CHAPTER XXVII.

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Florencia guardó silencio por unos segundos, sin deshacer el contacto visual que mantenía con la pelirroja. Aquellas palabras no sonaban como un reproche, más bien sonaban como una petición cansada; como si en verdad Jazmín se estuviera dando por vencida en ese aspecto que Florencia aún no descifraba. Es decir, ¿A qué se refería con "dar un paso"? Definitivamente había muchísimas cosas que Flor tenía que resolver y no sabía a cuál de todas le estaba haciendo referencia.

- "¿Con eso te refieres a que deje a Dani, a que recupere mi vida o a que deje de negar lo que me pasa contigo?" - Flor preguntó divertida, ya que podía seguir enumerando mil cosas más.

- "A que te valores más a ti misma." - Jazmín relamió sus labios delicadamente, tratando de que aquellas palabras penetraran la mente de Florencia. - "A eso me refiero."

La más bajita no dijo nada, simplemente se quedó ahí inmóvil tratando de pensar en algo inteligente con lo cual responder. Jazmín aprovechó el silencio y prosiguió. - "Ese es el paso que tienes que dar para poder dejar a Dani, recuperar tu vida y dejar de negar lo que te pasa conmigo o con cualquier otra persona. Cuando te empieces a valorar más a ti misma, verás que no es tan difícil hacerle frente a las cosas que te perjudican."

- "Lo dices como si fuera tan fácil." - Florencia murmuró casi inaudible, desviando la mirada hacia las personas que seguían divirtiéndose a lo lejos.

Jazmín posó una de sus manos sobre la de Flor, sintiendo inmediatamente el choque de temperatura. Por alguna razón, las manos de Flor siempre estaban frías, mientras que las de Jazmín mucho más tibias.

- "Es fácil Flor. Eres una de las personas más hermosas, inteligentes y valientes que he conocido en mi vida. Simplemente tienes que creértela y empezar a actuar como ello."

- "¿Escuché mal o Jazmín del Río acaba de decirme la cosa más cursi y linda del mundo?" - Florencia la molestó, queriendo desviar el tema pero sintiendo como su corazón se aceleraba gracias a los cumplidos de la otra chica.

- "Sí, bueno, culpa al alcohol." - Flor creyó haber visto un poco de color en las mejillas de la pelirroja, pero le fue casi imposible asegurarse ya que la otra chica apartó la mirada inmediatamente. En verdad le gustaba esta versión linda y tímida de Jazmín, la cual unos días antes pensaba que ni siquiera existía.

- "¿En verdad crees que soy hermosa e inteligente?" - Flor insistió, queriendo aprovecharse al máximo de cualquier oportunidad para molestarla.

- "Por supuesto." - Jazmín retomó el contacto visual, así como su seguridad y su fachada.

- "¿Ese es el alcohol hablando?"

- "No, esa soy yo hablando."

Flor sentía su corazón latir violentamente contra su pecho y sus piernas más débiles que nunca. Usualmente esto le pasaba cuando la otra chica estaba tocándola o besándola, pero ahora logró el mismo efecto en ella con tan solo unas simples palabras lindas.

Ambas desviaban la mirada sutilmente a los labios de la otra, esperando a que alguna diera el primer paso y cerrara la distancia casi inexistente entre ellas.

Flor casi cedía. Estuvo a nada de atrapar los labios de Jazmín entre los suyos porque realmente moría por sentirlos otra vez, pero un fuerte ruido proveniente de los parlantes ocasionado por un cambio de canción interrumpió el momento.

Todos los invitados que anteriormente estaban esparcidos por el gran patio, se juntaron en el centro del lugar, justo frente a la piscina y la barra la cual seguía llena de personas esperando por sus tragos.

Tinta roja. {Flozmin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora