~WEAPON CODE. [ 1 ]

XI

WINTER SOLDIER

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  —Lo lamento, Molly, me apena mucho tener que deshacerme de ti— La voz de Eckard sonaba robótica, inerte, carente de sentimientos o de corazón. . . Había cambiado demasiado, o quizá siempre había sido de aquella manera, una pantalla para evitar que descubrieran su verdadera identidad.

—Eckard por favor. . .

—Mi nombre es Killerlight.

—Bien, Killerlight, no me dejas otra alternativa— Si, era verdad, mientras Steve se enfrentaba a quién había matado a Fury ella tenía que lidiar con el mutante loco. ¿Quién era mejor, el soldado de invierno o el ex agente de SHIELD asesino? Creo que sí le dieran a elegir, preferiría al soldado.

—Lo siento Eckard— musitó Molly, caminando hasta él, algo dentro de ella había cambiado desde que había optado por ser Anya Lehnsherr.

De sus manos se formó una bola azul, con ligeras electrificaciones, Eckard se le quedó mirando confundido y entonces disparó aquella bola de energía directamente a su pecho logrando que Eckard cayera al suelo nuevamente inconsciente.

De rodillas, Laurel quedó en el suelo, pero nada había terminado del todo tenía que encontrar a Natasha y Steve. No notó, que Killerlight se había levantado nuevamente y levitando, la atacó. Profirió un grito debido al escombro que le clavó en el brazo y la hizo retorcerse de dolor. Las sirenas de policía habían dejado de sonar, estaba sola, herida y con Eckard a punto de matarla.

Desde el suelo lo miro, con ira y desafío en sus azules ojos, esperaba la estocada final.
—¿Qué esperas? Hazlo.— Pero nada ocurrió, había duda en su mirada pero hizo el ademán de apuñalar su corazón con otro escombro de metal. Laurel sentía ira, odio, demasiado cómo para poder contener todos esos sentimientos negativos. . . Lo que quedaba de esa área del centro se empezó a estremecer bajo su cuerpo herido, las alarmas de los autos iniciaron nuevamente mientras se estremecían y quedaban reducidos a nada.

—No eres capaz eres un cobarde. . .— Killerlight retrocedió, habia pánico en sus ojos.

—No eres capaz de matarme, nunca lo harás— Sentenció, levantándose del suelo y extendiendo la diestra empujó hacia Eckard a la pared más cercana, sólo que esta estaba reducida a escombros y el cuerpo de Eckard fue perforado por un sobrante de hierro que había.

Laurel se observó en una de las ventanas de un automóvil, sus ojos eran completamente negros y su cabello se había vuelto platinado. Pero ahora, lentamente volvía a tener su color natural, sus ojos se tornaron nuevamente azules y entonces comenzó a caminar hacia dónde había dejado a Mónica, tenía que buscar a Steve.

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Laurel terminó en el hospital, cómo era de esperarse, gracias a Mónica. Sin embargo, no podía estar enojada del todo, estaba con Fury quien no había muerto. . . ¡Estaba con vida! Débil, pero lo estaba.

—Director Fury. . .

—Solo, Fury, Molly.

—Verá, señor Fury, he averiguado cuál es mi verdadero nombre y creo que mi origen.— Comenzó ella, jugando con sus manos, mientras Fury la examinaba con su único ojo.
—Ajá— Contestó él, esperando, con la seriedad plasmada en su rostro.