Niños otra vez

Herida

Enserio, la luz de ese cuarto los cegaba. Al punto de parecer que estaban muertos.

Butch: ¿En qué momento morimos? —pregunto con los ojos entrecerrados.

Brick: Pensé que después de morir iríamos al infierno.

Boomer: No creí que era necesario estar desnudo en el cielo —dijo al ver que estaban desnudos y lo único que le cubrían era una fina tela blanca— ¡No quiero que los angeles me vean ahí abajo!

Butch: No seas idiota Boomer. Es obvio que ellos también están desnudos —el resto suspiro aliviado.

Brick: Creo que ya es hora de levantarse —levantó sus manos... pero nada— ¿¡EH!? —comenzó a moverse de forma desesperada pero seguía sin ir a ningún lado, de tanto moverse la manta cayo— ¿¡QUÉ ES ESTO!?

Todos quedaron blancos al ver que al mayor lo tenían sujeto de las manos y pies por unas correas.

Butch: Vaya fetiche de los angeles ¿No? —no sabía si llorar o reír.

Boomer: N-No sabía que así hacían las cosas en el cielo... —temblaba—. Hermanos, creo que prefiero ir al infierno.

— Siguen siendo unos ruidosos a pesar de todo.

Todos voltearon hacia una de las esquinas del laboratorio, que era de donde venía la voz.

Boomer: ¿Y tú quien eres? —lo examinó completó— ¿Algún tipo de ángel guardia? —se guió por su bata blanca.

Butch: ¿No crees que es demasiado pequeño como para ser uno de esos? Bro.

Brick: Ya basta —sus hermanos se callaron—. No estamos muertos, ese niño es demasiado malcriado como para estar en el cielo.

Ken: ¡Mira quién habla! —suspiró— Mejor me calmó, voy a traer al profesor. Él sabrá que hacer con ustedes ahora.

Después de unos minutos entró, tuvo que aguantar la risa al ver lo pálido que estaban todos. Iba a comenzar a explicar todo pero el menor de los tres comenzó a hablar junto a sus hermanos.

Boomer: Chicos... E-Etoy comenzando a creer q-que van a vender nuestros órganos —no paraba de temblar del miedo— ¡Tienen batas, DE ESAS QUE SALEN EN LAS PELICULAS DE TERROR!

Butch: Y si... nos qu-quieren vender como esclavos sexuales. Sabía que tener este perfecto cuerpo y rostro traía sus consecuencias, pero no creí que tanto.

Brick: No creo que quieran nada de nosotros —Todos voltearon a verlo— Sólo podemos ofrecerle nuestros sufrimiento ¡ESTOS HOMBRES NOS VAN A TORTURAR HERMANOS!

Esa había sido la peor de las teorías que se les pudo ocurrir, los tres hermanos temblaban mientras veían con ojos suplicantes al profesor, que no podía hacer más que taparse la boca con la mano evitando reír. Dio un suspiro que logró calmarlo.

Prof. Utonio: No es nada de eso —sonrió—. Están aquí porque regresaron a la normalidad. Ahora son libres —sacó un extraño aparato de sus bolsillo y apretó un botón, los tres fueron soltados por las correas.

Brick: ¿Cómo que regresar a la no-...

Boomer: ¡SEÑOR! ¿Tiene algo con que me pueda cubrir? —el profesor señaló al pie de su cama, cada uno tenía su ropa original doblada— Genial.

Butch: ¿Dónde está el aliento de mono?

Prof. Utonio: Esta babeando en el sofá —desvío la mirada— Pero me gustaría que me hagan un favor ¿Podrían sacar lo que hay dentro de la última habitación del pasillo de la segunda planta?