Parte 2: Soltémonos

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Llegó el bendito viernes y yo buscaba por todos lados que ponerme. No por quedar bien frente a sus amigos, sino porque quería que vea que yo también puedo jugar, quería que sepa con quién estaba. Creerán que tengo un ego muy grande, pero la verdad es que soy bastante tímida y callada, hasta que me siento cómoda.

- Hola Felipe, ¿cómo estás?- escuché a mi papá decir desde la sala

La relación que él mantenía con mi papá era muy estrecha, por el simple hecho de que él era su ahijado. Es un enredo: mi papá es padrino de él, yo soy ahijada de su mamá, mi hermano es ahijado de su papá y mi mamá es madrina de uno de sus hermanos. No le den mucha importancia, solo sepan que estamos conectados por todos lados y si lo termino odiando después de esto, lo veré por siempre. Espero que todo salga bien.

Cogí lo primero que vi en mi armario y me vestí para luego ir a donde estaban ellos.

- ¿Vas a ir así?- me preguntó mi papá en modo protector, cuando vio mi falta corta negra, que en realidad ni tan corta era.

- Tranquilo, tío, yo la cuido- dijo Felipe antes de que yo pudiera responder, mi papá asintió y yo giré los ojos ante la situación, ni me tomé la molestia de discutir el hecho de que se sobrevivir sola.

Me despedí de mis papás y bajamos al carro, salí de la casa y le lancé mis llaves para que cierre la puerta del jardín.

-¿No querías ponerte algo que llame más la atención?- dijo Felipe abriéndome la puerta del copiloto, haciéndome saber que había logrado mi objetivo de llamé su atención

- Pensé que querías que sea tu novia ¿No creo que quieras que tu novia no se sepa vestir, no?- le guiñé el ojo antes de subir al carro y lo escuché suspirar

- Ya, pero debíamos mantener un perfil bajo, no queremos que esto se haga algo gigante- dijo subiéndose al asiento del piloto y arrancando el motor- Y con eso...- señaló mi atuendo, mirándome de arriba a abajo- Llamas la atención de todos los hombres

- Claramente llamé la tuya- sonreí de lado y él negó con la cabeza- Qué es la única que importa, ¿no, amor?

~ • ~

Llegamos a la fiesta y se notaba que estaba llena. Afuera habían pequeños grupos de amigos fumando y tomando cerveza, además de algunos que ya estaban pasados de trago.

- Okay, nos tenemos que llevar bien sólo 3 horas- me dijo al oído cuando estábamos por cruzar la puerta principal

- Puedo con eso, mi amor, ¿tú no?- le dije sonriendo egocéntrica

Felipe me miró, luego vio al frente y me volvió a ver. Apartó un mechón de pelo de mi cara, me cogió de la nuca y me besó. Todo en una fracción de segundo, cuando iba a reaccionar ya era muy tarde, oficialmente la idea de tener mi primer beso decente con alguien que quiera, murió. Tal vez me lo esperaba desde que hicimos el trato, pero por lo menos un aviso, ¿no?

Me separe de él, lo miré por unos segundos y me alejé, sin poder explicar bien lo que sentía en ese momento. Entré a la casa a perderme entre la gente.

- ¡Sofía!- dijo alto sobre la música

- Déjame, ¿okay? Solo un momento- le di una última mirada y seguí caminando hasta que estaba lo suficientemente alejada del ruido

Sentí que alguien tomó mi mano, frenándome y haciéndome girar a verlo.

- ¿Qué pasó?- su cara mostraba preocupación, a decir verdad, pero no confiaba en él como para decirle todavía

- Nada, sólo quiero estar sola un rato- me miró a los ojos por un momento, tratando de descifrar cuál era el problema, le sonreí un poco, no quería martirizarlo- Felipe, enserio, estoy bien, sólo quiero estar sola

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