II.

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Louis se paseó por el aeropuerto cerca de una hora aún sin el valor de enfrentar a su familia y decirles que tenían razón, que era un fracasado hasta en el amor.

Entraría a trabajar a la secundaria de las gemelas y no le diría a nadie que había audicionado en varias superproducciones, pues de cualquier manera sería rechazado.

Se planteó los peores escenarios y pensó en su lugar reservado en la cena, siempre en la mesa de los niños, alejado del mundo perfecto de todos los demás integrantes de la familia Tomlinson-Deakin.

Mientras arrastraba su maleta con rueditas por la sala S vió al chico sentado en una de las filas pegadas a los ventanales, con su uniforme perfectamente planchado y esos labios detellando en color coral, como si los pintase con brillo labial.

Miraba los copos de nieve cayendo en ráfaga en todas direcciones, se preguntó si estaba pensando en su familia o, tal vez, en él, el chico fracasado que le había llamado "cobarde".

Empezó a acercarse a él, pero giró de regreso, no, no podía hacer eso, no después se aquella pelea.

¿O si?

Volvió a intentar acercarse pero se arrepintió nuevamente.

Tomo un par de respiraciones y finalmente se acercó cruzando a través de dos filas de personas sentadas, el chico encontró su mirada y eso lo puso tan torpe que pateo un par de mochilas y piso otro tanto par de pies para llegar hasta él entre reclamos.

Se sento en la silla desocupada a lado del chico y suspiro.

-Lo lamento, por todo lo que dije.

-No debí decirte todo eso, lo siento.

Ambos hablaron al mismo tiempo, el chico sonrió de lado contagiando a Louis un segundo después.

-No eres un cobarde, yo lo soy. -continuó Louis. -No puedo ni enfrentar a mi familia para decirles que fracasé, fracasé en todo. No puedo aceptar que ellos me consolarán en lugar de recriminarme y me dirán que están ahí para mi. Y tampoco puedo aceptar que mi madre dejó a Mark cuando él sugirió enviarme lejos de ella, porque me ama como a nada.

-No, tú eres valiente Louis. -secundó el chico  -Yo soy el cobarde, tenías razón. Sigo convenciéndome de que me han prohibido todo, cuando la realidad es que siempre me han instado a hacer lo que me haga feliz así no tenga que ver con lo que ellos piensan. Me cierro las puertas abiertas y temo elegir cantar porque se que no lo lograré y el público me odiara.

-Nadie podría odiarte.

-Ni a ti.

Sonrieron una vez más antes de acomodarse en los asientos y pensar en las palabras que habían dicho más para si mismos que para el otro.

-La realidad es que hay una razón mayor para que me niegue a llegar a esa cena.- volvió a hablar Louis.

-No tienes que hablar de ello si no quieres.

-Debo contárselo a alguien y ese alguien no será ninguno de los miembros de mi familia.

El chico asintió.

-Conocí a un chico en un casting que había estado en Brodway para Funny Girl y creí que era asombroso. Me enamoré de él tan solo tres semanas después de nuestra primer charla, así que comenzamos a salir, pero hace poco mientras caminaba hacía mi departamento lo encontré en uno de los restaurantes que frecuentabamos juntos, estaba besando a otro chico y me vió fuera del cristal pero sólo siguió besándolo. A la mañana siguiente me dí cuenta que había robado todos los ahorros que había juntado de trabajos aquí y allá en los últimos meses.

Marry Christmas!!! (l.s.)Where stories live. Discover now