[ESPECIAL] Nihilismo 1-2

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Todo era nuevo para él: ser amado y, al mismo tiempo, sentirse miserable.

Momentos después, la sombra de su madre desapareció. Renjun suspiró aliviado. Las náuseas continuaron, pero no parecieron ir a peor. Torpemente, Renjun levantó la tapa del váter y apoyó su mejilla en la taza, agradeciendo el frío contra su piel febril.

Clavando la vista en la ventana que había encima de la ducha, se preguntó cuándo saldría el sol, si es que alguna vez lo hacía. Entonces, cerró los ojos y se adormeció, soñando que estaba ahogándose en las profundidades del Pacífico, luchando por conseguir la fuerza suficiente para subir a la superficie, mientras sentía que la imbatible presión de la oscuridad lo aplastaba.

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Renjun recordaba con antinatural claridad la primera vez que dibujo algo; antinatural porque tenía tres años cuando ocurrió.

Durante aquella tarde soleada, en el orfanato de Jilin, se cayó e hizo daño, lo que provocó que se echara a llorar y que una de las mujeres mayores que trabajaba allí, le ayudara a levantarse. Debía de estar cansada, pues se sentó en el viejo banco de madera que había, con una mesa llena de papeles y lapices de colores. Renjun, habiéndose calmado ya del golpe que se había dado, se quedó mirando fijamente eso por encima del hombro de la mujer. No sabía demasiado acerca de él; sólo que producía que los mayores siempre parecian estresados al tenerlos en las manos. El motivo era obvio.

La cuidadora de Renjun, habiéndose dado cuenta de su silencio y de que miraba fijamente los artículos, sonrió y se giró, en el banco.

- ¿Te gustaría que dibuje algo para ti, Renjun?- le preguntó, desprendiendo tanta dulzura y confianza de su envejecido rostro, que Renjun asintió- Bueno, pues acércate y veremos qué puede hacer para ti.

El niño se apoyó en el regazo de la mujer, entre sus delgadas manos y observó cómo sus dedos acomdaban una hoja y tomaban un lápiz.
Al principio parecian líneas sin forma pero enseguida evolucionó hacia algo totalmente familiar.

- ¿Conoces esto, Renjun? Es la iglesia del orfanato- sonrió y siguió con el dibujo.

Renjun se maravilló al descubrir que una iglesia podia entrar en un lugar tan plano. Siempre había creído que el papel estresaba a los mayores pero, al descubrir aquella maravilla, sintió curiosidad por más cosas: ¿qué más cosas haría? ¿Cómo podía hacer que se lo mostrase para él?

Se reclinó sobre el regazo de la mujer, alzando su mano. Ella lo vio, pero no le detuvo, observando sonriente cómo rozaba las líneas y las seguiacon sus pequeños dedos.

- Si quieres, podría enseñarte a dibujar- le ofreció la mujer. Él la miró, con sus enormes y brillantes ojos cafe- Pero tendrás que aprender los colores y las técnicas. Es un idioma totalmente distinto.

¿En serio? Se sintió algo turbado por ese descubrimiento. Si no sabía sostener el lápiz, ¿cómo podría aprender aquello? No obstante, Renjun se volvió hacia el papel, miró el dibujo y se sintió animado; ya había conseguido ver que hacia el papel, así que lo único que le quedaba era comprender como poder hacer más de eso.

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Renjun salió del baño poco después, casi tropezándose con su perro Largo, al hacerlo. Largo era un collie grande e inteligente, de pelo negro, pero con una mancha marrón alrededor del hocico y pelo blanco por la tripa. Llevaba con la familia Lee más tiempo que Renjun, por lo que el adolescente se había imaginado, desde un principio, que tendría que ganarse el respeto y la confianza del can. Sin embargo, Largo era un animal muy afectuoso Renjun sabía, por cómo movía la cola con agitación, diciendo que había estado preocupado por él. Cerró la puerta del baño, se sentó en el pasillo y dejó que el perro descansara la cabeza en su regazo.

Muse (NoRen)Where stories live. Discover now