Siempre fuiste tu (Sterek)

Capítulo 5

Llevo un minuto viendo a Danny mirarme con gran admiración.

- Danny en cuatro minutos me voy.- Le digo dándole un ultimátum.

Danny me vuelve a mirar y suspira, intenta coger mi mano pero yo la aparto.

- Stiles, lo siento, llevo sintiéndolo tres años. Te has colado en mi piel y no consigo sacarte, has sido el mejor que ha pasado por mis brazos y me arrepiento muchísimo de todos los chicos que me acosté estando contigo. Ya se que no hay excusas que valgan, pero de verdad te quiero y te necesito.- Dice mirándome con los ojos aguados.

- Danny me hiciste mucho daño, fuiste el primero en todo, yo confié en ti y acabe en el hospital con el ataque de pánico más grave de mi vida. Así que no, no voy a volver contigo, puedes haber cambiado todo lo que quieras pero para mi serás siempre el cerdo egoísta que me rompió el corazón.- Le digo sin mirarle a la cara.

No lo dejo hablar más, me levanto sin mirarle y vuelvo con mis amigo. Scott al verme viene corriendo y me abraza. Cuando el calor de sus brazos me rodea rompo a llorar y a hiperventilar.

- Shh, tranquilízate pequeño, shhh.- Me dice mientras me acaricia la espalda, poco a poco mi respiración se calma. Cuando mi respiración ya esta normal Scott me separa un poco de él y me mira.- Sabes que puedo ir arrancarle la yugular en cualquier momento ¿Verdad?- Me dice acariciándome la mejilla. Yo asiento y me acerco a Isaac, él me abraza y yo me quedo apoyado en él mientras acariciaba mi espalda y habla con Scott sin emitir ruidos.

Cierro los ojos y abrazo la cintura de Isaac más fuerte cuando las ganas de llorar vuelven, pero todo queda en silencio cuando un gruñido me hace abrir los ojos.

- Scott no te enfades so...- Me cayo cuando veo que el gruñido no ha salido de la boca de Scott si no de la de Derek.

-Suéltalo.- Le dice a Isaac con los puños demasiados apretados. Isaac me suelta delicadamente y cuando no siento el calor de sus brazos las ganas de llorar vuelven.

- Ven conmigo pequeño.- Me dice Derek con una amabilidad demasiado tentadora.

Yo miro a Scott y a Isaac, ellos asienten antes de irse hacia el instituto. Me giro al ver a Derek que esta con las manos en los bolsillos y mirándome tiernamente.

-¿Por qué este cambio de actitud hacia mí?- Le digo acercándome un poco a él mientras un par de lagrimas cae por mis mejillas.

- Supongo que me he dado cuenta de que tratarte mal no te hacia bien.- Dice mirando el suelo, luego de unos segundos de silencio por parte de los dos vuelve a levantar la mirada.- He escuchado toda la conversación.- Dice con rabia.- Y puedo matarlo en menos de lo que tu dices su nombre.- Me mira serio.

Yo trago saliva y niego mientras una lagrima cae por mi ojo.

- Aunque lo odie por todo lo que me hizo, se merece vivir, aunque sea sintiéndose como una mierda.- Le digo mirando al banco donde estábamos, una pequeña sonrisa se forma en mi cara al recordar todos los buenos momentos que pase con Danny.

- Stiles yo...- Empieza hablarme pero suena el timbre de la primera clase. Lo miro y le sonrío.

- Debería irme a clase.- Le digo señalando el edificio de ladrillo detrás de mí.- ¿Nos vemos luego?- Le digo esperanzado a que diga que si y cruzando los dedos detrás de mi espalda.

- Si, tengo que vigilarte de ocho a doce.- Hago una mueca de asco.- Prometo ser bueno y podremos conocernos un poco.- Me dijo guiñándome un ojo.

Yo lo miro sorprendido y me despido de él con la mano antes de pegarme la carrera de mi vida hacia mi clase de historia.

El último timbre del día suena y yo suspiro aliviado, llevo toda la mañana preocupado, no se si tomarme el acercamiento de Derek para bien o para mal, puede ser un truco para dejarme mal o alguna cosa, no lo sé y él no saber las cosas me fastidia muchísimo.

Abro la puerta del Jeep y me sorprendo cuando la del copiloto también se abre. Lydia se sube sin decir nada más y se pone a retocarse el maquillaje bajo mi atenta mirada.

- Mmm Lydia.- La llamo pero ella solo asiente la cabeza indicando que me escucha.- ¿Que haces aquí?- Le digo preguntando lo obvio.

- Scott me ha pedido que te cuide hasta que él venga.- Me dice mirándome por fin, yo resoplo y enciendo el Jeep.- Si tanto te molesta mi presencia me voy.- Dice cruzando los brazos en el pecho.

- No es tu presencia lo que me molesta, es el tema de que Scott me mande niñeras.- Le digo molesto.

- Tranquilo, si quieres te puedo ayudar con mates y así no parezco tu niñera si no tu profesora.- Me dice levantando la ceja, yo la miro y sonrío asintiendo mientras arranco el Jeep. Veinte minutos más tardes ya estamos  entrando a casa.

-¿Papá?- Pregunto gritando haciendo que Lydia me mire extrañada.

- Cocina.- Recibo respuesta también a gritos.

- Lydia y yo estaremos en mi habitación, súbenos algo de picar.- Le digo mientras subo a mi cuarto con Lydia pisándome los talones.

Me acomodo en mi cama y Lydia se sienta en la silla del escritorio. Me quedo mirando como un bobo a la chica de la cual estuve enamorado tres años en la primaria. Nunca me hizo caso y eso no cambió hasta que Allison llego al instituto, para mi mala suerte en esa época yo estaba con Danny y ya había descubierto mi homosexualidad. Lydia se levanta y empieza a mira mi panel de crímenes.

- Siempre he pensado que estabas loco por hacer esto, hasta que descubrí lo que era y lo que eran los demás.- Me dice acariciando los hilos rojos. Ella me mira y se sienta al lado mío.- ¿Sabes que yo sabia que te gustaba? Aunque tampoco lo ocultaste muchos.- Me dice soltando una risita.- Te acuerdas cuando me cantante esa serenata en el comedor.- Me dice haciendo que me sonroje.- O cuando colgaste un cartel enorme en el pasillo con un foto editada de nosotros besándonos.- Dice riendo.

- Ya vale, se que hice el ridículo en muchas ocasiones, no me lo recuerdes.- Le digo dándole un pequeño empujón haciendo que quede tumbada encima de mis piernas.- También me acuerdo de las miles de cartas que te deje en la taquilla, de los regalos de tu cumples, de las rosas en tu puerta, ...- Le digo acariciando el pelo bajo su atenta mirada.

- Pero sabes que es lo peor, que cuando empecé a quererte tu descubriste que las tías no eran lo tuyo.- Dice con una sonrisa triste.

Yo la miro sorprendido, no me puedo creer que le gustara o le guste, es decir, tres años comiéndole el culo, siguiéndola, investigándola, intentando enamorarla y resulta que cuando descubro mi orientación sexual ella descubre los sentimientos que siente por mí. ¿Por que eres así Destino?

- ¿Enserio?¿ Yo... Te gusto?- Le digo tartamudeando, ella asiente mientras ríe, pero es una risa triste, muy triste.- ¿Puedo hacer algo que quise hacer durante los tres años eso?- Le digo mirándola a los ojos. Ella asiente mientras se incorpora y me mira curiosa. Me siento delante de ella y me acerco poco a poco a sus labios.