Capítulo 33

989 75 15
                                    


Tal como se había dispuesto entre la Sra. Marlowe y la enfermera, tras un par de horas de dejar a la madre con el cuerpo de Susana, el cadáver sería llevado a la morgue, siendo la enfermera misma quien se haría cargo de todo.

Para tranquilidad de la mujer, la enfermera no había dado ningún indicio de que ahora ella estaba de parte de Terry. A sus ojos, todo seguía el curso que ella misma había delineado. Sin embargo, durante el tiempo que Susana pasó sus últimos días en el hospital, la enfermera se puso en contacto con alguien de su pasado y que tal vez estuviera dispuesto a ayudar a que se desenredase toda esa maraña de intrigas que envolvía a las Marlowe.

Mientras la Sra. Marlowe seguía con Susana, Terry fue a tomar un café. Al comenzar a recorrer el pasillo, la enfermera fue tras él, asegurándose, al salir del cuarto de Susana, de que nadie la siguiera. Alcanzó a Terry con pasos sigilosos y, al tenerlo cerca, se dirigió a él con voz casi susurrante:

-Sr. Terence... Sr. Terence.

-Dígame.

-La carta que le mandé a la persona que le dije, me ha sido contestada. Dice que está dispuesto a ayudarnos.

-¿Se refiere usted a Peter, el que fue su novio?

-Sí, él. Me dijo que nunca quedó convencido con el informe forense que se extendió sobre su mejor amigo, el Sr. Marlowe, pero nunca tuvo pruebas para iniciar una investigación porque todo pareció legal, mientras que, lo suyo, era solamente una sospecha.

-¿Cómo nos ayudará estando él en Nueva York?

-Va a averiguar sobre el paradero de un tal Terrel, quien no solamente fue novio de Susana, sino que, al parecer, es posible que conozca más de un secreto sobre las Marlowe...

-¿Por qué sospecharía de ese chico? Si fue novio de Susana, ambos debían estar muy jóvenes...

-Sí, pero creo que él era mayor que ella, e incluso trabajaba.

La enfermera veía con ojos inquisitivos para todas partes. Por fortuna, no había nadie que pudiera sospechar algo extraño de que ella charlara con Terry.

-Entiendo. Era joven, pero no un chiquillo de la edad de Susana en aquel entonces.

-Así es. Tendré noticias de Peter cuando él sepa algo.

-Muchas gracias, Kathy.

Terry ya se estaba acercando a la cafetería, y Kathy se despidió para seguir haciéndose cargo de Susana.

Cuando Terry tomaba su café, pensaba en cómo actuar con la Sra. Marlowe mientras Peter daba con el paradero de Terrel. Al hacerlo, habría que idear alguna estrategia para hacerlo confesar. De ahí en adelante, la Sra. Marlowe quedaría en manos de la justicia. Terry deseaba que las cosas tuvieran un final justo.

"Lo mejor será que actúe con ella con toda naturalidad, y de ser posible, mostrarle condolencias para que ella sienta que no tengo ninguna intención de sacarla del apartamento. Tendrá que permanecer allí hasta que la justicia se haga cargo de ella".

Al mismo tiempo, cuando la Sra. Marlowe seguía a solas con el cuerpo aún tibio de Susana, ella también pensaba en cómo debería comportarse con Terry para que él no la sacara del apartamento, pues ella no tenía dónde ir. "Tendré que tranquilizarme con él y ser amable para vea que puedo atenderlo y hacerme caso de algunas cosas de la casa." La mujer era totalmente ingenua a lo que estaba a punto de acaecerle.

* * *

Nueva York

Peter se encontraba en su oficina repasando por segunda vez la misiva que le había enviado su ex-novia, la enfermera Kathy.

El Rey BlancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora