EL NOVIO CADÁVER

Fin de la historia

El joven matrimonio caminaban por aquel bosque, ése lugar traía recuerdos, pasaron por el viejo roble, el lugar donde se conocieron, ambos dejaron un ramo de hermosas y coloridas flores, regalo de la primavera, el crudo invierno llegó a su fin.

-Espero que algún día nos volvamos a ver-dijo al aire el chico de cabellos platas que ahora le llegaba hasta los hombros, al igual que su difunto hermano menor.

-Todos merecen salvación, Zero...ya veras que pronto lo volveremos a encontrar.-dijo el castaño.

Se tomaron de las manos y caminaron, el silencio los invadía, pero era un silencio cómodo. Caminaron al rededor de una hora, hasta que salieron del bosque, encontrándose con otro pueblo al otro lado.

Se adentraron allí y sin importarles las miradas de desaprobación de los pueblerinos y sus murmullos, siguieron tomados de las manos, avanzando firmemente.

Llegaron a una enorme y lujosa mansión, golpearon las puertas, de allí salió un mayordomo, un hombre alto y de buen parecer, éste se sorprendió al reconocer a Zero y sin siquiera preguntarle que necesitaba, lo abrazó.

-Joven amo.-dijo feliz.

-me da gusto volver a verte...Izaya- dijo Zero correspondiendo al abrazo.

El mayordomo los dejó entrar a ambos, una de las mucamas se acercó, recibiéndolo con un abrazo.

-amo, regresó-dijo feliz.

-Así es Sara-contestó con una sonrisa.

-Necesito hablar con mis padres-dijo al fin, ambos asintieron.

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Estaban esperando en la sala. Por la puerta entró una pareja, un hombre con un increíble parecido a Zero, la diferencia era que éste tenía rasgos maduros y mas varoniles, con el cabellos corto y plateado, y llevaba un traje azul oscuro. A su lado había una mujer de cabellos  rubios cenizos y  llevaba un vestido gris.

La pareja al ver a Zero se sorprendieron, nunca dejaron de buscarlo y nunca pudieron dar con él, lo hanian creido muerto, pero allí, frente a ellos se encontraba Zero, tal como lo recordaban. Se acercaron y lo abrazaron.

-hijo, regresaste...-sollozó la mujer.

-Te buscamos por todas partes-dijo el hombre. Rompieron aquel calido abrazo. -tuvimos muchos problemas al romper tu compromiso -

Zero suspiro al oír eso.

-Madre, padre... solo he venido a entregarles algo.-dijo serio.

Los cuatro se sentaron en los sillones de la sala. Zero le contó todo lo que pasó, sobre su muerte, su matrimonio con Kaname, todo, sus padres aunque le coayo mucho creer eso, al final terminarin asegurando que Zero habia estado muerto como ellos creian, aun asi no entendían el por qué ahora respiraba y estaba allí mismo con ellos.

-Antes de que les explique como es que yo ahora estoy vivo...-dijo mientras sacaba una cajita, la misma que su hermano le dijo que le entregara a sus padres.

Ambos adultos  tomaron la caja blanca, al abrirla la mujer rompió en llanto y se abrazó a su esposo, el cual trataba de calmarla.

Dentro de aquella caja se hallaba un collar, cuyo dije era una mitad de mariposa, era una pieza incompleta, esa Joya le habían colocado a Ichiru antes de sepultarlo.

El padre de Zero, llevó su mano a la altura de su nuca y se quitó su collar, era la otra mitad del collar, unieron las piezas y atrás del dije ahora unido decía grabado en letras cursivas:

"Los llevo siempre en mi corazón"

-Ichiru dijo que les entregara esto...él me dio la oportunidad de vivir con Kaname...es por eso que estoy respirando justo ahora-dijo al fin.

-Dicen que a veces los errores que cometemos no siempre son malos, para Kaname no fue el peor error...fue un hermoso error cometido, por ese error conoció el Amor...y pudo vivir junto a Zero por el resto de su vida mortal y también  por toda la eternidad... ahora si... fin -dijo Yuuki con una hermosa sonrisa para toparse con Zero sobre el hombro de Kaname, el castaño también  estaba apoyado a Zero, ambos dormidos.

La castaña sonrió y con  cuidado  quito la sábana que los cubría, con la misma los arropó.

-Buenas noches... Zero, Kaname -dijo la vampiresa sangrepura, les dio un pequeño  beso en la frente a cada uno y salio de la habitación.

FIN.