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CHAPTER NINE:
NEVER SAY NEVER

Habían pasado dos semanas desde aquella escena en el hospital.

Eve, era ahora la que estaba en el hospital.

Y los demás venían todos los días a verla y a hacerla sonreír, sobre todo Dustin.

Eve, podía hablar, pero no podía moverse mas allá de la cara.

Aunque eso solo fue la primera semana, comparada con la segunda, a mejorado muchísimo y en unos días se podrá ir a casa.

*TOC, TOC*

—¿Si?—la tia contestó por ella

—Soy Mike, ¿Se puede?

—Si cariño, pasa— tia May se levantó y le dejó la silla a Mike— Os dejo a solas— les dijo un poco picara.

—Mi tía se piensa que nos gustamos.

—Tu tía se equivoca, a no ser que cambie Mike por Will, claro— dijo con una sonrisa para sentarse al borde de la cama.— No te imaginas lo preocupado que ha estado por ti.

—¿Va a venir?

—Si, ahora luego.

—¿Él está bien?

—Si...—dijo Mike rodando los ojos— Pero como Dustin dice, tienes que decirle a Will que te acuerdas del beso.

—Ah, ¿Que se piensa que no lo se?

—No, le convencimos para que pensara que estabas incosciente

—Vaya...

—Ni vaya ni vayo Eve, tienes que decirle que le quieres.

—No soy capaz Mike

—Invitalo al baile de invierno 

—Olvidas que me mudo, ¿no?

—Pero puedes asistir igual al baile, Ce lo hará

—Que no Mike, no insistas. Además, no se bailar.

—¿Te crees que Will si?— preguntó a lo que Eve rió.— Haz lo que quieras, pero luego no te arrepientas. Tengo que irme, ahora vendrá Will.— Eve asintió y se despidió de Mike con un abrazo.

Tia May entró

—Todavía recuerdo cuando yo tenía tu edad, también me gustaba un chico con pecas, ¿sabes?

—Tia, Mike tiene novia y... Ni siquiera me gusta

—Pero os besasteis.

—Mira, ahí está Will, vete corre, vamos- insistió con prisa

—Hola— dijo el chico al entrar

—Hola— le contestó la chica—¿Que llevas ahí?— le preguntó señalando unas cuantas monedas en la camiseta la cual hacia papel de bolsa.

—Nada, que he estado ahorrando para que puedas ver la tele y no te aburras

—Will,— sonrió— Gracias, pero guardatelo para un capricho tuyo. No las necesito. Pronto me sacarán.

—Me salvaste la vida.

—¿Y que más da?

—Eve, quiero compensarte de alguna manera.

—Iremos al baile de invierno juntos, ¿Te parece?— le dijo haciendo el esfuerzo de sonreír.

—¿Ir conmigo al baile es una recompensa?

—Pasar tiempo contigo es un regalo, con eso me conformo.— Will sonrió y se sentó en el borde de la cama.

—Se que te vas a mudar.— dijo un poco apenado.

—Será lo mejor para todos.

—Lo dudo.

—Yo también, pero es mi tía quien me dice esto.

—Eve, todo está en paz. Pero hay algo que tienes que saber antes de que te marches.

—Will, me hago una idea.

—No, Eve, creo que no.

—Si Will, creo que si.— repitió la chica.

—Nos besamos— dijeron a la vez.

—Pues va a ser que si lo sabías— dijo Will incómodo.

—No te pongas así— la chica puso su mano sobre la de Will haciendo un brusco esfuerzo.— Lo hecho, hecho está. Y gracias a eso, iremos juntos al baile.

—Pero ese baile es nuestra despedida, y me niego a aceptar que te vas Eve, lo siento— dijo mirando a un punto fijo.

—¿Porque dices eso? No es verdad.

—¡Si lo es! ¡Te mudas!

—¡Da igual! ¡Tan solo me voy a un colegio más cerca! ¡Sigo viviendo en la misma casa!

—Pero jamás volveré a verte— le dirigió la mirada, aquella mirada repleta de enormes lágrimas.

—Will— ahora le acariciaba la mejilla.— Solo será un baile de invierno. No pienses en el jamás. Nunca digas nunca.






𝑵𝑼𝑵𝑪𝑨 𝑻𝑬 𝑴𝑬𝑵𝑻𝑰 • 𝙒𝙞𝙡𝙡 𝘽𝙮𝙚𝙧𝙨Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum