Mi descontrol y equilibrio (Camren G!p)

Hay que operar

-Disculpa- Dijo la doctora - adelante.

-Oh, hola Dinah, quería saber si..- La voz de la doctora Camila, y luego la propia doctora Camila entrando hasta ver a la ojiverde en su camilla- Ah veo que ya está aquí mi paciente.

-Si, aquí está - Dijo Dinah sonriendo.

-Ok, te la encargo mucho, nos vemos unos minutos señorita Jauregui.

-Claro doctora- Dijo una sonrojada Lauren "mi paciente" claro "soy toda tuya" pensaba Lauren. Se escuchó que cerraban la puerta y Dinah volteo a verla.

-Así que es ella quien te gusta- La miró con una sonrisa un poco diabólica.

-Eh? No, no, por qué lo dice-respondió Lauren.

-Pues aunque tú trates de disimularlo, tú amigo te delata - Dijo señalando hacia su parte baja. Lauren se puso roja y colocó sus manos en su entrepierna sintiendo su bulto crecido- Te aconsejó que te tranquilices y pienses en otras cosas, yo sé que mi morena es hermosa, siempre tiene galanes por aquí, pero debes estar tranquila para cuando te atienda porque o te ve a ti o lo ve a él.

-Lo lamento, de verdad no sé porqué me pasa esto, nunca me había pasado- Dijo nerviosa.

-Quizá tú no tan pequeño amigo a encontrado la casita en la que quiere habitar- Dijo elevando las cejas sugestivamente- ahora si levanta esa bata porque hay mucho trabajo en el día y tú doctora te quiere ver.

El chequeo fue rápido, el gel estuvo frío lo que ayudó a que su inicio de erección bajara y se sintió cómoda hablando con la doctora.

-Bueno, aquí tiene un poco de papel para que retires el gel- Dijo la doctora entregándole papel y Lauren comenzó a limpiarse- al parecer si hay que operar, pero eso lo decidirá la doctora Camila.

-Doctora? Cree que tengo una oportunidad?- Dijo tímidamente.

-Claro que vas a vivir, es sólo apendicitis no un transplante de corazón o algo así- respondió riendo la doctora.

-No, no me refiero a oportunidad de ese tipo, quiero decir... con la doctora, tendré una oportunidad con ella?

-Si no lo intentas, nunca lo sabrás, no crees- Lauren asintió- Camila es mi mejor amiga, es difícil entrar en su vida, yo lo hice porque tenemos años de conocernos, antes de ser doctoras, pero créeme que cuando se trata de amor, familia, amigos y trabajo puede ser muy entregada.

-Entonces buscare mi oportunidad.

George entró, Lauren y Dinah se despidieron.

-Suerte- Dijo Dinah guiñándole un ojo.

-Gracias- respondió Lauren.

Llegaron de nuevo a urgencias donde se encontraba la doctora Cabello.

-Aquí está su paciente Doctora- Dijo George y Camila volteo sonriendo- y aquí están los resultados- le entregó unos papeles.

Camila se acercó a Lauren leyéndolos.

-Señorita Jauregui, con base en los resultados hay que operar hoy mismo- Lauren tragó saliva- no se preocupe es una operación sencilla le prometo que no habrá una gran cicatriz y todo saldrá bien, al salir le daré una paletita del sabor que usted quiera- eso hizo que Lauren se sonrojara.

-Gracias doctora, realmente confío en usted y sé que todo saldrá bien mientras usted sea la que esté a cargo, sólo que, no sé como decirlo pero, tengo un inconveniente- Su voz había ido bajando.

La doctora se acercó a ella y se agachó para estar a la altura de ella en la camilla.

-Puede confiar en mi- le sonrió y Lauren supo en ese momento que esas palabras habían llegado a su corazón, al fondo de éste.

-Me da pena decirlo, pero, creo que de todas formas se enterarán cuando esté en el quirófano...- aclaró su garganta- soy intersexual y apenas puedo aceptarlo un poco, no me gustaría que mucha gente se enterara.

Camila le sonrió, tomó su mano, Lauren estaba temblando con ese acercamiento, la doctora le apretó la mano.

-Te prometo que no pasará, yo misma me encargaré de que tu parte baja esté cubierta, no dejaré que nadie lo vea. Ok?- sus ojos se miraban unos a otros, ambas sonrieron, se sentían conectadas, ambas lo sintieron, no podían negarse, Camila nunca había mostrado ese acercamiento con nadie a excepción de niños, los niños siempre eran su debilidad para tratarlos de la mejor manera posible.

-Gra...gracias, le creo- Dijo Lauren.

Camila soltó sus manos, se puso de pie, y aún sonriéndole le guiñó un ojo.

-Iré a preparar el papeleo y pedir el quirófano, vuelvo en media hora.

-Claro- respondió Lauren y vio cómo su doctora salió, soltó un suspiro- sin duda es la mujer de mi vida.

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Segundo y ahí vamos