Capítulo 15

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Se cierra la puerta y Ana se da cuenta que el sueño se ha acabado de verdad y entonces se echa en la cama y llora como jamás lo ha hecho. Sabe que nunca podrá olvidar a Marc porque se ha dado cuenta que le quiere demasiado, pero sabe también que ha hecho lo mejor que podía para que él fuese feliz... Salir de su vida....
Marc mientras sale fuera y se va hacia su coche pero se queda allí sentado.... Jamás había sentido tanto dolor como está sintiendo ahora y no sabe como podrá salir adelante.
Entonces coge el teléfono y llama a quien ahora mismo necesita a su lado, a Alex.
-Al: Hola hermano ¿Qué tal ha ido?
-M: La he perdido Alex, la he perdido para siempre y no sé que hacer... La quiero y la necesito en mi vida y se va. ¿Qué hago hermano?
-Al: Marc escucha, vente para casa que yo estoy aquí y te espero. Además papá y mamá han salido así que estaremos solos todo el día. Y ten cuidado por el camino por favor. Ahora hablamos pero no olvides que siempre estaré a tu lado.
-M: Ahora voy...
Entonces mira por última vez ese lugar donde por un lado ha sido tan feliz pero que ahora mismo está roto de dolor, arranca el coche y se va dejando atrás a su ángel, su princesa, la mujer de su vida, a Ana, a su Ana.
Conduce hacia Cervera de nuevo mientras repasa en su cabeza todo lo ocurrido desde el sábado en que su mirada se cruzó con la de Ana hasta ese momento en que, muy a su pesar, tuvo que decirle adiós por quererla demasiado y no querer que sufra por su culpa. Y así, con estos pensamientos, llegó por fin a su casa.
Aparcó el coche y subió las escaleras con la cabeza agachada, abrió la puerta y allí estaba Alex enfrente de la puerta esperándole para darle un gran abrazo. Marc se abrazó a él con fuerza y volvió a llorar como no había hecho nunca. Pasó el rato así hasta que se calmó un poco y fueron a sentarse en el sofá donde Marc le contó a Alex todo lo que habían hablado y como había acabado todo.
Alex se limitó a escucharle y apoyarle y ya, cuando Marc acabó, le dijo lo que él pensaba.
-Al: Marc, ante todo que sepas que siempre estaré a tu lado apoyándote pase lo que pase. Sé que ahora lo ves todo negro pero seguro que esto pasará porque yo sé lo mucho que te quiere Ana y no se olvidará de ti, te lo aseguro. Pero esto ha sido una sorpresa para ella, eres su ídolo de toda la vida y te veía como alguien inalcanzable y ahora de golpe saber que estás enamorado de ella y ella de ti ha sido muy fuerte para ella. En parte la entiendo y seguro que ella ahora mismo está igual que tú.
-M: Ya hermano pero, si me quiere como yo a ella, ¿por qué no me deja hacerla feliz y demostrarle que esto puede ser posible? Es lo que más quiero en el mundo. Cambiaría mis mundiales por tenerla a mi lado para siempre.
-Al: Lo sé pero ten paciencia y verás como, cuando pase el tiempo, todo se arregla y estaréis juntos. Tenéis algo demasiado bonito para que acabe así. Y es muy valiente por tu parte, a pesar de quererla, dejarla marchar para que no sufra aunque lo hagas tú.
-M: Es que no podía hacer otra cosa. La quiero tanto que no puedo soportar que sufra por mi culpa. Pero ojalá no me olvidé porque yo nunca podré hacerlo.
-Al: No lo hará, ya lo verás. Y ya sabes, cualquier cosa que necesites estaré siempre aquí a tu lado.
-M: Gracias hermano, te quiero mucho. Gracias por estar a mi lado siempre y apoyarme.
Se dan un abrazo enorme los dos y luego se preparan algo de comer y deciden irse a entrenar para desconectar un poco.
Mientras Ana come en el mismo hotel porque no quiere salir a ningún lado. Se queda toda la tarde en la cama simplemente pensando y recordando cada palabra, cada caricia, cada beso, cada momento compartido con Marc, con su ídolo, con su amor...
Y así pasan dos días más y llega el jueves. Ana sigue en la habitación sin salir más que para comer o dar una vuelta por los alrededores andando y ya está. Marc mientras sigue con su rutina así como puede aunque no puede dejar de pensar en Ana sola en el hotel. Está deseando llamarla para ver como está pero piensa que es mejor que no. Además su madre se dio cuenta que algo le pasaba porque no estaba bien y acabó contándoselo todo.
Roser simplemente le abrazó y le dijo que, si de verdad la quería tanto como parecía que ella a él, tuviese paciencia porque todo acabaría arreglándose. Estaba preocupada por Marc porque jamás le había visto tan afectado, ni siquiera cuando cortó con su única novia formal hasta el momento. Y entonces decidió hacer algo que no sabía si sería bueno o no pero que necesitaba hacer.
Llamó a Alex y le explicó que quería conocer a Ana, ir a verla y ver como estaba porque además a lo mejor con ella se abriría más. Además estaba preocupada porque llevaba días sola y seguro que no lo estaba pasando bien.
Alex le dijo el hotel e incluso le dio su teléfono por si no la encontraba. Él había pensado en hacer lo mismo pero sabía que Ana no querría hablar con él ahora y además era más difícil separarse de Marc unas horas para ir. Y quien mejor que su madre para ello.
Y así fue como Roser cogió el jueves después de comer, dijo a sus hombres que se iba a hacer unos recados y se marchó rumbo a encontrarse con Ana, con esa chica que había robado el corazón de su hijo mayor.

LA EDAD ES SÓLO UN NÚMERO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora