-Toda la que le podáis sacar a Spencer, yo ni sabía que tuviera familia.

-De acuerdo –dijeron al unísono.

-Quiero que me vayáis reportando todos los movimientos que hacéis.

-A sus órdenes –dijeron antes de salir.

Yo seguí con el papeleo que tenía por hacer. Odio el papeleo, es la parte más aburrida de mi trabajo.

Así que decidí dejar aparcado el papeleo e ir a ver cómo iban mis negocios en la calle.

Me acerque a uno de mis hombres que estaba nervioso.

Estoy acostumbrado a la gente nerviosa, pero se me hace raro cuando los nerviosos son los de mi equipo.

-¿Qué pasa? –pregunte serio, colocándome a su lado.

-Señor, la misión ha salido mal.

-¿A qué te refieres?

-La banda del sur se ha presentado, con armas y aquello ha sido un descontrol.

-¡Me caga el puta! –grite enfurecido.

-Señor... -dijo asustado.

-¿Cómo es posible? –grite pidiendo explicaciones.

-Seguramente sabían nuestros planes.

-¿Cómo lo han podido descubrir si estaba todo asegurado?

-No lo sé señor.

-Averígualo.

En cuanto se fue, sonó mi teléfono, conteste sin mirar.

-¿Diga? –pregunte enfadado.

-Señor tenemos localizado el objetivo –dijo Rose.

-Eso son buenas noticias –mi humor había mejorado un poco- ¿Dónde está?

-En un parque apartado de la ciudad. Tengo una duda.

-¿Cuál?

-¿Ella nos conoce?

-No, nunca nos ha visto ¿Por?

-Es que Marc antes se ha intentado acercar y el objetivo le ha sacado una foto.

-¿Una foto?

-Sí, señor.

-No entiendo nada.

-Bueno, déjalo en nuestras manos.

-¿Qué está haciendo allí? –pregunte cambiando de tema.

-Pasar el tiempo, no sé, cosas de su edad supongo.

-¿Qué edad tiene? –pregunte confuso.

-Diecisiete, señor.

Eso significa que tenemos una diferencia de cinco años. Sí, tengo veintidós años.

-Debería ser fácil cogerla ¿Qué tenéis en mente?

-En cuanto se aleje para volver a su casa, nos acercamos la cogemos y te la llevamos.

-Vale.

-Marc, objetivo en movimiento –escuche decir a Rose- alerta roja, está huyendo, nos ha descubierto.

-Marc ¿Qué pasa? –le grite.

-El objetivo nos ha descubierto, nos conoce y está huyendo.

-¿Cómo que huyendo? –pregunte frunciendo el ceño.

-La hemos perdido, mierda –se escuchó a Rose, jadeando, seguramente de la carrera.

-¿Cómo habéis perdido a una chica de diecisiete años? –pregunte sin creerme lo que escuchaba.

-Una larga historia, señor.

-Volver aquí, ya me encargare yo en persona de esa niña –dije antes de colgar.

¿Qué esta pasado hoy? Me pregunte. Parecía que nadie podía hacer bien hoy, así que tendría que hacer las cosas yo mismo.

Me dirigí a la habitación de Spencer, entre sin llamar.

-Spencer, vamos a ir a dar una vuelta en un rato, recoge tus cosas.

-¿Ya tienes a mi hija? –dijo sorprendido.

-A eso vamos. En cuanto lleguen mis chicos nos llevaras a tu casa, la cojo y me voy.

Me fui a mi cuarto para cambiarme. Me puse una camiseta de tirantes blanca, unos pantalones holgados estilo militar, botas negras y mi chupa de cuero.

En cuanto llegaron Marc y Rose, les pedí explicaciones de lo que había pasado y me quedé asombrado de que una chica sin experiencia lograra escapar de mis hombres. Metimos a Spencer en el coche y nos pusimos en marcha.


VendidaWhere stories live. Discover now