✎04.

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  ❥Gakushū.

Mi padre me devolvió una sonrisa fingida, mientras yo sorbía mi nariz, con mi mejilla punzante. Él me sentó sobre la mesada de la cocina, y fui a por el botiquín; yo por otro lado no dejaba de hacer un mohín con mis labios por el dolor que sentía. Había estado jugando en el patio con Nagisa y el estúpido de Akabane, quien me empujó y me hizo tragar tierra.

Maldito Karma, ¡¿no puede tener un poco más de respeto?! ¡Está en mi casa!, pero mi padre fue quien le permitió a Nagisa invitarlo a casa, y —casi obligado por mi padre— tuve que ir a jugar con ellos. ¿Acaso están conspirando en contra mía?

Mordía levemente mis labios para contener mis lágrimas que nublaban mi vista, ¡en serio dolía mucho!, maldita sea, juro que me las pagará.

  —Ya, ya. Cálmate, Gakushū.—habló mi padre, dejando el botiquín a un lado y sacando algodón y alcohol de él. Lo miré algo aterrado pero rápidamente me reincorporé y volví a sorber mi nariz. Apreté fuertemente mis párpados y un gemido de dolor se desprendió de mis labios cuando mi padre apretó el algodón contra el raspón de mi rodilla.—Debes ser fuerte, deja de llorar.—contestó seco, yo sólo miré hacia otro lado, evitando su mirada.

Vendó el raspón de mi rodilla y continuó con el de mi mejilla derecha. Otra vez me quejé por el dolor, y finalmente me puso una curita.

  —Ten más cuidado la próxima vez.—advirtió antes de desaparecer tras la puerta de la cocina. 

Me quedé algunos momentos cruzado de brazos y me giré para ver por la ventana que daba hacia el patio. Podía ver como Nagisa correteaba por todo el césped y Karma estaba persiguiéndolo. Finalmente, ambos cayeron y quedaron bastante juntos el uno del otro, sentí como mi estómago se revolvía, creo que me estoy por enfermar.

—Creo que vomitaré.—dije, llevando mis manos hacia mi estómago y sobándolo un poco. 

No tardé mucho en escuchar ciertas risas y antes de que pueda bajarme de la mesada, Nagisa y Akabane entraron, estando mi hermano sobre la espalda de él, y Karma con ambos brazos sostenía sus piernas.

—¿Ya terminaste de llorar, segundón?—se burló Karma, haciendo reír a Nagisa mientras ambos correteaban un poco por la cocina. 

—¡Cállate, Akabane!—gruñí, y ambos rieron más. Eso hizo que me enojara, y me bajé violentamente de la mesada y me acerqué un poco a ellos.—. ¡¿Pueden quedarse quietos?! Romperán algo, ya cálmense.

—Tranquilo, Gakushū.—contestó Nagisa.—¿Nos vamos, Karma-kun?—preguntó y él asintió.—. ¡Corre, tiro al rojo!—gritaron y terminaron saliendo por la misma puerta por la que entraron, y yo sólo me quedé mirandolo incrédulo, con una ceja levantada. 

¿Acaso soy la única persona normal de ésta casa?

✿✿✿ 

Entré a mi habitación sin hacer ruido, me había quedado dormido en el sofá viendo una película, y cuando me desperté eran las 3 de la mañana. No había nadie despierto, y como era costumbre, mi padre jamás me llevaba hasta mi cama. 

La puerta apenas crujió, y me adentré rápidamente. A éstas horas de la noche, solía tener miedo; sobretodo cuando me despertaba en la madrugada, incluso estando arropado en mi cama, podía sentir algo que hacía que la habitación y el aire se volviera más pesado. Nunca sé realmente de qué se trata, pero siempre he supuesto que es culpa de Nagisa. Después de que Hiromi y él comenzaran a vivir con nosotros. 

Solté el aire que estaba reteniendo en mis pulmones, y procedí a caminar despacio hasta mi cama. A pesar de que estuviera todo oscuro, llegué a mi cama sin un raspón y antes de levantar las frazadas, sentí una mano en mi hombro y grité:

  —¡W-Whoa-a...!—le di un manotazo y corrí a esconderme rápidamente bajo mis sábanas. Me da pena admitir los chillidos que estoy dejando salir, pero, ¡¿a quién se le ocurre hacerle eso a un niño?! Casi muero de un paro cardíaco.

—¿Gakushū?—reconocí la voz de Nagisa, y lentamente me asomé para verlo.

—¿N-Nagisa?—pregunto por lo bajo.—Creo que hay alguien aquí. 

Pude notar cómo se deslizaba una pequeña gota de sudor de su frente y soltó un gran suspiro.

—Maricón.—masculló y yo lo escuché perfectamente, decidí contestarle, pero se estaba dando la vuelta.

—¿A quién crees que estás llamando de esa forma?—levanté la voz y el se recostó en su cama.

—A quien se pone a gritar bajo sus sábanas.—dijo, antes de acostarse por completo y darme la espalda, durmiendo con su cara frente a la pared.

—Ugh, sí, como sea...—contesté fastidiado, y me arropé correctamente para dormir.

Tardé un buen rato en dormir, y cuando desperté en la mañana, Nagisa estaba durmiendo a mi lado.

✿✿✿

¡Buenas!
ASKJASKDA jamás creyeron que actualizaría tan rápido, ni yo misma.
Espero que disfruten el capítulo, pueden dejar su experiencia en los comentarios(?)

Cambio y corto.

Hermanos ✿ Asagisa. #AwardsOtaku2018.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora