Harry Potter y Sakura card captor (completa)

La preocupación de Dumbledore...

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HARRY POTTER Y SAKURA CARD CAPTORS

Capítulo 13: La preocupación de Dumbledore, despedidas, a disfrutar el último capítulo

Sakura se encontraba en el despacho de Dumbledore, presta a escuchar el motivo por el que el director la mandó a llamar.

―Sakura ―le dijo el director, quien ya le tenía un gran aprecio a la card captor y empezaba a llamarla por su nombre―, veo que te sientes mucho mejor.

―Gracias, señor, la recuperación de las cartas Clow no representará un problema, se lo aseguro.

―De eso quería hablar contigo.

―¿Sucede algo malo, señor?

―Me encontraba muy preocupado, el hecho de que las cartas vinieran a Hogwarts implicaba una serie de problemas, problemas que a la larga vinieron haciéndose realidad. Verás, no todas las cartas tienen una personalidad amable como las cartas Bosque y Flor, algunas decidieron ir a atacarte.

―¿Se refiere cuando la carta Agua me tiró del bote causando que casi me ahogara?

―Sí, por fortuna Harry, como todo caballero que es, procedió a rescatar a su damisela en apuros.

Sakura se puso roja como un tomate, ¿cómo sabría el director acerca de su relación con Harry?

―Ah, el amor, una magia que hace que olvidemos nuestros temores. Ahora Harry sabe nadar y tú, ya no te sientes incomoda con los fantasmas del colegio. ¿Verdad?

Sakura sólo podía mirar al piso y mover su pie como si se fuese una niña pequeña.

―Eh, señor, respecto a las cartas Clow.

―A sí claro, como te decía, no todas las cartas Clow tienen una naturaleza gentil, algunas decidieron atacarte a ti y a otros estudiantes, si no fuese por nuestro querido cefalópodo...

―¿Perdón?

―Me refiero al calamar gigante ―le dijo el director de forma paternal.

»Sakura ―continuó el director―, el incidente del lago no fue el único, la carta que poseyó a la señorita Sasaki, intentó lastimar a los alumnos de primer año, y otra carta hirió a los señores Li y Weasley.

Sakura frunció el ceño.

―Mi niña, sé que tú y tus amigos tuvieron unas diferencias, pero créeme, al igual que el amor, es la amistad la otra fuerza con la que debemos contar en nuestra vida. Estoy seguro que Ron y Syaoran madurarán con esta experiencia, por favor, no deseches su amistad.

―Tiene razón, señor, yo no puedo actuar de forma infantil ―le dijo Sakura y Dumbledore le sonrió.

―Volviendo al tema que nos compete ―continuó Dumbledore―, si bien tu desempeño al atrapar las cartas fue más que ejemplar, aún quedan muchas más cartas y la posibilidad de que un estudiante sea lastimado, me temo es muy alta. Por eso el profesor Flitwick y mi persona ideamos un plan.

―¿Un plan?

―Así es, verás, cuando las cartas Clow fueron liberadas por accidente, estas se dirigieron a Hogwarts por ser el lugar con más magia de los alrededores, pero el colegio es tan grande, no solo la estructura del castillo, la lechuzería, el campo de quidditch, los invernaderos, los otros terrenos del colegio como el lago e incluso el bosque prohibido. Por lo tanto, vimos que lo más conveniente sería focalizar la magia del colegio en un lugar que ya de por si contiene una importante cantidad de magia.

―¿Y cuál es ese lugar, señor?

―Me refiero a la Sala de los Menesteres, una habitación mágica oculta para la mayoría de los estudiantes, solo visible para aquellos que requieran su pronta aparición, una habitación dispuesta a cambiar su funcionalidad dependiendo de las necesidades de quien o quienes le necesiten. En ese lugar el profesor Flitwick y yo encerramos a las cartas Clow.

―En serio, ¿ya las capturaron?

―Sólo un descendiente del mago Clow puede capturar las cartas, lo único que podemos hacer nosotros, los profesores, es acorralar a las cartas. Ahora estas están encerradas en la sala de los menesteres, al parecer una carta guarda la entrada de la habitación, una vez que captures a está, podrás capturar a todas las demás cartas sin problemas.

―¿A todas?

―Bueno, puedes hacerlo si quieres una por día.

―Señor, yo quisiera, bueno, yo quisiera...

―Hablar primero con tus amigas y decirles acerca a las cartas ―le dijo sonriente Dumbledore.

.

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Luego de salir de la oficina de Dumbledore, llamó a sus amigas y les dijo las noticias.

―Entonces, ahora podrán regresar a su casa ―dijo Ginny, entre alegre y con pena.

―¡No, yo no quiero irme a casa!, estoy muy feliz aquí con Cedric a mi lado ―se quejó Meiling.

―Yo tampoco quiero irme, es tan divertido hacer magia ―dijo Rika con tristeza.

―Será una pena regresar tan pronto ―les dijo Tomoyo.

―Saben, el director me dijo que no era necesario atrapar todas las cartas Clow de una sola vez.

―¿Eso te dijo?, es grandioso, podrán quedarse más tiempo ―les dijo alegre Hermione―, pero que dirá la madre de Li.

―Conozco a la madre de Syaoran, es muy estricta y de seguro querrá que su hijo se quede todo el año hasta que finalice el curso ―dijo Meiling.

―¿Y qué hay de la señorita Maki? ―preguntó Ginny

Las chicas se miraron preocupadas y decidieron ir a ver a la mujer, de seguro se encontraba en el laboratorio de pociones. Al llegar vieron que la señorita Maki se encontraba sentada y apoyada en el hombro de ¡Snape! El hombre sonreía (algo que jamás vieron las chicas) y le acariciaba el largo cabello negro mientras le susurraba palabras tiernas de amor.

―Ya veo.

―Sí, ya veo.

―Así que era eso.

―Genial, los gemelos no me lo van a creer.

―Que tierna escena.

―No les delates, Ginny, por favor.

Las chicas se retiraron en silencio seguras de que la señorita Maki también desearía quedarse en el colegio más tiempo.

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Sakura fue al día siguiente donde se hallaba la sala de menesteres y vio que era la carta Escudo la que resguardaba el lugar. Usando la carta Espada, pudo capturar a la otra carta y la guardó en su bolsillo.

―¿Y ahora qué harás, sakurita? ―le preguntó kero.

―Sé que un día las clases terminarán, pero mientras tanto, pienso disfrutar todos los días que me queden aquí en Hogwarts en compañía de mis amigas y Harry.

―¿Y después?

―Después seguiremos en contacto, sabes, el carnaval no tiene por qué terminar mientras aun conservemos nuestra amistad.

FIN

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