✎01.

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❥Nagisa.

Escuché más gritos pertenecientes a Gakushū, quién no dejaba de señalarme con el dedo; noté como Gakuhō suspira, llevándose una mano a su frente, y mirándome de forma apenada.

—¡Él lo mató! ¿Qué otra prueba necesitas?—las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, y su mirada violácea era dirigida hacia mí con enojo.

—Gakushū...—dijo su padre.—No puedes ir por ahí apuntando con el dedo, ¿sabes?—dijo. Dirigí mi mirada hacia mis pies, los cuales temblaban levemente. Gakuhō se acercó lentamente hacia mí, sujetándome por los hombros.—Estoy seguro que Nagisa-kun no lo hizo.

—¡Pero..!—su voz fue interrumpida por mi madre, quién, hasta ahora, no se había metido en la discusión.

—Lamentamos tu pérdida, ¿no es así, Nagisa?—inquirió con una sonrisa; levanté mi mirada —aparentemente apenada—, y asentí suavemente. Las pequeñas lágrimas que se encontraban en mis ojos, seguramente sorprendieron tanto a Gakuhō, como Gakushū.—Podemos comprarte otro conejo para que no te sientas mal, ¿verdad, cariño?.

Gakuhō asintió, acercándose hasta ella, y tomando su mano.

Goliat no es el único conejo que has tenido, entonces, ¿por qué haces tanto escándalo por su muerte?—preguntó.

Gakushū carraspeó su garganta, y apretó sus puños, contestando:

—¡Porque él fue asesinado!—exclamó nuevamente.

Nuestros padres suspiraron, y Gakuhō se arrodilló frente a él, y tomó suavemente su hombro. Yo me acerqué a mi madre, escondiéndome detrás de ella.

—Escúchame, éste asunto ya está terminado. Te compraremos otro conejo, ¿de acuerdo?.—su tono de voz me dio un escalofrío, mientras qué, Gakushū sólo desvío su mirada, apretando fuertemente sus párpados, permitiendo que una pequeña lágrima se deslice por su mejilla. Él asintió de forma lenta.—Entonces, quiero que te disculpes con Nagisa-kun, y se vayan los dos a su habitación para que puedan arreglar su amistad.

Tragó en seco, y se acercó hasta mí. Mi madre se alejó, dirigiéndose a un lado de Gakuhō; ambos expectantes de nuestras acciones. Gakushū clavó su mirada en mis ojos, y dijo:

—Lo siento, Nagisa-kun.—su voz fría e indiferente marcaron su enojo; rápidamente subió a paso apresurado las escaleras, yéndose a nuestra habitación. Lo último que se pudo escuchar fue un portazo de su parte.

Ahora miré a mi madre, quién me sonreía.

—Perdónalo, Nagisa-kun. Él es así, por favor, entiéndelo.—dijo Gakuhō.

—No es n-nada, señor Gakuhō.—mi tono de voz salió perfectamente lastimero, y ambos adultos rieron ante la forma en la cual me dirigí hacia él.

—Puedes llamarlo ‘papá’, Nagisa.—habló mi madre.

✿✿✿

Al entrar en mi habitación, él no se encontraba cerca. Seguramente habría ido al baño, por lo cual, me permití sonreír.

Recorrí todo el lugar, inspeccionando, mirando con detenimiento toda la habitación en sí, y tomé mis revistas de Sonic Ninja; me senté en la cama de Gakushū —a pesar de que la mía ya se encontraba aquí—. Me dispuse a leerlo, recostándome en su cama, y deleitándome con la revista.

Sin darme cuenta, Gakushū entró, observándome sobre sus sábanas de color violáceo, hasta que sentí como era empujado de ésta, aterrizando en el piso.

—¡Aléjate de mis cosas!—gritó.

Solté una exclamación, y noté como mi cómic había quedado totalmente arrugado debajo de mi cuerpo; sobre el piso. Gruñí, y acaricié mi brazo —el cual recibió todo el impacto de la caída—, dirigiéndole una mirada triste.

—¡N-No tenías que empujarme así!—refuté ante sus acciones. Él chasqueó su lengua, y se recostó sobre su cama, donde anteriormente me encontraba.

—Lo siento, tenía miedo de que también pudieras asesinar mis sábanas.—se burló.

No dije nada, tomé la revista y me acosté sobre mi  cama. Me revolví entre mis sábanas, y me cubrí hasta la cabeza con ellas.

✿✿✿

Por la noche, el sonido de la tormenta de instaló a través de la ventana. Ésto no me habría molestado, de no ser por los quejidos y exclamaciones de Gakushū desde su cama; tenía demasiado sueño, el cual no podía manifestar, debido a su chillona voz, la cual comenzaba a irritarme.

Era una tormenta eléctrica, por ello, ya no había electricidad en la casa, lo cual conlleva a que estemos a oscuras. Suspiré frustrado, y me acerqué hasta él. Mis pasos eran lentos, tratando de no ocasionar ruido alguno, y me puse de cuclillas ante la figura amorfa que sobresalía entre sus sábanas —lo que, seguramente, debía ser su cuerpo—.

Toqué suave e insistentemente lo que yo pensaba que era su hombro, hasta que, en un movimiento rápido y brusco se deshizo de las cobijas.

—¿Qué demonios quieres, Nagisa?—exclamó en un susurro.

Ignoré su tono de voz, incluyendo su pregunta, y ladeé mi cabeza.

—¿Estás bien?—pregunté suavemente.

Él se sonrojó, y desvió su mirada, totalmente avergonzado.

—Sí, ¿por qué no debería estarlo?—contestó arisco.

Un nuevo trueno retumbó en la ciudad, llegando hasta nuestros oídos, sacándole —nuevamente— una exclamación por su parte a Gakushū.

—¿Seguro?

Él chasqueó su lengua, y se dio la vuelta, dándome la espalda y acurrucándose contra sus sábanas.

Suspiré, y sin permiso alguno, me adentré en su cama, por debajo de las cobijas, cerca de él. Pude sentir como se tensó, y la forma en la que lentamente movía su cabeza, intentando mirarme sin que me diera cuenta. Reí ante esto, y él se removió en su lugar.

—Buenas noches, Gakushū-kun.—dije, acomodándome sobre su almohada, y dándole la espalda, al igual que él.

No contestó, y yo sonreí.

Sorprendentemente, no volví a escuchar sus gritos de niña en toda la noche.

✿✿✿

¡Buenas!
¿Les gusta la personalidad de los personajes?
No sé si están bien, pero traté de seguir un poco a los del anime. O al menos, eso intenté.
Díganme qué les pareció.¿?

Hermanos ✿ Asagisa. #AwardsOtaku2018.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora