12

141 15 0
                                    

Ese niño me las pagará.

Corrí en dirección a él con mi katana lista para atacar. Di un salto y dirigí mi katana hacia él; pero en el mismo momento en el que creía iba a dañarle, ya no estaba. Abrí con sorpresa mis ojos y salté al piso a tiempo pero con un poco de desequilibrio. ¿Dónde estaba?

Giré mi cabeza a todas direcciones posibles, hasta que lo encontré apoyado en la pared de la puerta de salida.

-Me has sorprendido, pero ahora no tengo ganas de pelear contigo. Y lo digo también para ti, tal vez mañana no tengas más energía por haberla desecho en esta absurda pelea – Sentí su mirada burlona y fría penetrar la mía – Así que nos vemos mañana – Vi cómo se alejó en la oscuridad mientras yo me quedé parada sin hacer nada.

¿Acaso creía que yo era débil para mantener una pelea? ¡Pues estaba muy equivocado!

Con mi katana en mano, me dirigí a paso lento hacia donde él haya ido, ese niño me saca de mis casillas. Pero, sin esperarlo, siento que alguien me agarra de la muñeca izquierda; era Kurapika.

-No lo hagas, Kemi; no te bajes a su nivel. ¿Acaso vas a dejar que un niño te saque de control cuando se le dé la gana? – Me lo dijo como un regaño, y no que me hizo recobrar el sentido.

Me solté de su agarre con suavidad y lo miré a los ojos. Tenía su misma mirada determinada; así que bajé mi mirada, guardé mi katana y le di una amistosa sonrisa a Kurapika.

-Gracias por esto, Kurapika. De no haber sido por tus palabras, no sé a dónde habré ido a parar – Reí con un poco de preocupación por lo que dije, y al parecer él también lo hizo.

-Al parecer te ayudé a tiempo – Y ambos reímos.

-Supongo que ahora sabes que puedo llegar a perder el control muy fácil, perdón por eso.

-Sí. En ese caso tendré que estar casi alrededor tuyo para ayudarte a recobrar tus sentidos.

-Jajaja, en ese caso contaré con tu ayuda para ello – Dije mientras le daba la mano – Ah, pero creo que ahora ya es hora de descansar – Dije mientras veía el reloj que daban las 9:45 p.m.

-Tienes razón. En ese caso vayamos con los demás.

-Está bien, pero si quieres tú adelántate, yo iré a un lugar por un rato.

-Está bien. Pero no te distraigas por mucho tiempo – Me dijo mientras ladeaba su sonrisa.

Le devolví el gesto y con ello salí del comedor. Caminé por los pasillos poco iluminados en busca de mi próximo paradero, el baño. Sí, no podía desaprovechar la oportunidad de poder ingresar a un baño decente desde que tengo uso de razón, he oído que son lugares cómodos y limpios. En sí, por toda mi vida que he vivido en mi casa, solía vivir de manera salvaje, si es que se puede decir así. Me bañaba en ríos cercanos y, lo que siempre tiene que desechar nuestro cuerpo por naturaleza, lo tenía que hacer hasta unos metros más profundos del bosque.

Tras unos minutos de caminar por los pasillos aparentemente interminables, observé un cartel de ambas siluetas de un hombre y una mujer; creo que lo encontré. Entré a mi baño respectivo y me di con la sorpresa de que el baño era hasta más grande que una casa propia. ¿Es que acaso hay tantas cosas que no he conocido? Di mis primeros pasos a esta nueva habitación y me quedé pasmada por las paredes blancas y los miles de espejos que podía ver en cada rincón de las paredes, además de varias puertas que a través de ellas mostraban un tipo de silla blanca algo extraña. Pero, lo que más me sorprendió fue un tipo de río en medio del baño. Me emocioné bastante que quise meterme ahí.

Raise My Sword (Hunter x Hunter Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora