Solo por una noche

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-Cejillas, ¿Que.. que te sucedió?- comenzó a decir aun aun shock para luego caer en cuenta de lo gracioso que era la situación- HA HA HA HA, debe...deberías ver tu estúpida cara ahora

-...- el rubio mas que enojado había comenzado a maldecir al imbécil que tenia por nakama, consiguiendo que este solo se riera aun mas fuerte puesto que la venda en su boca le impedía hablar claramente

-Ha ha ahh uff, espera... creo que no me reía de esta forma desde hace años- trato inútilmente de calmarse por un instante para prestar atención a lo que le intentaba decir su compañero- Ya esta, ¿Que quieres?- pregunto recibiendo nada mas que un mal intento de "Desatame" aunque lo único que Zoro había escuchado era un muy confuso"Mnhhgme" - ¿Que? no te entiendo- el rubio intento otra vez consiguiendo el mismo efecto en el espadachín, el cual ya algo enojado se comenzaba a acercar a la cama donde estaba Sanji- No entiendo una mierda, mejor te desatare 

Sanji estaba seguro que de no ser por que sus manos se encontraban atadas ya se hubiera dado un golpe en la frente, no pudiendo hacer nada mas que maldecir en silencio  al pedazo de musgo sin cerebro frente a el

Las vendas estaban muy bien atadas y no ayudaba mucho que el segundo al mando no tuviera paciencia para esas cosas, el acostumbraba cortar todo con sus preciadas katanas

Por otro lado Sanji comenzaba a sentirse nerviso, algo en su pecho lo hacía sentir diferente, mas acalorado y juraría que el sudor ya caía por su cuello sin control, Zoro estaba tan concentrado que paso por alto todos los síntomas del rubio logrando desatar la mordaza

-Listo ero-cook, ¿Que decías?- pregunto prestando atención por primera vez en el semblante del blondo- ¿Te sientes mal?

La respiración de Sanji se detuvo al sentir la áspera mano del espadachín sobre su frente

-Nhg...- gimio sonrojandose rapidamente al soltar tan vergonzoso sonido mientras era tocado por el marimo

Tanto el rubio como el peliverde se habían quedado quietos, la mano de Zoro aun seguía en su frente aumentando la velocidad de los latidos en el corazón de Sanji

-¿Te dieron algo?- pregunto obteniendo una negativa- ¿Te hicieron algo?- esta vez la respuesta fue afirmativa alertando al otro- Iré por Chopper- se disponía a salir de la habitación cuando fue detenido por la voz del rubio

-Primero termina de desatarme marimo tonto- sus ojos estaban algo cristalizados y el sonrojo seguía en sus mejillas, mientras evadía la mirada de su compañero

Zoro no se sentía capaz de discutir con el cocinero, no con esa cara tan... ¿Excitante?, ya después le daría una paliza por el insulto, por lo que se limitó a acercarse nuevamente a la cama comenzando a desamarrar las piernas de Sanji

Sus para nada ágiles manos tardaron nuevamente en liberar al rubio, aunque esta vez era diferente pues de vez en cuando los ojos del mayor se dirigían a las piernas del cocinero

-Ya esta- le informo atrayendo la atención del otro, provocando que por una milésima de segundo sus miradas se cruzarán para luego apartarlas rápidamente- Desatare tus muñecas e iré por... ¿Que es esto?

De un momento a otro la mirada del espadachín se había dirigido al pecho de Sanji sorprendiéndose sobremanera con su descubrimiento

-¿Que es que?- pregunto algo avergonzado al sentir la mirada fija del otro en su pecho

-Tienes algo escrito aquí- señalo con su índice sin llegar a tocar la piel- ¿No lo sabías?

-Por supuesto que no, ¿Dice algo malo?- pregunto desconfiado intentando mirarse pero al tener las manos aun atadas el movimiento lastimaba sus preciados instrumentos de trabajo

El regalo de los dioses Where stories live. Discover now