El rostro sereno de la profesora se congeló, junto con sus manos las cuales estaban ordenando partituras en su escritorio.
Prontamente sus ojos conectaron con los del menor y éste último no pudo sentirse más intimidado y pequeño.

—Olvídalo. Jamás podrás hacer que ese Niño se acerque a un piano.

Lo último que supo es que luego se encontraba solo en aquella habitación.
Su cabeza estaba llena de preguntas pero aún no sabía cómo unir los hilos.
Trotó hacia donde estaba Taehyung, con su instrumento, ya fuera del aula.

—¿Cómo te fue en el "entrenamiento"?—Le dijo Jungkook sonriendo.

—Prometo que en el discurso de graduación mandaré a la mierda a todos, en especial a Kihyun.—Gruñó caminado por las puertas del instituto.—¿Qué quería la profesora?

—Oh, nada. Solo saber porqué estaba tan distraído.

—¿Mi primo?—Jungkook asintió mientras elevaba la vista hacia el cielo.

—Parece que va a llover.—Su mejor amigo imitó su acción y también asintió.—¿Qué parentesco tienen la profesora Min y tu primo?

El castaño le miró confuso ante la pregunta.—Oh, es su media hermana. No estoy seguro de cómo es su relación. ¿Por qué?

El menor se limitó a negar con la cabeza restándole importancia.

—Es gracioso cómo te has obsesionado con Yoongi, deberías dejar el tema. Ya te ha dicho que no y ya se está volviendo extraño que pienses tanto en ello.

—Sé que no debería entrometerme pero llama mucho mi atención y no puedo evitarlo.—Una mueca se formó en el rostro del menor, sabiendo que éste tenía razón.

—Vamos Jungkookie, ya conseguiremos a alguien para tu dueto.

El día terminó medianamente tranquilo.

Sin embargo, al día siguiente, jamás se imaginó estar sentado en aquella mesa de cafetería. Lo único que podía hacer era beber su jugo en caja y mirar extrañado al grupo de chicos que tenía frente a él.

No estaba seguro de cómo habían terminado todos allí, no había estado prestando atención. Parecía como si lo hubieran puesto en aquel lugar por arte de magia. Pero de alguna manera Taehyung, Namjoon, Yoongi, Hoseok y Seokjin estaban sentados frente a él en una charla animada de la cual él se estaba perdiendo.
Hasta que un pedazo de arroz cayó en su cara espabilándolo. Miró en la dirección de donde vino el proyectil y se encontró con el indiferente chico que había estado robando sus pensamientos últimamente.

Jungkook levantó una ceja hacia él y el mayor sólo se encogió de hombros para luego hacerle una seña hacia el patio de la escuela. Totalmente extrañado de que fuera el mayor quien intentara tener contacto con él, no desperdició la oportunidad y lo siguió sin decir una palabra.

Sus amigos no notaron la ausencia del dúo, lo cual le parecía raro también.
Se sentaron bajo la sombra de un gran árbol y aunque aún podías divisar a la cafetería, estaban bastante alejados.

—¿Por qué me trajiste aquí?—Se animó a preguntar luego de que Yoongi apretara con fuerza y tirara la cajita de su jugo con una calmada ira por el supuesto "irritante sonido"; según lo que le gritó.

—Creí que también te sentías como la tercera rueda.

Jungkook lo observó recostarse junto al tronco y cerrar sus ojos tranquilamente.—¿Tercera rueda?

Yoongi volvió a abrir sus ojos.—¿No te has dado cuenta de lo que pasaba en esa mesa?—El menor sólo negó con la cabeza, no les estaba prestando atención.—¿Siquiera notaste cómo es que terminamos todos juntos?—Volvió a negar.—Por Dios niño, ¿a dónde vuela tu cabecita?

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⏰ Última actualización: Jan 11, 2018 ⏰

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