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—Solo bésame, idiota —pide acercándose a mis labios.

Escuchar eso representa música para mis oídos, acerco mi labios a su boca y la beso con suavidad, no había notado, cuanto extrañaba sus suaves labios.

—¿En serio tienes que ir Robert?  —pregunto entre sus labios.

—Si —contesta pero sigue con el beso—.vamos, te dejo en tu departamento —sonríe—. Me queda muy cerca.

Asiento y subo al auto, ver a Rose manejar un auto deportivo como lo es este Bugatti se convierten en un espectáculo para mis ojos, en todo el camino la observe, eso ocasionó mi tardanza en percatarme que estamos muy lejos de mi departamento, hasta que Rose frena por una colina.

—¿Y tu cita? ¿Que le vas a decir al estúpido de tu, prometido?

Rose no dice nada y se acerca a mí, colocando sus preciosos labios sobre los míos. El exquisito sabor de sus labios me vuelve loco.

—Si me sigues besando de esta manera no podré parar. —advierto.

Detengo nuestro beso y me alejo de su rostro.

—Esa es la intención. —musita acercándose de nuevo a mis labios.

Muerdo con recelo su labio inferior, causando jadeos de ella. En la posición que estamos, me es muy incómoda, no me deja disfrutar al máximo su cuerpo.  Tomo su brazo y la cargo un poco, ella entiende mis intenciones y me ayuda sentándose horcajadas sobre mí.

Observo sus muslos que estan alrededor de mi cintura, por la falda que trae noto con plena claridad su ropa interior. Rose mueve sus caderas con un buen ritmo frotando su sexo con mi erección, da besos húmedos sobre mi cuello dejando pequeñas mordidas.

—¿Hasta donde estamos dispuestos a llegar? —pregunto, no sólo quiero sexo con ella, pero no puedo pedirle mucho sería injusto que lo hiciera, ya que ella quiera o no quiera esta comprometida.

«Sólo disfrútalo, idiota.»

—Dylan solo disfrutemos el momento...

«Vez hasta ella opina lo mismo que yo.»

No era la respuesta que quería escuchar, quiero que ella se enteré que la empiezo a querer.

«Aúnque no estuviera comprometida sería imposible algo entre ustedes, tienen muchas cosas en contra.»

Rose nota mi desánimo y toma mi rostro con sus delicadas manos pegándo nuestras frentes.

—Te quiero, idiota. —mis ojos se iluminan al escuchar esas palabras, le creo como un niño cree en la hada de los dientes, sé que no es verdad, pero la esperanza me hace creer en esas palabras.

—Y yo a ti, mocosa — pego sus labios con los mios y nos fundimos en un beso lleno de sentimientos, es un beso lento y cuidadoso, intento disfrutar al máximo ese beso.

Rose me abraza, dejando su cuello desnudo para mí, recorro todo su cuello con besos húmedos causando que su piel se erize, sigo con mi recorrido hasta la línea de sus pechos, de un solo estirón la despojo de su blusa, ver sus rosados pezones es otra cosa que amo, así que los atrapó en mi boca jugando con ellos dejando pequeñas mordidas en mi recorrido, subo a su boca de nuevo, la beso con pasión, ella muerde mis labios dejando que nuestras lenguas sigan con su danza.

El mejor amigo de mi papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora