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CHAPTER 3:
MOM STEVE

—¿Ya has venido? ¿Que tal te ha...

Pero ni siquiera tuvo valor de dirigirle la palabra a su tía.

Se metió corriendo en su habitación.

Su tía la siguió.

—¿Que te pasa? Abre la puerta Eve, sabes que puedes contarme lo que sea.

—¡NO!— chilló está desde el interior del cuarto— ¡NO QUIERO QUE TE PREOCUPES POR MI!

—¡¿Puedo saber porqué!?

Se escucharon unos pasos.

La puerta abrirse.

—Lo siento, pero no creo que puedas ayudarme.

—Eve... ¿Que te pasa?

—Lucas sabe lo de mis poderes, Mike me odia y no puedo alejarme de ellos porque saben quien y donde está Jane— cogió aire pero luego lo soltó para llorar— Y encima me dice que sobro...— esto último salió de su boca en un diminuto pero audible susurro

—¿Quien es Mike?

Doce hizo un último esfuerzo. Se metió en la mente de su tía, y proyectó la imagen de Mike Wheeler.

—¿Ese pringadillo con cara de rana le ha llamado a mi sobrina acoplada? Uy... No me digas dónde vive que aún...— dijo para que luego ambas rieran.— No estés triste. Además, no puedo creer que no haya ni una sola persona que no te insulte.

—No, a ver, si. Está Max, Dustin y...— suspiro— Will

—Espera, ¿Porque has hecho eso?

—¿Hacer el qué?

—Eso

—¿Que es eso?

—¡El suspiro Eve! ¡El suspiro!

—No se, me sale solo, supongo.

—Uy...

—¿¡Qué!?

—Nada, na...— escalofrío por parte de  tía May— ¡Hey! Eso no vale

—¿Gustar? ¿Will? ¡Ni siquiera existe! Valorar a las personas como gusto es desagradable y...

—Gustarte alguien es... Se que es difícil. Pero créeme, te gusta ese tal Will.

—¿Sentir eso es gustar?

—Gustar, querer y amar. Va por grados

—¿Grados?

—Ya lo irás viendo

—Vale...

🐸🐸🐸

*DING DONG*

—¿Will? ¿Joyce? ¿Como vosotros por aquí?— preguntó amable la Señora Wheeler.

—Quiero ver a Mike— contestó Will

—Si, pasa.— le hizo una seña y se abrió paso.

La señora Byers habló por un rato en el salón con la madre de Mike

Will bajó al sótano.

—¿No ha venido Eve?

—¿Tenía que venir esa idiota?

—Primero, no es una idiota. Y segundo, se suponía que hoy íbamos a hacer el trabajo.

—¿Que?— ahora Mike lo miraba extrañado— ¿El trabajo? Ella solo me dijo que... Oh, vaya...— ahora miraba el suelo

𝑵𝑼𝑵𝑪𝑨 𝑻𝑬 𝑴𝑬𝑵𝑻𝑰 • 𝙒𝙞𝙡𝙡 𝘽𝙮𝙚𝙧𝙨Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz