En Problemas

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La palabra privacidad es algo que debí poner en la tapa de mi diario, o comprarle un candado ya que efectivamente se perdió o me lo robaron, era un asco, tenía bocetos y apuntes importantes dentro de mi diario azul.

La vida no podría ser más bella, como si no tuviera más cosas por las cuales preocuparme, Jonny me sigue odiando y por alguna razón que desconozco Mel parece estar de su lado, sin embargo los siguientes días mejoraron un poco ya que Sarah de alguna manera se la pasaba más tiempo con Thomas, Seamus y yo.

No me molesta, en realidad es muy simpática, pero a lo que iba, mi Lunes no empezó tan mal, es decir, pudo haber sido peor considerando que ayer mi hermana utilizó una de mis camisas favoritas como trapo para limpiar la pintura de una de sus maquetas, sigo enojado y como la persona madura que soy en mi último año de secundaria, le escondí sus peluches por la casa y le quité sus audífonos (Ya que rompió los míos me parece justo que use los suyos, claro, solo en la casa ya que son de un rosa tan chillón que no me gustaría usarlos en la calle). 

La mañana parecía tranquila a excepción de Jonny y Mel que me seguían evitando, Sarah y Seamus me dijeron que los ignorara pero es un poco difícil cuando tienes clases con ellos. Al menos iba bien en la clase de Física hasta que la secretaria del director tocó la puerta del salón y le dijo algo al profesor, seguido de eso el profesor dijo mi apellido y todos voltearon a verme.

-La directora quiere verlo-dijo el profesor con una expresión impasible.

Yo lo miré con cara confundida hasta que el profesor me volvió a llamar. Seamus me miró mientras me levantaba y Thomas le dijo algo que no alcancé a oír. Caminé junto con la secretaria hasta la oficina de la directora, ella me abrió la puerta y pasé.

La Directora no sonrió, más bien parecía estresada y su cabello rubio tenía mechones de canas que se notaban bastante, vestía elegante... o supongo que lo que llevaba fue elegante en algún tiempo antes de que yo naciera. Me miró con sus ojos de águila y me indicó que tomara asiento.

- Eh... Buenos Días- fue lo único que se me ocurrió decir mientras la Directora se tomaba su tiempo en caminar detrás de su escritorio, agarrar asiento y entrelazar sus dedos apoyando los codos encima de la mesa.

-Alumno, supongo que sabe porque esta aquí.

-Realmente no, Señora.

-¿No tiene ni idea?

Negué, estaba muy confundido y de alguna manera me hacía sentir culpable, ni siquiera había hecho algo malo pero me sentía como si me estuvieran acusando.

-Es por el rumor que ha esparcido por todo el instituto-la directora se arregló sus lentes y yo quedé confundido.

-¿Cúal rumor?

La directora tecleó en su computadora y volteó la pantalla para mostrarme una serie de mensajes y fotos, palidecí de inmediato puesto que las fotos eran de varias páginas que reconocía muy bien, eran de mi diario.

Me detuve para leer qué páginas eran exactamente, ya entendía como se había propagado el chisme de los profesores, lo había escrito en mi diario y al parecer este fue reenviado a todo el colegio.

"De seguro las veces que nos dejaban salir temprano era porque tenían una cita"

Bueno realmente eso no me parece malo, tal vez malo porque uno no debería salir con sus compañeros de trabajo o al menos mi madre lo mencionó una vez, de todos modos ese no era asunto mío.

El siguiente me pareció peor.

"El día de la cena de Navidad nadie supo quién le tiró la comida a la directora, mentirosos, yo ví a Toby Ramirez cuando arrojó el pedazo de pastel, solo que nos quedamos callados por miedo a Ramirez, la profesora Sabrina debió verlo también pero se calló, tal vez es porque sale con el padre de Toby, eso también explicaría como el club de artes consiguió nuevos materiales".

En El Diario de ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora