Capítulo 2

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Aún a día de hoy le confundía profundamente el hecho de que Adrien le cediera el control de la compañía si es que tanto la odiaba, era algo que la hacía cavilar mucho y que en el fondo le alegraba saber que a pesar de todo él de alguna manera confiaba en ella. Sabía que si él hubiese querido la podía haber destruido, la podía haber despedido y mover sus contactos para que ninguna otra empresa de moda la hubiese contratado y en cambio dejó todo preparado para depositar su legado en sus manos. Apuro el paso para llegar a tiempo a su cita con Alya con la firme convicción en su mente de que su historia con Adrien no había terminado. Ella lo amaba por encima de todo y sabía que él también la quería sin importar sus rudas palabras, en sus seis años de relación él se había encargado cada día de demostrarle cuanto la amaba y de lo importante que era ella en su vida. Estaba decidida a de cualquier manera recuperar lo que tenían, lucharía contra todo por tener de nuevo el amor incondicional que él siempre le había mostrado. No había ni un ápice de duda en sus palabras ambos merecían ser felices y lo serían juntos.

Todo sería más soportable si no fuera porque desconocía su paradero. Adrien había desapareció sin dejar ni siquiera un pequeño rastro, algo que al menos les diera un punto de partida. Alya se había volcado a la ardua tarea de buscar alguna pista o referencia que les pudiera indicar dónde encontrarlo o al menos saber que había hecho el mismo día de la boda. Sabía que el maestro Fu también estaba enfrascado en la labor de localizarlo, pero ni unos ni otros habían podido encontrar algo aún y eso la frustraba mucho. Más de una vez se vio de frente con la angustiosa idea de no poder encontrarlo, de no volver a verlo más, el solo pensarlo le laceraba el corazón.

Al entrar al restaurante pudo ver como desde una mesa del fondo  Alya le hacía una seña con la mano alzada, caminó entre las mesas escuchando a su paso los apagados murmullos, ya había aparecido en suficientes medios como para no poder pasar desapercibida y los últimos acontecimientos le habían dado aun más notoriedad. Sabía perfectamente lo que se iba comentando a su paso, con mirada altiva tenso aun mas su agarre sobre el asa de su satchel de Dior y afirmo mas su paso hasta llegar donde su amiga.

- ¡Que alegría verte!, me has tenido olvidada. - bromeó la pelirroja a la vez que mostraba su alegría al abrazarla.

- A mí también me alegra verte. Y sabes que hubiera quedado contigo mucho antes, pero el trabajo me absorbe por completo aparte de algunos imprevistos en la empresa. - su rostro daba credibilidad a sus palabras, estaba un poco más delgada y unas ligeras líneas oscuras marcaban sus parpados indicando sus pocas horas de sueños pero aun así conservaba su cándida belleza, aquella que provocaba que más de uno se girara a contemplarla.

- ¿Imprevistos?, ¿a qué te refieres? - se noto la preocupación en su voz.

- Realmente no es nada, son solo algunos de los inversores que no están de acuerdo con que yo asumiera la dirección de la empresa. - aun recordaba con desagrado la reunión que tuvo con ellos hacía dos días y como de una forma velada la habían tratado de amedrentar con acciones legales.

- Pues parece serio. - remarco preocupada.

Marinette le daba las gracias al camarero que le había servido la copa de Les Preuses Chablis, su mirada se perdió en las finas ondas ámbar que se movían dentro del cristalino cáliz.

- Bueno, tiene sus complicaciones. Ellos controlan el 15% todo lo demás pertenece a la empresa Agreste, estamos evaluando la posibilidad de desprendernos de algunos activos en Asía para recapitalizarnos y absorber las participaciones de los inversores  por medio de ampliaciones de capital, - Alya miraba ensimismada a su amiga quien al parecer había entrado en una especie de automatismo y repetía las palabras como si de una lista de la compra se tratase - lo que nos permitiría refinanciar deuda manteniendo el equity intacto cara a la apertura de la nueva sede en América. - Marinette quien durante toda la explicación no levanto la vista de la copa pasando continuamente sus dedos por el tallo de esta, sé percato de que Alya no había pronunciado ni media palabra.

Ascalapha  - Miraculous Ladybug (Adrinette)Where stories live. Discover now