Maldita Estupidez [GuanHo] [WANNAONE]

Capítulo 6

—Este... perdona pero me está costando respirar un poco.—  Seonho habló con voz entrecortada mientras que con una de sus manos daba unos ligeros golpecitos en la espalda de aquel chico que lo estrujaba entre sus brazos y con la otra sostenía el colgante que se había quitado del cuello hace unos momentos.

—¿Qué? Oh, lo siento.—  El más alto se separó de golpe mientras carraspeaba, no solía ser una persona tan efusiva con gente que no conocía, solo que no había podido evitarlo, ese colgante era muy especial para él y de la emoción había abrazado a aquel muchacho. Seonho negó con la cabeza y sonrió dulcemente entregándole su pertenencia. —Gracias por devolvérmelo.— Respondió con voz grave y expresión estoica a causa de la vergüenza, sin embargo eso no impidió a Guanlin observar a Seonho fijamente mientras lo estudiaba con la mirada haciendo que este se sintiera incómodo. —De nada.—  Se limitó a responder.

El silencio reinó en el gimnasio durante unos momentos que a Seonho le parecieron eternos, rascó su brazo y giró la punta de uno de sus pies torpemente, desviando la mirada hacia un punto fijo de las gradas, no sabía que decir para romper ese silencio tan incómodo, volvió a posar su mirada en el chico alto y se dio cuenta que éste no lo miraba a él, sino al colgante que le acababa de entregar hace unos minutos al mismo tiempo que sonreía de lo feliz que estaba.

Seonho se sorprendió, aquel chico que le pareció ser intimidante hace unos momentos estaba sonriendo de una manera muy linda, su expresión parecía la de un niño pequeño y no la de un adolescente gruñón.

—Tierno...—  Susurró mientras continuaba observándolo, hasta que Guanlin se dio cuenta de aquello y dejó de mirar el colgante. —¿Qué?—  Dejó de sonreír y su expresión se volvió confusa.

—¡No! ¡No! ¡Nada!—  El menor agitó sus brazos en señal de negación.
—Sólo que luces muy feliz por tener tu colgante de vuelta.—  Dijo algo nervioso, sintiendo que había sido grosero mirar fijamente al más alto, después de todo eran extraños.

Guanlin suspiró y relajó su expresión al notar que quizá estaba intimidando al pobre chico sin querer. Seguramente el más bajo pensaba en él como una especie de matón, considerando que hace unos minutos le había gritado que dejara de jugar con el balón porque tenía que recoger. —Lo estoy, es un objeto muy especial para mi, por eso te estoy muy agradecido.—  Respondió con un tono de voz más gentil haciendo una pequeña reverencia.

Seonho sonrió mientras negaba con la cabeza, acerco su mano frente a Guanlin en señal de saludo. —Soy Yoo Seonho de la clase 1-D, mucho gusto.

—Lai Guanlin, clase 1-A, un placer.— Estrechó la mano del otro, mostrándole una pequeña sonrisa.
—Oye, siento haberte gritado, estaba de mal humor y creo que me desquité contigo.—  Suspiró.

—Descuida, todos tenemos un mal día de vez en cuando, es más déjame ayudarte a recoger el gimnasio.—

—No tienes que hacerlo, además seguramente tienes algo mejor que hacer.

—Para nada.—  Negó con la cabeza.
—Estoy esperando a que mi amigo salga de su clase, puedo ayudarte mientras tanto, además es aburrido hacerlo solo.

Ambos comenzaron a recoger los balones uno por uno, pero en algun momento eso se volvió tedioso así que empezaron a jugar lanzando los balones al carrito, era una competencia, el que encestara más balones ganaba, sin embargo terminaron empatando. —El ganador será el que enceste en la canasta.—  Indicó el más alto mientras hacia rebotar el balón.

—Está bien, lanza tu primero.— Guanlin asintió, rebotó el balón unos momentos y lanzó su tiro sin embargo la pelota chocó con el aro. Seonho corrió a recoger el balón, regresó a su posición e hizo su lanzamiento, logrando encestar. —¡Si! ¡Gané!—  Gritó entusiasmado dando brincos. El mayor por su parte frunció el ceño e hizo un puchero de frustración, no le gustaba perder, sin embargo admitía que Seonho sabía jugar.