Capítulo 40

1.9K 151 217
                                    

Daryl Dixon;

Secaba las lágrimas que no dejaban de escaparse como ríos de mis irritados ojos, presionando estos con fuerza. Todo se distorsionaba a mi paso, el llanto en mis ojos no me permitía ver bien, pero eso no me impediría correr ni un solo segundo.

No sé por cuánto tiempo corrí, ni qué tanto me alejé de las paredes seguras de Alexandria, lo que sí tenía claro es que quería tirarme al suelo, caer sobre las hojas muertas de otoño y quedarme ahí, para siempre.

Entre lo poco y nada que podía ver a través de los altos pinos del bosque, apoyé mi espalda a uno de los grandes troncos y me dejé caer hasta quedar sentado en el piso. Suspiré bastante profundo al darme cuenta de que por más que lo intentara, no dejaría de llorar.

Después de haber llegado tan lejos me pregunto: "¿para qué?" No... no voy a engañarme, conozco muy bien el porqué y eso es lo que más me duele; porque no importa cuántas veces nos separemos, cada vez que vuelvo, hay alguien más. Soy un estúpido. En el momento en que comenzó a gustarme debí notar que no sería suficiente para él.

¿Cómo preferiría a un hombre como yo antes que a una mujer?

- ¿Y se supone que está por aquí? - Escuché unas voces desconocidas no muy lejos de mi paradero.

Rápidamente cambié mi posición. Ahora estando en modo de alerta y sin hacer mucho esfuerzo, descubrí de dónde provenía la conversación; la caza no me venía mal después de todo. Me acerqué lo suficiente como para ver entre los árboles a dos hombres que pude reconocer de inmediato. Eran salvadores... Claro, era de esperar. Ya están buscándome.

- ¡Daryl! - Rick... ¿ahora? ¿me estás jodiendo?

Excelente. La última persona que quiero ver ahora mismo, que por cierto también es la persona que amo, va a hacer que nos saquen la mierda ahora mismo si no deja de gritar.

Dejando a un lado a los hombres que antentaban contra mi vida, corrí hacia donde me pareció haber escuchado la voz desesperada de Rick.

- ¡Dar... - Lo embestí por detrás, tapando su boca con firmeza.

Una agitación bastante brusca de su parte vino acompañada de un codazo en mi estómago no muy impulsado. Ésto debido a que al ver de reojo se dio cuenta de que era yo. En ese momento, se quedó tranquilo. No se movió, tampoco dijo nada más. Tengo que admitir que el tocarlo nuevamente me provocó escalofríos, pero tenía que ignorarlo...

Lentamente fui alejando mi mano de su boca. Los sujetos ya se habían alejado lo suficiente.

- Daryl, escúchame por favor. No puedes huir de esa manera. Déjame expli... - Estoy cansado de oir lo mismo, una y otra vez.

Me volteé y lo miré fijamente. Jamás pensé que sería tan difícil mantener la mirada en él. Luchaba internamente para no bajar la cabeza y caer rendido en sus brazos, pero el celeste de sus ojos me debilita hasta el punto de querer besarlo.

- No - Interrumpí su habla - Hay algo más importante que debemos hacer - Mirando al otro lado comencé a caminar, dejándolo atrás.

A los pocos segundos, pude escuchar sus pasos detrás de mí.

- E-espera... - Caminó rápidamente hasta alcanzarme y detener mi paso colocándose enfrente de mí.

Lo miré un poco enojado, pero no lo detuve.

- No tocaré el tema por ahora, lo último que quiero es molestarte.  Simplemente quiero saber cómo volviste. Negan podría estar buscándote en este momento - Dijo en un tono de preocupación.

Te necesito | RickylDonde viven las historias. Descúbrelo ahora