Capítulo 5: El rompecabezas familiar.

442 59 68
                                    


-¡Osomatsu, tengamos una cita! –Gritaron ambos al mismo tiempo.

-¿E-Eh?... ¿Karamatsu?, ¿Karl? –Se cuestionaba con total confusión.

-¡Tú! –Frunció el ceño.

-Oh, Inoue. No esperaba que pensaras lo mismo que yo, justo en el mismo instante.

-¡¿De dónde has salido?!

-No sé si te has dado cuenta, pero estudiamos en el mismo instituto.

-De-Deténganse... No entiendo absolutamente nada. –El de ojos carmesí retrocedía un poco.

-Senpai, ¿cuánto tiempo me dejarás de la misma forma?

-Karl... No es el momento, ¿de acuerdo? Debes ir a clases y yo también.

-¿Desde cuándo te ha importado asistir a clases o ser puntual?...

-¡No me interesan las clases! Es sólo que... -Desvió la mirada y frunció el ceño un poco, mientras rascaba una de sus mejillas con su dedo índice diestro.- ¡Ah, no importa!

-Eh...

-Osomatsu...Vamos a clase. –Dijo en seco el delegado.

-¡Nos vemos más tarde, Karl!

Ambos se dirigieron a su respectiva aula, mientras el menor les observaba. "¿Qué ha sido esa expresión?", se cuestionaba entre pensamientos, mientras apretaba sus puños de forma inconsciente.

-Karamatsu...

-¿Mmm?

-¿Conocías a Karl desde antes?

-No. Lo conocí hace unos días.

-¿Cómo?

-¿Eh?, ¿"cómo", dices? Bu-Bueno... -Se estremeció al pensar que tendría que confesar que había perseguido a Osomatsu el otro día hasta su trabajo.- Coincidencia...

-¡¿AAHH?, ¿coincidencia?! –Levantó una de sus cejas y buscó la mirada ajena, sospechando de su vaga respuesta.

-Sí, sí. Ha sido una tonta coincidencia; tal como ha sucedido hoy.

-Umm, ya veo, ya veo. –Nuevamente buscaba su mirada, pero al no obtener respuesta, decidió rendirse.- Te creo.

-¡¿En serio!? –Le miró con sorpresa.- Quiero decir... eh, gracias. –Volvió su mirada hacia el frente.

-Por cierto, Karamatsu... ¿Una cita?

-¡Ah, es cierto! –Enderezó su espalda y se giró para verle de frente.- ¡Tengamos una cita, este sábado!

-¿A qué viene eso de una "cita"? –Sus mejillas se sonrojaron levemente.

-Quiero que salgas conmigo. Sólo eso...

-Uh... ¿puedo confiar en que no harás nada extraño?

-Je... Claro. He leído bastante y ahora entiendo cómo puedo hacerlo mejor.

-¿De qué hablas? –Ladeó ligeramente su cabeza.- Ahora que lo pienso...el profesor no ha llegado...

-¡Sé cómo enamorarte, Osomatsu! –Decía en un tono de entusiasmo.

-¡¿Ehhh!? ¡Baja la voz, idiota! ¿Acaso quieres que todo el grupo lo escuche?

-¿Sería malo?...

-¿E-Eh?...

Por pocos instantes en su vida, Osomatsu comenzaba a cuestionarse aquello que la sociedad marcaba como "bueno" o "malo". ¿Quería continuar con aquellos estereotipos y estigmas? O, ¿quería al fin sentirse libre? Suficiente había tenido con los sucesos de su pasado, aquellos que le encadenaban de alguna forma.

EL INTELECTUAL Y YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora