Chapter.2

190 13 1
                                    

Frente al espejo de cuerpo completo, ajusto el lazo de mi camiseta antes de ponerme mi gorro. ¿Cuánto hacía que no me ponía esta ropa?, cuando me miro, veo a la niña que hace año y poco, que se plantó justo en este mismo sitio, anhelando salir con el Profesor Kukui para ir en busca de mi inicial. Sin embargo, ahora, tampoco llega a ser la misma. Lo único similar que ahora encuentro entre ellas, es el físico y la ropa, pero ni eso: mi piel ahora está algo más morena y mi pelo, un poco más largo; así como las prendas, que ahora se amoldan más a mi figura a pesar de la anchura de estas.

—Moon, date prisa o perderás el barco. — Cuando escucho a mi madre, solo puedo hacer lo que precisamente me ha dicho. Ya que, en efecto, al ver la hora en el reloj es cuando me percato de que el tiempo comienza a echárseme encima.

La persona del espejo me devuelve la sonrisa para posteriormente ambas nos darnos la espalda. Me cuelgo la bolsa al hombro para salir de la habitación. Sin embargo, antes de abrir la puerta, me giro para ver mi cuarto, no sé cuánto tiempo vamos a estar fuera y yo no puedo evitar sentir un peso sobre mí. Cuando nos mudamos de Kanto, la chica que me miraba desde el espejo había deseado coger un avión para ir a una nueva región. Se había entretenido metiendo cada cosa en cajas, sus ojos se habían llenado de lágrimas al despedirse de todo el mundo. Pero ahora, solo quiero saber si encontraré a mi amiga.

Tras despedirme de mi madre voy al encuentro de mi primo, aunque cuando llego a los únicos que veo son al Profesor junto a Sun.

—¡Ah, Moon! —Conforme me acerco a ellos, Kukui mi recibe con un movimiento de mano mientras que Sun niega con la cabeza.

—Llegas tarde.

—Oh vamos, los demás aún no han llegado. —Murmuro cruzándome de brazos. Estoy segura de que no soy la única que ha notado la actitud que muestra Sun, lo cual queda confirmado cuando el profesor me sonríe ligeramente disculpándose por sus palabras. Simplemente suspiro por ello. Desde que se ha levantado, el chico ha estado de un humor de Rockruff a punto de evolucionar.

Unos segundos después, Rotom-dex sale de mi bolsa para anunciar que ha llegado un mensaje.

—Moon, tienes un mensaje de Tilo-roto. Dice que está en la tienda de Malasadas-roto.

—Muchas gracias, RotomDex.

—¡Tenemos prisa y él llega tarde por irse a comprar Malasadas!— Protesta Sun antes de resoplar.

—Venga, venga, llegaremos todavía más tarde si no vamos a buscar a Tilo. El chico es capaz de perder el barco por quedarse en la tienda. Moon, quédate aquí por si vienen los demás.

Asiento antes de ir a sentarme en el bordillo del puerto mientras saco a Diana de su Poké ball, la Espeon apoya su cabecita sobre mis rodillas aprovechando que está afuera. Comienzo a acariciarla mientras recuerdo cuando el pequeño Eevee que me regalaron en la Guardería Pokémon evolucionó a un precioso tipo Psíquico. Tanto Lylia como yo le hicimos un montón de fotos con el Pokévisor. Automáticamente, Diana se encariñó por completo de Lylia.

Un ladrido que reconocería en cualquier lugar se hace oír captando mi atención, la pequeña Rockruff, que he estado cuidando desde que el Team Skull intentó hacerle daño, se apresura para llegar hasta mí.

—Ey, pequeña. — Digo acariciando su cabecita, el can, al percatarse de las caricias se sienta a mi lado, junto a Diana.

No es hasta que escucho unos pasos que levanto la vista del Pokémon. Gladio que me mira sorprendido. Abre y cierra la boca un par de veces hasta que al final termina por hablar.

—Así que hasta ella viene a despedirse.

—Eso parece. Me da algo de pena dejarla aquí, estoy segura de que el Profesor y mamá cuidaran de ella, pero aún así...

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jan 04, 2018 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Opposites: My adventure in KantoWhere stories live. Discover now