The Blue Room

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Eran casi las 9 de la noche, estaba esperando un último cliente.

Yo era masajista en un spa de lujo, llegaban hombres y mujeres con mucho dinero para que yo relajara sus músculos tensos, ese era mi trabajo.

También se daba otro tipo de trabajo ahí, aparte de recibir un masaje, algunos clientes pagaban para tener un "final feliz".
Mayormente ese era el área de las chicas guapas. Era en un cuarto especial de un azul bajo que daban ganas de dormir, completamente cerrado y con dos camas: una para el masaje y otra para tener sexo con el cliente.
Se prostituian en pocas palabras, algunas contaban que en ocaciones era muy asqueroso, porque el cliente era un anciano o porque fuera un poco brusco y te obligaba a hacer cosas que no querías.

Varias veces me habían ofrecido clientes que te dejaban buenas propinas.
Nunca había aceptado, pero esta vez en verdad necesitaba el dinero.
No es que yo fuera virgen, pero el hecho de tener sexo con un desconocido por dinero ya era repugnante.

-Camila, ve a prepararte. Tu cliente ya está aqui-

Ese era mi jefa.

Las trabajadoras de esta área vestían una bata blanca transparente, que hacian verte de una forma más erótica; el cabello lo llevaban suelto y usaban un perfume suave.

Dentro del cuarto habían algunos aceites, lubricantes y preservativos.

Espere unos 5 minutos hasta que vi la puerta abrirse.
Entró una chica alta de cabello corto teñido de rubio, divinos ojos Marrónes, traía la bata que todos usaban y podía ver la pequeña erección que traía.

-Ella es Melo, Melo ella es Camila- se acostumbraba a llevar al cliente hasta su habitación y presentarlo, pues era algo más íntimo

Después de que cerrarán la puerta, le dije que se quitará la ropa; tenía un muy bien cuerpo, por lo menos era una persona atractiva, ahora esperaba que no fuera tan brusca. Se acostó en la camilla para masaje y le tiré un poco de aceite sobre la espalda.

Empecé a presionar suavemente los músculos de su espalda, cuello, brazos, piernas y finalmente sus pies; Melo daba gemidos de satisfacción como: "Mmm", "Justo ahí", "Aah, que rico"

Poco a poco fui aplicando más fuerza, hasta que todos sus músculos quedaron blandos y ella estaba casi dormida. Al final, la puse boca arriba y le masajee la cabeza. La dejé dormir unos 15 minutos.

Lo siguiente era la parte sexual.

Melo abrió sus ojos y con la mirada me ordenaba que pasaramos a la parte feliz.

Agarre el nudo de la bata, pero antes de que terminará, Melo se levantó y me besó los labios. Me besó de una manera tierna, y agradecí que por lo menos no me tratara con dureza.

Ella me quitó lo bata, me besó el cuello y los hombros. Si soy sincera, hasta ahora era muy placentero, sus labios eran suaves y me hacían tener cosquillas por todo el cuerpo; me miró y luego me empujó hacia abajo con delicadeza.

Era fácil de deducir que quería que le chupara la polla; no es que no lo hubiera hecho antes, pero ella era una desconocida, aunque se estaba portando muy linda, era una desconocida.

La masturbe un poco antes de meter su miembro a mi boca, dio un jadeo fuerte y hecho la cabeza hacia atrás con los ojos cerrados.
Me agarró del cabello con una mano sin lastimarme y empujó sus caderas hacia adentro y fuera de mi boca.

Algunas chicas me decían que el sexo oral era lo peor, solo les importaba tirar su semen dentro de tu boca, te metían la polla hasta la garganta y te la jodian sin consideración.

One Shoots -  G!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora