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Y de nuevo sus dulces labios, su cuerpo junto al mío, volver a sentir todo su calor, esas ganas de no soltarlo.

Jackson: -apenas separándose de ti- ¿quieres ir a mi departamento?
Tu: Si, vamos –sonríes-

Respondí sin dudar, no me importaba, solo quería volver a sentirlo, así que el entrelazó  sus dedos con los míos y salimos del jardín, subimos a su auto y manejo hasta su casa, en el camino íbamos callados, solo que a veces cuando él se detenía en los semáforos volteaba a verme de un modo muy ¿lindo, dulce, tierno? No sé cómo, pero me gustaba.

Llegamos a su casa, yo nunca había ido, el
caballerosamente se bajó y luego abrió la puerta ayudándome a bajar, vi su casa por fuera, que fachada tan más bella, luego entramos, su casa es enorme, demasiado para un hombre que vive tan solo.

Jackson : sígueme –entran a su habitación- ahorita vengo, ponte cómoda.

Solo sonreí, su cama es enorme, yo me sentiría vacía cada día al despertar, ¿cómoda, que quería decir con eso, qué me acostara, me quitara el vestido, el sostén, o qué?
Así que solo me quite las zapatillas y me recosté en la cama, él regreso con unas copas, una botella de vino, lo sirvió y luego de su cajón sacó unas velas, las prendió, luego comenzó a aflojarse la corbata, apago la luz y se sentó frente a mí, las velas alumbraban lo suficiente y era una atmosfera demasiado romántica.

Tu: Linda casa –sonríes nerviosa- no creí que conocería tu casa alguna vez
Jackson : Pocos la conocen, eres de mis pocas invitadas
Tu: Ya lo creo, es enorme, yo me perdería –ríes-
Jackson: No es que te pierdas, solo que a veces te impone –bebe vino-
Tu: Además me sentiría muy sola, todo esto para una sola persona, quizás si tuviera con quien compartir
Jackson : La soledad es parte de mí, mi única compañera, excepto por esta noche.

Me miró fijamente, puso su copa en su mesita de noche, luego me quito la mía y la colocó en el mismo lugar, entonces se recostó sobre mí y comenzó a besarme, lentamente, sus labios entre los míos, sus manos sobre mi cintura y mis brazos alrededor de su cuello, y entonces se aferró a mí, apretaba mi piel como pidiendo que no me fuera, luego bajo lentamente una de sus manos y acarició mis piernas, alzó lentamente mi vestido hasta que lo subió, entonces pego más su cuerpo al mío para rozar nuestras partes, con una de mis manos yo me aferraba a su espalda y con la otra comencé a desabotonar lentamente su camisa, todo esto sin que nuestros labios se despegaran. Le quite su camisa y esta voló hasta caer al piso, luego él se levantó, se colocó entre mis piernas y comenzó a bajar mis bragas lentamente mientras me miraba fijamente, yo solo pude morder mis labios mientras él hacía eso.
Jackson : -gruñe- sabes que eso me vuelve loco
Tu: Lo sé –sonríes pícaramente-

Así que ahora mis bragas salieron volando, él se agacho y comenzó a besar mis piernas, yo solo cerré los ojos y disfrute lo que hacía, luego con sus dedos acarició mi vagina hasta que me hizo sexo oral, aquella sensación tan húmeda me hacía vibrar, yo solo podía gemir y aferrarme a las sábanas, luego Jackson  me quitó el vestido, y de inmediato me quito el sostén, dejando ver mis pechos a los que él simplemente se limitó a besar, acariciar, pellizcaba suavemente mis pezones, me llenaba de besos, mientras yo con mi mano acariciaba su miembro sobre el pantalón, hasta que finalmente yo tome el control, le quite el pantalón y su ropa interior, entonces puse manos a la obra, o mejor dicho, lengua a la obra, le devolví el favor, la verdad el sabor de su miembro no me disgustaba, era lo contrario, y a pesar de estar bien dotado no me molestaba el meterlo a mi boca, en realidad lo disfrutaba y eso ayudaba a que él también lo disfrutara.

En la oscura habitación, tenuemente iluminada por velas, nuestras siluetas eran lo único que se dibujaba en las paredes, la habitación se llenaba de nuestras respiraciones agitadas, y nuestros cuerpos de caricias desesperadas, mientras me miraba fijamente a los ojos.

Matarte Fué Difícil [JACKSON WANG Y TÚ] * #ConcursoOreo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora