LOSER ✔

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No podía soportar las burlas y golpes de los demás. No debí de cambiarme de escuela. Debí quedarme quieto y permanecer dónde estaba. Corrí hacía el baño para vomitar, me doy asco. La ansiedad, las lágrimas, las personas no me dejan en paz.

Al fin y al cabo no sé por qué sigo vivo. No sé por qué tengo que aguantar toda esta mierda. Yo solo era un juguete para ellos.

Al salir del baño intenté abrir la puerta. Estaba cerrada. Me habían dejado encerrado aquí. Grité. Comencé a gritar que me dejaran salir. El lugar se hacía cada vez más y más pequeño, tenía miedo. Yo solo quiero salir de aquí. La ansiedad llegó a mi. Comencé a golpear la pared y gritar por ayuda.

Abrieron la puerta, un grupo de estudiantes se reían cínicamente de mi. ¿Acaso no se dan cuenta de que están dañando a una persona?

Yo daba un paso hacia atrás cuando ellos se acercaban a mi. Si, tenía miedo. Mucho miedo de ellos. El chico de enmedio dió un paso más y me miró. Una mirada de desprecio la cual me provocaba asco hacía mi de nuevo, una sonrisa tan cínica que me daban ganas de golpearlo, pero no podía.

Sin tener tiempo de reaccionar, golpeó fuertemente mi abdomen sacándome el aire, me encogí mientras apretaba con mis brazos la parte afectaba. Mis piernas flaquearon y caí al suelo. Él se hincó y susurró:

-Tú, nunca serás parte de nosotros ni de esta sociedad. -sonreía cínico.- Nunca serás nadie. Es más, no se por qué sigues viviendo.

Entonces entendí, que yo era el problema.