NUESTRO MUNDO; Uzumaki Naruto. ✓

Capítulo 37: Hermana mayor.

____.

La noche estaba comenzando a caer, yo me encontraba caminando por las calles de Konoha viendo como todos caminaban calmadamente sin ninguna preocupación; sin embargo, mis ojos se dirigieron a Naruto, quien se encontraba caminando con la cabeza gacha.

Él pasó por mi lado ignorándome completamente, pude notar que su mirada estaba triste.

—¿Qué le habrá pasado? —me pregunté.

Seguí caminando hasta llegar al puesto de Ramen favorito de Naruto, volví a ver en su dirección notando que ya no se encontraba.

—Hey, pero si es la chica de la otra vez. —Teuchi me había hablado. Yo lo miré sin ningún tipo de expresión. —¿Hoy no estás con Naruto?

—¿Lo ve por aquí? —pregunté arqueando una ceja. El hombre mayor soltó una gran carcajada. —Yo me iré yendo.

—Espera, Espera. —decía haciéndome señas. Lo miré esperando a que siguiera hablando. —Si ves a Naruto dile que pronto tendré un nuevo especial de Ramen.

—Bien.

Sin despedirme me fui, seguí mi camino hasta toparme con Sakura.

Ella me veía fijamente, yo iba a pasar de ella, pero Sakura me tomó del brazo deteniéndome.

—Necesito hablar contigo.

—No tenemos nada de que hablar, Sakura. —digo de manera hosca soltándome de su agarre.

—Es sobre Naruto...

—Él estaba por allá. Aún puedes alcanzarlo.

Iba a seguir mi camino, pero la muchacha me sostuvo de mi ropa.

—Por favor. —suplicó. —Sé que puedes animar a Naruto.

—¿Animar?

—Él se acaba de enterar de una terrible tragedia. —dijo de manera triste. —Jiraiya-sama ha muerto.

—¿Jiraiya-sama? —pregunté confundida y entonces recordé quien era. —Ero-sennin...

"¡No la usará para sus investigaciones, Ero-sennin!"

"¡Comeremos Ramen con Ero-sennin!"

No podía creer que la persona que Naruto estaba esperando había muerto, él quería contarle todo lo que sucedió y que yo me encontraba aquí.

—Por favor. —volvió a suplicar Sakura. —Ve con él.

—¿Por qué debería ir yo?

—Para Naruto eres una persona muy importante, ___.

—Basta. No tengo nada que ver.

Volví a hacer que me soltara y comencé a caminar, en el camino iba pensando en lo que me había dicho Sakura y en lo triste que debe de estar Naruto al enterarse de aquella noticia, pero eso a mí no me concierne.

❇❇❇

Ya se había hecho completamente de noche, yo me encontraba caminando sin rumbo y entonces vi una tienda, a la cual me adentré y tomé unas cosas para luego pagarlas.

Seguí caminando hasta que me detuve en un parque, en el parque se encontraba Naruto sentado en una banca y pude notar que se encontraba llorando.

Presioné la bolsa que se encontraba en mis manos, tomé una bocanada de aíre y me acerqué a él.

Sé que había dicho que no me concierne, pero el tan solo verlo de esa forma ahí solo se me apretujaba el corazón y mi antigua yo se hacía presente.

—Naruto. —digo su nombre haciendo que él se limpie rápidamente sus lágrimas. En ningún momento me miró por lo que me senté a su lado. —Ya lo escuché todo.

—Yo quería que siguiera viéndome... —decía con la voz quebrada. —Quería que me viera convertirme en Hokage, pero solo terminé mostrándole a Ero-sennin lo peor, el lado menos genial de mí.

—Estoy segura de que Jiraiya...no, Ero-sennin se siente orgulloso de ti. —digo viendo el cielo. —En alguna parte desde allá arriba él estará viéndote.

—___-chan...

Me levanté para colocarme frente a él, donde me coloqué en cuclillas e hice que me mirara directamente a los ojos.

—No sé muy bien lo que haces, Naruto. —sonreí. —Pero siempre que estoy a tu lado sacas aquel lado mío que quiero enterrar.

Naruto comenzó a llorar nuevamente y entonces me abrazó, sin pensarlo dos veces le correspondí el abrazo para así consolarlo.

—G-Gracias, ___-chan...

Cuando él se separó busque en la bolsita que tenía un helado, el cual lo abrí y lo partí en dos para darle la otra mitad a él.

—No tenía mucho dinero. —digo entregándole la otra mitad. —Y no, no he robado.

—Yo no dudo de ti, ___-chan. —respondió con una sonrisa.

Ambos comimos de aquel helado para luego volver a su casa, al lugar donde él me había ofrecido quedarme.

❇❇❇

Ya había pasado un mes por lo que me encontraba frente a la mansión Hyuuga, la casa donde antiguamente fue mi hogar, el lugar donde solo recibí despreció y humillaciones.

—___-sama.

Neji había aparecido, simplemente pasé de él para adentrarme a la casa donde una de las sirvientas al verme me dijo que me dijera al patio.

Cuando llegué al patio me encontré con mi padre y mi hermana menor, la cual me miraba fijamente desde el centro.

—Veo que has decidido venir. —decía mi padre. —Veamos que tan fuerte te has vuelto.

No le dije ninguna palabra, simplemente me coloqué frente a mi hermana menor esperando a que el combate empezara.

—___ nee-san. —dijo ella con una sonrisa.

—No te desconcentres, Hanabi. —le regañó mi padre.

Hanabi se colocó en posición de combate, yo simplemente me quedé ahí quieta sin hacer ningún movimiento y entonces mi padre dio comienzo al combate.

Hanabi activó su Byakugan para correr a atacarme, yo activé mi byakugan comenzando a esquivar sus ataques.

—¿Por qué solo esquivas mis ataques, ___ nee-san? —preguntó ella alejándose. —¿No piensas pelear?

—Solo te estaba dando una ventaja. —digo con una sonrisa.

—El que solo estés esquivando no demuestra nada. —dijo mi padre. —Al final me equivoqué contigo. Aún siendo la hermana mayor eres débil.

—Ya me cansé. —digo molesta al oír eso. —Me he cansado de tus desprecios.

Realicé unos sellos para concentrar bastante chakra en mi mano derecha y entonces miré fijamente a Hanabi la cual esperaba algún movimiento de mi parte.

Corrí hasta ella y la iba a golpear con mi mano izquierda, pero ella dio un salto hacia atrás a lo que sonreí, y entonces aparecí detrás de ella y con mi mano derecha, donde había formado un dragón la golpeé en su espalda haciéndola caer a una corta distancia.

Hanabi se levantó con algo de dificultad, nuevamente me acerqué a ella y la golpeé en su estómago con mi mano izquierda.

Ella se quejaba, pero simplemente seguí dándole golpes en todos sus puntos de chakra, me sentía muy molesta y estaba desquitandome con ella. 

Hubiera seguido, pero mi padre me había detenido y Hanabi cayó al suelo inconsciente.