PRÓLOGO

121 7 12
                                    

Estrella nocturna corrió sobre el borde de la montaña. La líder del Clan del Árbol estaba a la zaga con sus garras desenvainadas, rompiendo la tierra a su paso. El viento azotaba sus pelajes mientras corrían hacia arriba y las hojas de los arboles se caían golpeandolas en la cara.

—¡Sigue corriendo! —Dijo Estrella de cristal—. ¡Están cerca!

La líder del Clan del Lobo apuró el paso, pero frenó en seco cuando en trozo alejado del peñasco se cayó al vacío. Estrella nocturna sabía que iba a morir. Cuando frenó, el polvo voló hacia todas direcciones, desapareciendo en el frío viento de la noche.

—¡¿Estrella de Cristal que hacemos?! —dijo desesperada. Su amiga se quedó pensativa mirando hacia atrás. Estrella de cristal estaba aterrorizada. La manada de zorros venía detrás de ellas y no podían hacer nada.

De pronto, La líder del Clan del Árbol se volteó.

—Tengo una idea —dijo muy segura. A pesar del fuerte viento y el frío invernal los ojos de Estrella de cristal brillaban con seguridad, reflejaban la sabiduría que había recolectado a lo largo de sus años de vida, tenía una idea, y estaba segura de lo que hacía.

Estrella de cristal miró hacia abajo, allí a unos dos metros había otro peñasco. Podrían saltar hasta allí, pero los zorros no.

—Salta —le dijo su amiga. Estrella nocturna saltó sin pensarlo dos veces, los zorros se aproximaban y muy rápido. Su amiga saltó detrás de ella y se apretujaron contra la pared de piedra, esperando que los zorros no detectaran su presencia. Los oían en el peñasco superior y olían su apestoso olor a carroña y a tierra.

Estrella nocturna se había enfrentado a zorros antes pero nunca a una manada. Los zorros no vivían en manadas usualmente pero esto era especial. No estaban cazando gatos para comer, los estaban cazando por el placer de matar. Y no estaban solos en eso, Pues claro que no! Mirada oscura y Cola negra eran sus aliados.

Ellos habían provocado esto, los habían observado y los trajeron al bosque solo por el placer de asesinar gatos indefensos. De que la sangre corriera en el bosque como el frío aire de la estación sin hojas. La profecía era real, todo era real, aunque pareciera imposible.

Estrella de cristal provocó un grito ahogado. La líder del Clan del Lobo se percató de que su amiga miraba con horror hacia arriba. Subió lentamente su cabeza y vio a uno de los zorros asomándose por el lugar en el que ellas habían saltado. Ya las habían detectado.

Estrella nocturna se pegó aun más a la pared cuando el zorro desapareció.

—Tenemos que salir de aquí —le dijo a Estrella de cristal. Su amiga asintió y ambas buscaron una salida. Encontraron un pequeño túnel en el borde del peñasco. Estrella nocturna rezó al Clan Estelar que ambas pudieran pasar por el túnel sin problemas de espacio.

—Iré primero —Se ofreció su amiga. Estrella nocturna asintió. La líder del Clan del Árbol se deslizó dentro del túnel sin problema alguno y le hizo una seña a Estrella nocturna para que la siguiera. Con miedo de no entrar tan fácilmente en el túnel por su espeso pelaje, La líder del Clan del lobo se deslizó por el agujero lentamente intentando que su pelaje no quedara atrapado en alguna parte del túnel.

Siguió avanzando en la oscuridad sin ver a Estrella de cristal, pero su amiga estaba allí, podía sentir su presencia. Poco a Poco una pequeña luz se fue expandiendo cada vez más por el túnel. Al salir, el gélido aire de la estación sin hojas chocó contra sus pelajes. El viento había aumentado y tal vez pronto caería nieve. Tenían que apresurarse.

Estrella nocturna comenzó a caminar y se refugió en un tronco hueco. La líder del Clan del Árbol la siguió y se sentó junto a ella.

—Mira, este es el plan —dijo la líder del clan vecino. Dudó un momento pero Estrella nocturna asintió para que continuara.

—Tu guíalos por ese sendero de allá.—dijo señalando con la cola—. Luego, yo usare mi rugido para crear una avalancha de rocas— añadió.

Estrella nocturna sabía que su amiga tenía una especie de poder especial, un "súper rugido". Se centró en sus pensamientos unos momentos imaginándose la escena y como podría funcionar. Manto nocturno siempre le había dicho que primero había que visualizarse haciendo lo que uno quería hacer, y luego hacerlo.

Finalmente la líder del Clan del Lobo se paró sobre sus cuatro patas decidida a realizar el plan que Estrella de cristal había creado. Su amiga se situó a su lado con una mirada segura. Ambas salieron corriendo de su escondrijo.

Estrella nocturna corrió por el acantilado buscando a los zorros, hasta que detectó su olor. Era fuerte, y...provenía desde...detrás de ella? Se volteó rápidamente, y se encontró con toda la manada corriendo hacia ella. Corrió lo más rápido que pudo para guiar a los zorros hacia la trampa.

Col el rabillo del ojo visualizó a la líder del Clan del Árbol que corría rápidamente con sus poderosas patas. Ella estaba en un peñasco mucho más arriba de donde la líder del Clan del Lobo se encontraba.

Estrella de cristal apuro el paso, a pesar del clima parecía muy rápida y ágil. Frenó en seco al llegar a una parte con muchas rocas, y se preparó para el rugido. Estrella nocturna, por su parte, siguió avanzando hasta llegar al lugar donde se provocaría la avalancha de piedras.

Cuando estaba por llegar, Estrella de cristal emitió su feroz rugido. El sonido hizo que el acantilado retumbara y poco a poco, millones de rocas comenzaron a caer sobre los zorros. Estrella nocturna apuró el paso esquivando rocas, algunas pequeñas y algunas del tamaño del tronco alto. Llegó a donde ya no llegaban las piedras y miró hacia donde estaba la líder del Clan del Árbol.

Pero algo era raro, detrás de ella había una sombra...algo que se escondía. De pronto de la oscuridad detrás de Estrella de cristal surgieron unos penetrantes ojos verdes.

—Mirada oscura —susurró aterrorizada Estrella nocturna. Pero era tarde, el asesino saltó de entre las sombras y empujó a la líder del Clan del Árbol hacia la avalancha de rocas.

—¡Cristal! —gritó lo más fuerte que pudo Estrella nocturna.

Los Gatos Guerreros ~llegada al bosque~ [SIENDO RE ESCRITA]Where stories live. Discover now