uno

4.1K 267 8
                                    

Una voz me sacó de mis pensamientos, la verdad es que estaba diciendo bastantes estupideces, incluso estaba llegando a pensar que se me estaba yendo la cabeza, y debería de pensar en otras cosas antes de pensar que unos supuestos zombies están corrompiendo la raza humana.

Reprimí una leve carcajada por lo que pensaba y volví a la realidad.

—¿Podemos salir a jugar? —me dijo mi hermana realmente adorable, con su voz de recién despierta—.

—Claro preciosa, ve bajando a la calle que me ducho, etcétera y bajo. - Ella asintió, cogió algo para jugar y corrió escaleras abajo saliendo a la calle. Me di una larga e intensa ducha, ¿y si era verdad que los zombies nos estaban atacando?

Sam, deja de alucinar, es imposible, eso solo pasa en las películas, no es real. Podía a llegar a sentir la extraña sensación de que algo estaba pasando allí fuera. Salí de la ducha; me vestí con unos shorts tejanos, unas botas y una camiseta de tirantes, me recogí el pelo en una coleta alta y salí a la calle en busca de mi hermana, sin darme cuenta pasaron 20 minutos y la había dejado sola. Realmente no me importaba mucho, siempre hacíamos lo mismo, aunque de todos modos me preocupaba. Salí en su busca, no sería complicado, nunca sale de esta calle, seguramente esté en el jardín jugando con Austin, pensé.

Austin era su mejor amigo, él tenía 9 años y era el vecino de enfrente, se llevaban muy bien, siempre estaban juntos y eran como almas gemelas separadas al nacer.

Tenía razón, estaban jugando juntos, suspiré aliviada y volví dentro de casa para tomar un vaso de agua. No se me salía el tema de la cabeza, ¿¡cómo sería posible que unos muertos vivientes comieran carne humana?!

OH por dios, deja de pensar eso, te estás volviendo loca, pensé.

Quería asegurarme de que era una broma de mal gusto, corrí hacia mi cuarto y encendí el portátil para poder encontrar alguna que noticia en la que se pudiese confirmar.

Intenté relajarme, me estaba tensando y eso no era nada bueno para mí.

Busqué algo simple "Apocalipsis zombie" y me encontré con decenas de noticias que hablaban de lo mismo.

No, no puede ser. ¿¡Cómo puede estar pasando?! Me asomé por la ventana de mi cuarto que daba a la parte de detrás del jardín donde Amy y Austin se encontraban jugando con una pelota.

—Amy, Austin, ¡subid aquí, ahora mismo, por favor! —hicieron caso omiso a lo que les dije—. Chicos, subid, ¡tengo chocolate! —típica trampa en la que todos los niños pican. Esbocé una sonrisa y aquellos dos pequeñajos se presentaron en mi cuarto en menos de 15 segundos—.

—Austin, cielo, ¿donde están tus padres? —lo que más me preocupaba es que a sus padres ya les hubiera pasado algo, y no era nada bonito imaginarles como zombies que quieren comer carne humana—.

—No lo sé, hace mucho que no vienen a casa —dijo aguantándose una las ganas de llorar. Lo que pensaba. Le di un abrazo—.

—Te quedarás conmigo, ¿de acuerdo? —él asintió y le dejé sobre mi cama junto con Amy. Cerré todas las ventanas y puertas con seguro, cerré todas las cortinas y con la mayor prisa posible bajé al sótano a por unas cuantas mochilas. Tendríamos que salir de aquí cuanto antes—.

¿Sabéis qué era lo peor de todo? lo peor de todo era que estaba sola, no tenía a nadie, estaba con dos pequeñajos y seguramente no sobreviría. ¿Yo? ¿Capaz de sobrevivir a un Apocalipsis zombie? puede. ¿Capaz de matar a alguien? Ni de coña, pero es lo que me toca.

Estoy asustada, muy asustada, estoy sola en esto, y necesito a alguien que pueda estar conmigo para ayudarme, y para protegerme.

Cogí tres mochilas, y dos pequeñas para los niños. Una para cada uno, con un poco de ropa para ellos. Y las tres mías con ropa, provisiones, cuchillos que estaban en la cocina y dos pistolas de mi padre que tenía guardadas en un cajón con doble fondo.

—Ugh, ugh. —escuchaba por arriba. ¿qué ha sido eso? —. Ugh, ughhhhh —lo volví a escuchar. ¿Zombies..? ¡Zombies, joder, zombies! No me lo puedo creer. No me veo capaz de matar, me arrepentiría toda mi vida... dios—.

Por suerte, había visto muchas películas de zombies y creo que sé un poco sobre esto y se manejarme sola, además mi padre me enseño a disparar. Aunque no lo recuerdo bastante bien, yo tan joven y ya padeciendo de alzhéimer...

No sabía conducir... maldita sea. ¿Y ahora qué haría? No podía quedarme de brazos cruzados. Di un leve suspiro y respiré con fuerza. Como en las películas, lo haré a lo loco, pero no podemos quedarnos aquí, pensé.

Rellené todas las mochilas que recientemente cogí del sótano con los objetos necesarios y subí a recoger a Austin y Amy.

—Chicos, vámonos, no podemos seguir aquí. —intentaré ser más discreta, mmmm—. Iremos de excursión —ellos aceptaron felices y les entregué sus respectivas mochilas—.

Salimos al garaje, los chicos agarrados de mi mano y se metieron al coche, puse el seguro, encendí el motor y respiré hondo.

Era ahora o nunca. Si quería que sobreviviésemos tendría que correr. No me daré por vencida, o al menos eso creo.

Abrí la puerta del garaje y ya podía ver como unos "zombies", de piel verde, con heridas, la ropa rota, y los ojos rojos andaban torpemente hacia el coche.

Mierda.

—Ughhh, ughhhh —se acercaban—.

—¿Qué ha sido eso? —dijeron Amy y Austin a la vez—. Olvidadlo, ¿vale?, tranquilos, no pasa nada. —cogí un disco de música que había en el asiento de copiloto y lo puse, el trayecto estaría mas relajado con algo de música de Demi Lovato—.

Arranqué con el corazón en la garganta y me dirigí hacia el supermercado. Esto de conducir no era tan difícil. Ojala no haya nadie allí, no quiero que seamos devorados por zombies.

Apocalipsis Zombie. » 1D & 5SOS - Editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora