, como si le hubieran pegado una cachetada. No quería distraerse con alguien, estaba bien con sus novios literarios. Pero subconsciente le dijo"el parece uno de tus novios literarios", le dio una mirada rápida solo para ver que ahora el la miraba. 

Agarro la taza de café y se sentó a un par de mesas del chico de pelo negro. Pero ella ya se había sumergido en las maravillas de "El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares" como para pensar en aquel pelinegro.

(...) 

En la taza de café solo quedaban un par de gotas del contenido, y solo le faltaban un par de paginas para terminar su libro. Paso toda la tarde allí, la lluvia había cesado y el muchacho aun no se había ido. Y la verdad, es que este se estaba quedado en la cafetería, solo para esperar que la chica termina su lectura, y poder preguntarle su nombre.

Se dio un poco de vergüenza así mismo, al darse cuenta que había quedado encantado por una chica tan rápido. Su mirad se enfoco en la muchacha, cuando guardo su libro y se paro al mismo tiempo que el.

Se acerco lentamente hacia ella, y le toco lentamente el hombro. Sus mejillas se pusieron roja cuando se dio cuenta de la mirada de confusión que tenia la muchacha, su mano hizo un gesto de saludo con nerviosismo y ella le dedico una sonrisa.

- ¿Necesitas algo?

- Yo...es que, te vi leyendo el mismo libro que yo y es; bueno, tu sabes. Extraño, encontrar gente que lea.- Asa se maldijo mentalmente, por lo mal que había salido eso.- Y me diste curiosidad, así que...me harías un gran favor en decirme tu nombre.

- Solo lo haré si tu me dices el tuyo.

- Soy Asa, Asa Butterfield.- Y extendió su mano.

- T/n, un gusto conocerte Asa Butterfield.- Correspondió el apretón de manos.

Luego de eso, se sentaron en la mesa a hablar todo tipo de libros e incluso de sus familias y amigos. 

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Corto, lo se. Quizás haga una segunda parte de este, porque no estoy muy satisfecha con el final.