freaks - reddie

t w o

Richie se quitó las gafas y pasó una de sus manos por su cara. Había cambiado sus anteojos, ya no eran tan grandes como los que tenía antes, el marco era mucho más delgado, además que los cristales eran circulares y no cuadrados como los anteriores. Según Beverly esas gafas lo hacían ver interesante y atractivo.

Inconscientemente quería que Eddie pensara eso de él también.

Aún podía sentir los pelos de sus brazos de punta. La piel de gallina de sus piernas. El sudor frío en su nuca. No podía concentrarse en la clase porque básicamente todo lo llevaba a pensar en Eddie y en como él lo hizo sentir el otro día.

No podía dejar de pensar que se veía malditamente bien con su cabello al natural o que esa camiseta de los Guns N' Roses le quedaba perfecta. Que se veía perfecto y malditamente bien en todos sentidos.

Y que todo eso sonaba malditamente gay.

Mentiría si dijera que podría estar alejado de él por más tiempo o que no podría soportar su cercanía después del error que había cometido, porque lo único que Richie quería era estar junto a Eddie. Y no abrazados o juntos el uno al otro literalmente, quería estar junto a él como estaban antes. Como amigos. Tan solo quería saber que Eddie estaría ahí al día siguiente, entregándole una sonrisa y preguntándole como estaba. Ese tipo de "estar con él" era el que más deseaba Richie.

Pero no sería así.

❄️ ❄️ ❄️

—Santa mierda— la mandíbula de abajo casi se le soltó, tuvo visiones de como se le caía el piso. Miró hacia abajo solo para asegurarse de que en realidad solo lo había imaginado.

Eddie quería que la tierra lo tragase, pensaba que clase de pacto con el diablo debía hacer para poder desaparecer en ese instante. Buscaba la mirada de Richie desesperadamente solo para tratar de persuadirlo de que lo dejara salir corriendo, o para que hiciera como si no existiera, en realidad cualquier cosa que lo sacara de esa incómoda situación, pero lo único que podía ver en los ojos del chico era todo menos pensamientos racionales o coherentes.

—¡Eddie..!

—Richie...— murmuró.

Eddie maldijo mentalmente a Richie por haber hablado tan fuerte.

—¿E-Eddie?— Bill se levantó de la mesa ocasionando que todos los demás chicos se dieran cuenta de su presencia.

También se maldijo a si mismo solo por el hecho de existir, por existir en ese momento, en ese lugar.

—Mierda— murmuró Eddie aún más bajo. Estaba tan, tan frustrado ahora mismo.

—Eddie yo...— volvió a decir Richie.

Eddie extendió el dinero por sobre la mesa y le sonrió como pudo a la chica que lo había atendido. Tomó su malteada y tan solo se fue sin decir nada más.

Richie se quedó perplejo, en estado de shock ¿qué rayos debía hacer ahora?

—Aquí tiene su soda— le dijo a la mesera.

—Mierda, mierda, mierda— soltó Richie más fuerte de lo que le hubiera gustado.

Miró a la mesera, miró a sus amigos y miró la salida. Optó por la última opción, ni siquiera tuvo que dudarlo mucho.

Salió por la puerta y miró hacia ambos lados tratando de buscar al chico. A los lejos divisó la sudadera de Eddie, iba con la cabeza gacha. Notó que estaba frustrado, Richie podía reconocer esos pequeños gestos.