Zola me dijo, que era Anya Lehnsherr— Fury alzó una ceja, pero no dijo nada por el momento.
Interesante, Anya, hay una escuela con otras personas conocí una vez un Lehnsherr. . .

—¡Laurel!— Ese era la voz de Steve, con una amplia sonrisa, se levantó de la silla frente a Nick Fury y se dio la vuelta para correr hasta él abrazándolo con fuerza; estaba aliviada.
Yo también estoy bien Lau, excelente— Murmuró Natasha, entre una burlona sonrisa logrando que se sintiera un poco avergonzada.

Perdona Natasha, me alegra que ambos estén bien, espera ¿Qué te pasó?— La Natasha sangrante negó con la cabeza, Laurel suspiró, era el momento de decir la verdad.

—El ex agente Eckard Morton se había vuelto, un agente de HYDRA, y bueno... Lo maté— Masculló lo último, bajando la mirada, apartándose del grupo y más aún de Steve.
Laurel. . .— Pero él no continuó hablando, ella simplemente, le dio la espalda.

El me perforó el brazo con un metal, estaba enojada, porque me había mentido y me había dicho que yo le gustaba. . . Pero, siempre había sido, un mentiroso— Empezó a relatar, negando con la cabeza, apartó las lágrimas de su rostro.
No controlé mis poderes, y lo maté—.

Un gran silencio se hizo en la pequeña habitación de Fury, mientras sanaban a Natasha, era incómodo. —Laurel, ya sucedió, no va a poder formar parte de HYDRA nunca jamás— Mencionó la pelirroja, la mano en su hombro la hizo alzar el rostro y contemplar al mayor.

Lo siento mucho Steve— Sinceró, frunciendo los labios, no podía evitar ahora sentir la culpa ¿Qué era que había sentido? ¿Cuándo había asesinado a Eckard sin compasión? Y ahora, volvía a ser aquella chica frágil que había sido experimentada. Steve le abrazó con solo un brazo, mientras escuchaban ahora a Fury, su explicación de cómo seguía con vida aunque todos los presentes lo habían visto morir. Pero en la expresión de Laurel sólo había preocupación, culpa, vergüenza y una sensación horrible dentro de su pecho. 

  —Pero también caera SHIELD— La determinación de Steve la hizo volver a la realidad, el parásito que había acabado con la organización desde dentro. . . Quiénes habían experimentado con ella, para volverla, aquello que había matado a Eckard sin ninguna contemplación. —HYDRA creció en sus narices y jamás nadie se percató de ello?—  Cada palabra era duramente marcada, la mirada de Fury se posó sobre ella entonces.

—¿Por qué creen ustedes que estamos aquí? Yo me di cuenta.

—¿Y cuántos lo han pagado antes que tú? 

  —Escucha, yo no sabía lo de Barnes— Rápidamente alzó la mirada. ¿Barnes? ¿Era quién había. . .? 

—Esperen, no entiendo. Yo, me enfrenté hace poco con un mutante loco, ¿lo recuerdan? Tengo que ponerme al corriente— Recordó amablemente, alzando las cejas, esperando. Pero únicamente, escuchó el pensamiento de Steve. 

"Después, Laurel" 

  —¿Y me habrías dicho?— Atajó Steve. —¿O entra dentro de la división del trabajo? SHIELD. HYDRA. Todo desaparece—  No supo que decir, simplemente posó una mano en su brazo herido y aguardó. 

—Tiene razón— Maria Hill intervino por primera vez, Laurel la observó y poco después a Fury. Su mirada se encontró con la de Sam. —A mí no me mire, yo hago lo mismo que él, pero despacio— Se encogió de hombros Sam, entonces, Fury volvió a mirarla.

—Yo estoy del lado de Steve, él tiene razón, señor— Se limitó a responder, formando una ligera sonrisa antes de cambiar nuevamente su expresión. Fury miró a todos los presentes antes de recargarse en su silla, Laurel lo supo antes de que lo expresara libremente. — Bien. . . Parece que usted da las órdenes, Capitán.— Steve atinó a asentir con la cabeza antes de tomar la mano de Laurel, saliendo del salón, rumbo al exterior. No supo que decir ante eso así que simplemente, le obedeció, él necesitaba tiempo pero ella tenía miedo también de esas circunstancias en las que se encontraban ambos en pleno enfrentamiento. La cálida brisa le azotó el rostro y revolvió sus rizos negros, movió ligeramente la cabeza y se detuvo en el barandal del puente mientras Steve se recargaba del mismo; Laurel lo observó de perfil, no se había percatado que lo apuesto que era él. Pero sus propios sentimientos fueron desplazados ante el aura de tristeza que envolvía a Steve, su mente rondaba únicamente el nombre de Bucky, las piezas encajaron solas. Él era amigo, su mejor amigo. 

—Laurel. . .— Sus pensamientos fueron rotos, debido a que Steve después de sus minutos en silencio, le dirigió la palabra.  

  —Lo sé. . .—  Steve rió, pero no era sincero. 

 —No tienes que leerme la mente para saberlo. Laurel, siempre seré honesto contigo, lo seré con todo el mundo— Le recordó Steve, girando a verla, Laurel mostró una cálida sonrisa y tomó su mano para brindarle un suave apretón de manos. —Prometo no volver a hacerlo— Le respondió. —Te creo— Steve parecía tener la intención de acercarse un poco más, pero, no se atrevía. La timidez se había vuelto a apoderar de él y eso era muy tierno para Laurel porque sabía que no era como Eckard además que él mismo le había salvado la vida. Tomando, nuevamente, la iniciativa se acercó a su rostro pero la voz de Sam les interrumpió.

  —El va a estar ahí.— Se apartó inmediatamente, pero no miró a Sam en ningún momento. —Lo sé—  Respondió Steve.

—Entre quién fue y quién es ahora. . .No creo que sea de los que hay que salvar— Laurel volteó a mirar a Sam con advertencia, éso no era lo que necesitaba Steve en el momento, Sam se excusó encogiendo los hombros pero no cambiaría de parecer. —Es de los que hay que parar.

—No sé si seré capaz.

—Quizá no tengas elección. Él no te reconoce— Le recordó Sam, frunciendo el ceño. 

  —Lo hará. . . Prepárense, es la hora.— Miró a Laurel antes que a Sam y comenzó a caminar.

—¡STEVE!— Le gritó Laurel, con cierta confusión. ¿Qué había pasado con el traje?

  —¿Vas a llevar eso?— Completó Sam, intercambiando miradas con ella. Steve se volteó al caminar y formó una fugaz sonrisa. 

No. Para luchar en una guerra, hace falta uniforme. 

~WEAPON CODE. [ 1 ]Where stories live. Discover now