Dejo la pequeña maleta junto a la puerta y comienzo a sacarme el saco que use sin siquiera notar si convinaba con mi atuendo, pero al llegar a Nueva York, me congele ya que habia olvidado que es invierno con el acalorado clima de Texas. Me saco las botas, quedando sólo en leggins y una bluda holgada y por supuesto, mi cabello hecho una mierda.

Veo mi departamento por un segundo, analizando mis muebles y demás, mis ojos caen en el sofa donde Norman durmió luego de su borrachera hace meses, lugar donde me pidió fugarnos, y vaya que lo hice, pero no con él. Un extraño sentimiento viaja a mi vientre ¿Tristeza? ¿Melancolía? ¿Nostalgía? No lo se.

Noto junto a la puerta un montón de cartad que seguramente empuje al abrirla. Al recojerlas noto que la mayoria son estados de cuenta que ya he pagado, propaganda y demás. Justo mientras leo de que trata, otro sobre más pasa por debajo de la puerta asustandome un momento, ya que se que esa cosa no se ha movido sola. La tomo en mis manos, viendo que se trata de una carta de Diane, lo que tiene sentido ya que no tiene como contactarme.

Dejo las cartas de lado y me apresuro a abrir la puerta, viendo su ancha espalda y cabello largo aproximarse hacia el elevador.

- ¿Norman? - mi vos suena rara, más leve y casí en un suspiro.

Su cuerpo gira en mi dirección, con los ojos bien abiertos como si de verdad no creyera que estoy aquí. Se que los cambios en una persona en dos meses no es muy notorio, pero cuando te aprendes los rasgos de memoria cambian abdolutamente. Se le nota más cansado, y decaído. Las grandes bolsas debajo de sus ojos son bastante evidentes, al igual que la poca luz que estos proyectan. Viste abrigado, apropiado para este clima, y no puedo evitar viajar 7 años atrás y recordar ese saco.

Sus pasos apresurados resuenan en el abandonado pasillo, hasta practicamente empujar mi cuerpo al tenerme en sus brazos otra vez.

Estos me aprietan con fuerza, aunque acariciando con lentitud a su vez mi espalda. Siento su barba pinchar en mi cuello tratando de esconder lo más posible de su rostro en esa zona. Mis manos apenas y lo tocan, y es que me sorprende esta calurosa bienvenida.

- ¿Cuándo volviste? - susurra, separandose poco a poco de mi cuerpo haciendome sentir el frio otra vez.

- Hace 10 minutos - respondo de igual modo, nerviosa ante su cercania.

- ¿Dónde estuviste, Izzy? Te llamé infinitas veces hasta que un tipo respondió diciendo que era número equivocado - añade con gracia, cerrando la puerta detrás de él.

- Se volvería loco si supiera que tiene el número de Norman Reedus - le digo en broma, haciendolo sonreir.

Caminamos hasta dejarnos caer con pesadez en el sofá, guardando muy poca distancia entre nuestros cuerpos. El silencio inunda la habitación, dejando sonar nada más que las manecillas del reloj de la cocina. Puedo sentir sus ojos clavados como estacas en mi, causando algo de sonrojo de mi parte.

- ¿Tú, dejaste mi correo en la puerta? - le murmuro, señalando el montón de cartas junto a él.

- Vine a buscarte todos los días durante el primer mes - confiesa, rascando su nuca con nervios - Tus vecinos se quejaban de todo el papeleo en tu buzón así que decidí meterlos debajo de la puerta para cuando volvieras

- Gracias por eso, no sabia que recibia tanta basura - digo con diversión aunque esta vez casí ni sonrie.

- ¿Por que te fuiste? - suelta de la nada, mirandome con tristeza.

- Queria alejarme - digo en un murmuro, jugando con un anillo en mi dedo - Fui con Mike a Nevada, California, Arizona, Kansas y acabamos en Texas - explico con una leve sonrisa, recordando - Houston es..

- ¿De mi? - dice de pronto, interrumpiendome. Lo miro sin entender, haciendo que tense su mandibula - ¿Querias alejarte de mi?

Sus ojos se ven cristalinos, y me arrepiento de haber hablado. Suspiro con pesadez, vaya bienvenida.

- Si, Norman - digo sin rodeos - No queria estar cerca tuyo, no con tus intenciones de estar conmigo.

- Pero es que no entiendo el problema - grita fuera de si, poniendose de pie exasperado.

- Pues si lo hay - grito tambien poniendome de pie a su lado - Hay un rubio y oxigenado problema

Su pecho baja al terminar de hablar, y suspira con pesadez una vez más. Vuelve a sentarse en el sófa, colocando sus manos en su larga melena, estirando de ella un poco. Recarga sus codos en sus rodillas y respira con dificultad por lo que puedo oir. Me arrodillo frente a su cuerpo, acariciando su brazo tenuemente.

- ¿Por que tuviste que arruinarlo? - murmuro pegando mi frente a su cabeza - Eramos buenos amigos, Norman.

- Yo no pedí esto, Isabelle - dice de igual modo, aunque sin elevar la mirada.

- ¿Podemos volver a ser amigos? - cuestiono con un hilo de voz, moviendo algunos mechones para poder ver su rostro.

Por fin hago que me mire, y puedo ver la decepción en esos bellos ojos. Aún asi, sonrie.

Una de sus manos acarician mi cabello, moviendolo hacia atrás como yo estaba haciendo con él hace unos segundos. El asiente con la cabeza, respondiendo a mi pregunta.

¿Yo queria esa respuesta? No lo se.

- Pasa acción de Gracias conmigo - dice de pronto, sorprendiendome. Antes de que pueda decir algo, su dedo indice se estampa en mis labios impidiendome hablar - En lo de Jeffrey, no quiero incomodarte

Me lo pienso unos segundos, mirando la forma tan dulce que tiene de mirarme justo ahora. No me parce tan mala idea, después de todo aún tengo que seguir viendolo hasta la boda, la cual tambien tengo que organizar con él. Y por otro lado, algo de pavo y vino no suena nada mal.

- Ya que - digo en broma, haciendolo reir levemente - Sera divertido






✒ Hola💝

Ya no me resistí, iba a ser una espera de unas dos semanas, pero ya queria actualizar😂

Bueno, quiero disculparme de antemano por la poca exactitud del proximo capítulo acerca del Dia de Acción de Gracias, en mi país esa madre no se celebra y no se que chingados se hace😂

Gracias por leer nenas, las amo❤

París «Norman Reedus» ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora