- ¿De nuevo? - Preguntó Dunia soltando un leve gemido al sentir la mano de Dani ya dentro de sus bragas.

- Si... porque voy a follarte ahora.

Diego se quedó en su habitación escuchando como Dunia gemía y gritaba. Dani la había sentado en la mesa del comedor, y la estaba penetrando mientras la masturbaba con una mano y con la otra le manoseba los pechos. Ambos se corrieron y Dani le dio un largo beso en los labios y le dijo que la quería. Dunia se quedó sentada ahí recuperando el aliento y viendo como su marido se iba a vestirse. Sonrió.  Cuando Diego salió y pasó por delante de Dunia para irse esta se puso roja al recordar que había estado ahí todo este tiempo.

- Uhmmm me la has puesto dura con tanto grito - Le dijo Diego entre risas y Dunia le pegó un puñetazo en el hombro. Luego Diego la besó en la frente y Dani y él se fueron al parking a coger el coche.

- ¿Qué plan tienes? - Le preguntó Dani nada más subirse. Era la 1 de la mañana.

- Pues necesito un buen polvo. Me ha llamado María y ... necesito olvidarla - Dani lo miró y le preguntó todo sobre la llamada y Diego se lo contó.

El Martes por la mañana María no fue a trabajar. El lunes Noan había avisado a toda la plantilla de María que tenían que hacer unas limpiezas en esa planta y que se tomaran el día de fiesta. Durante toda la semana lo iban a hacer en todo el edificio. Así que el Lunes se quedó hasta tarde viendo una película y por eso el martes a las 10 todavía estaba durmiendo cuando llamaron al timbre. Tuvo que sonar dos veces para que se despertara y lo oyera. Se quedó descolocada. No esperaba a nadie. Se levantó y fue hasta el interfono de la entrada. Preguntó quién era medio adormilada.

- Soy Alaric - ¿Alaric?

- ¿Qué haces aquí?

- ¿Puedo pasar? - María le abrió y se quedó en la puerta esperándolo mientras con los dedos se quitaba las legañas que debía tener en los ojos pegadas. En cuanto llegó a la puerta ella le miró extrañada.

- ¿Qué haces aquí?

- Vengo a traerle unos papeles a Adrián - María se llevó las manos  a la cara. Cerró la puerta y empezó a caminar hacia la cocina. Alaric que estaba tras ella se la quedó mirando. María solo llevaba puesta una camiseta corta y unas braguitas de encaje medio transparentes. La siguió. Se preparó un café.

- ¿Quieres uno? - Alaric le dijo que sí - Pues el caso es que Adrián ya no vive aquí - Se quedó muy sorprendido - Hace ya ... no se, un mes.

- ¿Que ha pasado? - se sentó en un taburete y la observó mientras se desenvolvía en la cocina para prepararle ese café.

- Nuestra relación se rompió, ellos se fueron y yo decidí quedarme.

- ¿Tú sola, aquí?

- ¿Te sorprende? - María se giró y le miró. Alaric sonrió al ver su cara.

- La verdad es que si. No te tenía por ese tipo de mujer fuerte e independiente.

- Soy muy fuerte e independiente.

- Ya lo veo - Lo dijo y la miró de arriba abajo.

-  A mi me sorprende que Adrián no te haya dicho nada.

- Me dijo que se iba, si, pero pensé que era como siempre, de viaje un par de días.

- Ya ves que no - Alaric volvió a sonreír y María le puso la taza de café delante de él. Estaba muy sonriente y ella se quedó extrañada.

- Estás como muy feliz Alaric...- Empezó a reírse a carcajada.

- Bueno es que... Te prometí que un día te follaría ese culo y hoy estamos solos - María tragó saliva. ¡Joder! Llevaba demasiado tiempo sin un buen polvo y él había dicho las palabras mágicas.

En el corazón de María - Trilogía María parte 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora