Capítulo 9: La mala suerte de un Leo (1° Parte)

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Tal y como dijo Akashi, el chofer de la limusina fue llevando casa por casa a cada uno de la generación de los milagros, hasta que finalmente solo quedaron, Midorima, Akashi y el mini Kagami.

Antes de que todos llegaran a su casa, se despidieron de Kagami, uno dándole un beso en la mejilla, otro pellizcando el mofletito, otro abrazándolo, más bien estrujándolo, y el ultimo dándole una pequeña patatita y una caricia suave con su dedo índice en el cabello pelirrojo.

Finalmente llegaron a la vivienda donde vivía el tirador estrella de Shutoku. Midorima coloco a Kagami, dentro de su mochila, con cuidado y con la cremallera abierta, ya que se había quedado dormido en este último trayecto.

Akashi miro a Kagami con una pequeña sonrisa dulce, antes de que el peli verde lo colocara dentro de su mochila, para luego voltear a ver a Shintaro.

-No es extraño que se haya dormido, después de todo ha sido un largo día y mas al estar en ese tamaño, que es el doble cansancio, cuídalo Shintaro- Le pide/ordena con voz serena, pero el cual posee una expresión seria.

Midorima asintió y tras despedirse del capitán de Rakuzan se adentro en su vivienda. Las luces estaban apagadas, lo que significaba que su familia no estaba en casa. Suspiro aliviado, al parecer su suerte estaba de su lado, aun así no quiso tentarla y subió a su habitación.

Dejo la mochila con cuidado en su cama y extrajo de ahí al pelirrojo, el cual seguía dormido. Se lo quedo mirando unos instantes fijamente, con una sonrisa, de las que apenas mostraba a nadie.

Se veía tan tranquilo dormido... No queriendo molestar su sueño, lo coloco encima de su cama, y le puso por encima, una pequeña toalla limpia, ya que no tenía algo más pequeño para taparlo por el momento. Por suerte mañana tendría la ropa adecuada, entre otras cosas para las necesidades de as de Seirin.

El también se encontraba cansado, pero no había cenado, por lo cual, cerró la puerta de su habitación sin hacer ruido, para no despertar al pelirrojo, y bajo a la cocina para comer algo antes de irse a dormir.

Por suerte su madre había dejado comida preparada, por lo que solo tuvo que calentársela.

Una vez satisfecho su apetito, limpio lo ensuciado, recogió la mesa y se subió nuevamente al dormitorio.

Allí se encontró con que el mini tigre seguía totalmente dormido. Sonrió.

Le era agradable observarlo dormir tan apacible. Sin hacer ruido, se desnudo, acomodo la ropa sucia y se coloco el pijama, para minutos después destapar las sabanas y meterse en la cama.

-Buenas noches Kagami- Susurro para no despertarlo, el cual está dormido en una parte de su almohada ahora para meterse en la cama.

Y tras unos largos minutos se quedo dormido.

...
La luz solar le dio en la cara, haciendo que frunciera el ceño y se despertara con un pequeño bostezo.

Se rasco su cabeza pelirroja para luego abrir los ojos y descubrir que estaba en una habitación desconocida.

Iba a gritar, cuando de repente se volteo y vio la cara del peli verde dormido muy próximo a él.

No pudo evitar sonrojarse al verle tan cerca. Pero con pasitos cortos se aproximo al rostro de Midorima, donde coloco su pequeña mano en la mejilla y sonrió con ternura.

-Tienes un rostro muy pacifico cuando duermes Midorima- Susurro para no despertarle.

Siguió embelesado observando la cara del tirador de Shutoku cuando de repente sintió unas ganas enormes de ir al lavabo.

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⏰ Última actualización: Dec 07, 2017 ⏰

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