| 025 |

28K 2.7K 1.5K
                                    

Una y otra vez he intentando alejarme,
pero no es tan fácil cuando tu
alma está partida a la mitad.
Así que me resigno a eso cada día,
Y ahora todo lo que puedo hacer es abandonarte.

Stop •  Sam Brown

──────• § •──────

Mayo 11, 2017
22:01 pm

T Y E E

Miro a Kylan, su fornida espalda recta sobre el asiento, los músculos tensos marcados en su ajustada camisa. Su presencia luce más demacrada, más débil y mucho más solitario que antes; pero la verdad es que su cuerpo está mucho más musculoso y resistente. Y en parte se lo que ha pasado con él, es lo que sucedió conmigo; en cuanto más solitario y difícil todo, con muchas más ganas te superas. Haces algo que te duela para opacar el dolor, algo que te saque toda esa tristeza de la cabeza. Gastas todas tus fuerzas para poder dormir; intentas hacerte fuerte para vencer tus pesadillas. Probablemente ha pasado varias horas del día entrenado, golpeando sacos y algunas caras. Lo único que me molesta, es que pese a que me ha rogado en miles de oportunidades que hablé con él, ahora que lo acepto, no lo hace. Mantiene una expresión seria en la cara y sus ojos directamente sobre la carretera. Tiene la mandíbula un poco más marcada, aunque puede que se deba también a la tensión que lleva encima. Estoy segura de que no piensa volver hablarme hasta llegar a donde sea que me lleve.

Súbitamente detiene el auto. De una carretera pasamos a la cuidad otra vez, pero esta es a las afueras de Dublín. Por uno de los letreros me doy cuenta de que estamos en Celbridge. Ni siquiera me di cuenta cuanto estuvo conduciendo, siempre perdí la noción del tiempo a su lado. Meses que se convertían en semanas, semanas que se hacían días, y días que parecían una hora. Pasamos mucho tiempo juntos, pero fue tanta nuestra intensidad, que jamás nos pareció suficiente. Aun en medio de este ambiente tenso no puedo evitar perderme.

—¿Dónde estamos?— pregunto, porque no entiendo mucho a que se debe esto. Las calles ya están vacías pese a que no está muy entrada la noche; el reloj del auto marca las 22:13 pm.

Kylan suspira pesadamente y aprieta un poco el teléfono entre sus manos. —Querías entrar en mis secretos. Así que te he traído a uno.

No me da tiempo para responder, aunque tampoco es como que tenga algo que decir. De hecho aun no entiendo su secreto como para formarme una opinión. Busca algo en su teléfono y se lo apega al oído por unos minutos. Frunce su ceño cuando después de unos cuantos pitidos aún nadie le coge la llamada. —¿Que sucede con este cabrón?— murmura para sí, aunque de igual forma logro oírlo. Suspira cuando por fin parecen coger el teléfono.

—¿Que mierda sucede? ¿Por qué no contestabas?— comienza quejándose. En su cara se forma un ceño de preocupación. Lo sé porque es de los mismos que me pone cuando me meto en aprietos. Suspira y se toca la frente para borrar el rasgo. Levanta la cabeza nuevamente concentrado en la voz de la persona que habla al otro lado. —Bien— vuelve a decir. —¡Que Si! Te he dicho que lo haría. Sal ya, no quiero esperarte.

Corta el teléfono y lo deja en el compartimiento junto a la palanca de cambios. Se gira a mirar hacia la derecha, justo en donde yo estoy, pero no me mira a mí, mira más allá, a una casa que enciende de pronto la luz de la entrada. Desde allí salen dos chicos altos pero jóvenes, no les daría más de veinte años. Están riendo mientras hablan algo aún bajo el porche. Kylan pega un gruñido cuando ve lo entretenidos que ambos lucen, sin prisa alguna.

—Creo haberle dicho que no quería esperarlo— casi me hecho a reír.

No sé quién es ese chico, pero si está desafiando las órdenes de Kylan, de seguro va a gustarme.

Perfecto Mentiroso | Titanes II |Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon